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Archer, el espía mas particular de la televisión, dice adiós

El mismo año que nos ha dado los estrenos de grandes series de animación para adultos como Scavengers Reign, Captain Laserhawk o Fired on Mars ha sido también un año de despedidas, y si hace unos meses tocaba decirle adiós a Venture Bros esta semana nos ha tocado despedirnos de Archer. Una serie que aunque tuvo sus altibajos y nunca recupero el excelente nivel de sus mejores temporadas, se ha despedido muy en forma dejándome satisfecho pero con ganas de mas. Así que vamos a rendirle un pequeño homenaje a la mejor y peor agencia de espionaje de la televisión que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar en esta ultima década y pico.

Siempre nos quedara volverla a ver desde el comienzo

Archer nació de la mente de Adam Reed, quien junto con su compañero Matt Thompson habían creado para Adult Swim series como Sealab 2021 y Frisky Dingo, y que sin alejarse demasiado del tono de aventuras y humor de aquellas series, decidieron parodiar el genero de espías, tomando prestados elementos de fuentes tan dispares como las películas de James Bond o las de la Pantera Rosa. Y con todo ese material, una ambientación anacrónica que combinaba elementos de diferentes épocas para darle una estética atemporal y una animación que en sus primeras temporadas recordaba mucho a aquellas webseries animadas en Flash que tan de moda estuvieron hace un par de décadas, Archer comenzó una andadura de catorce temporadas a lo largo de otros tantos años, todo un récord teniendo en cuenta que este tipo de series de animación para adultos no suelen caracterizarse por su regularidad.

Cuesta un poco de ver, pero vale la pena el esfuerzo

Sterling Archer era un espía tan extremadamente profesional como vulgar, alcohólico y sexista, que podía salvar el mundo libre en un momento y al siguiente instante soltar una barbaridad tras otra sin despeinarse. Un contraste inspirado en lo mucho que ha cambiado la ficción en las ultimas décadas, poniendo a un personaje como este, que no dejaba de ser una versión algo exagerada del Bond mas clásico, en situaciones contemporáneas donde esas actitudes ya ha quedado muy desfasadas y fuera de lugar, pero que durante toda su andadura han sido una de las principales fuentes del humor de la serie.

Esto no es el diablo en la botella, son todos los circulos del infierno juntos

Porque no debemos olvidarnos que estamos ante una comedia, una que combinaba géneros sin ningún pudor y que muy a menudo nos hacia sentir como si estuviésemos ante una particular versión de The Office pero dedicados a una profesión muy diferente, con las tramas habituales del espionaje entremezclándose con problemas laborales de lo mas mundanos. Pero es que como señalaba antes, Adam Reed y su equipo han sabido exprimir al máximo el utilizar esos contrastes en ocasiones extremos para sacar lo mejor de distintos géneros.

Aunque una oficina muy particular

Con el tiempo la serie fue evolucionando, experimentando con diferentes géneros y formulas, alejándose de la premisa inicial de parodiar el genero de espías, algo que partía del cansancio del propio Reed, quien se había aburrido del formato de “la misión de la semana” y quería probar a llevar la serie por nuevos derroteros, algo que no siempre acabo de funcionar todo lo bien que debería, pero se agradece que buscasen evitar el encasillarse.

Supongo que llego un momento en el que ya no sabían que mas contar sobre el genero

De esa forma la serie en su quinta temporada la serie se convirtió en una parodia de Corrupción en Miami, con sus protagonistas dedicándose al crimen y tratando de convertirse en traficantes de droga, en la sexta volvieron al espionaje pero esta vez trabajando para la CIA (ya que la agencia original, ISIS, tenia un nombre que por aquel entonces estaba un poco feo utilizar) , en la séptima les vimos convertirse en investigadores privados en Hollywood, para en la octava saltar al genero negro mas clásico en los Ángeles de los años 40, convertirse en aventureros en las islas del Pacifico de los años 30 en la novena temporada, o convertirse en héroes de ciencia ficción futurista en la décima y volver a sus raíces de parodia de espionaje a partir de la undécima temporada hasta su final.

Por experimentar que no quede

Esa parte intermedia de la serie, la mas experimental, es, al menos para mi la mas floja de la serie, ya que aunque cuenta con algunas historias muy divertidas, se alejaba demasiado de lo que esta había sido desde su concepción, convirtiéndose a efectos prácticos en un puñado de series diferentes en las que Reed y su equipo no se llegaron a desenvolver igual de bien que en el genero de la parodia de espionaje. Y aunque a la serie le costo recuperar el nivel de antaño, estas ultimas temporadas volvieron a ser muy disfrutables.

Al final toco un regreso a lo básico

Algo que además de debérselo a un ritmo ágil y vertiginoso repleto de diálogos memorables y un humor con muchísima mala leche, se lo debemos achacar también a un reparto de voz increíble. Empezando por un H. Jon Benjamin, de quien nadie pensaría que estaba capacitado para dar vida a un personaje como Archer, pero que de nuevo ese juego de contrastes salió de maravilla, el casting de esta serie ha sido una fuente inagotable de grandes momentos.

No debería funcionar, pero lo bien que le sale

Desde la añorada Jessica Walter como Mallory Archer, a Aisha Tyler como Lana Kane, Judy Greer como la cada vez mas desquiciada Cheryll, Amber Nash como Pam, uno de los personajes mas entrañables de la serie, Chris Parnell en su papel del muy lamentable Cyrill y Lucky Yates dando vida al Doctor Krieger, un científico loco con un origen tan grotesco como hilarante. Todos ellos, acompañados de una larga lista de estrellas invitadas como Jon Hamm, Bryan Cranston, J.K. Simmons, Simon Pegg, Patton Oswalt, Ron Perlman o George Takei y muchísimos otros que daban vida a toda clase de pintorescos personajes y a los que hay que añadir a otros como Burt Reynolds o Christian Slater que directamente interpretaban a delirantes parodias de si mismos, ayudaron a hacer de Archer lo que fue.

Un casting inolvidable

Pero todo llego a su fin esta semana con Archer: Into the Cold, un episodio triple, casi una película, en la que viejos amigos y enemigos regresaban para ponerlo todo patas arriba en un intento de “resetear” la sociedad para volver a una época mejor (para algunos) que no cuesta mucho reconocer como una critica de los propios creadores de la serie hacia la moda de los reboots. Y aunque este final ya no contaba con la frescura y la originalidad de los primeros tiempos, ha sido un final mas que digno a esta larga andadura que nos ha hecho pasar tantos buenos ratos.

No se puede negar que se han despedido siendo fieles a si mismos

Va a ser difícil llenar el hueco que ha dejado esta serie que incluso en sus momentos mas bajos siempre consiguió sacarme una sonrisa, así que espero que Adam Reed saque adelante algún nuevo proyecto en el que volcar su particular sentido del humor. Pero al menos nos queda el consuelo de contar con estas catorce temporadas repletas de episodios y momentos memorables que volver a ver una y otra vez y la esperanza de que dado lo bien que suele vender la nostalgia quizás este adiós no sea mas que un hasta luego, que de cosas mas difíciles que una cancelación ha escapado Sterling Archer.

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