Para finalizar esta semana que hemos dedicado a Iron Man 3 quería terminar analizando unas cuantas cosas más que Shane Black nos ha colado en la película. Porque este hombre no se ha limitado solo a realizar la película más divertida de la saga (y mi favorita) o a colar, sin que casi nadie se diese cuenta, alguna de las sagas comiqueras mas recordadas del personaje. Black además se las ha arreglado para homenajear algunos viejos trabajos suyos. Y aunque esto parece haber cabreado aun más a los detractores de la película, conmigo ha conseguido todo lo contrario. A partir de aquí hay spoilers de la película, así que si que a leer con cuidado.
En la escena post-créditos de la película descubríamos el porqué de la narración en tercera persona de la película por parte de Tony Stark, le estaba contando una historia a su amigo Bruce “Hulk” Banner. Como Diógenes ya nos hizo ver, Tony Stark se ha pasado casi toda la historia con unas copas de más, por lo que la historia que Stark le ha contado a Banner es una historia de borrachos, una de esas en la que lo exageras todo a lo bestia, te inventas la mitad de los detalles y quedas como un campeón. ¿Y qué fuente de inspiración es la más apropiada para hacer eso? Pues el cine, y es que al ver la película uno casi puede imaginarse a Tony Stark siendo muy fan del cine de Shane Black y añadiendo detalles de sus películas de acción favoritas para adornar su aventura contra Killian.
Lo primero que encontramos, o al menos lo primero de lo que me di cuenta, es del ataque a la mansión de Tony Stark. Tenemos a nuestro héroe en una gran casa al borde de un acantilado hablando con una persona que está dispuesta a contarle quien está realmente detrás de los crímenes que está investigando. Cuando está a punto de saber toda la verdad la casa es atacada por helicópteros armados. ¿Dónde hemos visto esto antes? Arma Letal 1, guionizada por Shane Black. Los protagonistas se encuentran en una mansión al borde de un acantilado interrogando a Michael Hunsaker pero se ven interrumpidos por el ataque de un helicóptero armado. ¿A que suena familiar? Y no hay que irse muy lejos para volver a encontrar estos elementos, ya que en The Last Action Hero, también guionizada por Shane Black, volvíamos a ver mansiones en acantilados y helicópteros disparando.
Pero en esta película también encontramos otro precedente para un elemento que aparece en Iron Man 3. La relación que se establecía entre Arnold Schwarzenegger y su pequeño fan no es muy distinta de la que encontramos en Iron Man 3 entre Tony Stark y el pequeño que le ayuda en un momento de la cinta. En ambos casos tenemos a un niño que es gran admirador del héroe y a este tratando de librarse de el como sea. Las principales diferencias es que en Iron Man 3 el niño no es repelente y que el héroe consigue librarse de el siendo bastante mas cabrón de lo que fue el personaje de Arnold. Está claro que Black es un hombre de temas recurrentes.
Es en este punto de la película es cuando Tony Stark aprende una lección que quienes vimos Arma Letal 1 ya conocíamos. Tratar de huir del tipo que te persigue escondiéndote en un “bosquecillo” de árboles de navidad no es un método muy eficaz, te acaban pillando siempre. Si, Iron Man 3 también es, en cierto modo, una “película navideña” que acabara formando parte de mis tradiciones anuales junto a otros clásicos festivos como la Jungla de Cristal. Otras cosa a agradecerle a Shane Black.
Así que tenemos a Tony Stark que ha sido capturado y se encuentra retenido en la base del malo. Mientras el villano esta con sus cosas tramando villanías al héroe lo han dejado encerrado vigilado por dos matones. Pero pese a encontrarse en inferioridad numérica Tony no se deja amilanar y su chulería le hace enfrentarse a esos matones armados, llegando incluso a amenazarles con matarles. Pues a Bruce Willis en el Ultimo Boy Scout, también dirigida por Shane Black. Está claro que Tony Stark le está contando a Bruce Banner lo mejorcito de los videoclubs de los 80.
Obviamente Tony no dura mucho retenido por los malos y consigue escapar, reuniéndose con su amigo Jim Rhodes. Juntos se dirigen hacia donde se encuentra el villano y donde asistiremos a la batalla final entre este y nuestros héroes, unos muelles. Si el escenario de este desenlace nos resulta familiar es porque es el mismo que ya vimos en Arma Letal 2. Esta película también la guionizo Shane Black, aunque no es suyo el guion completo de la misma, los productores se la reescribieron y Black abandono la saga, pero buena parte de la historia es suya.
Y no podemos olvidar el elemento definitivo del cine de acción que Iron Man 3 homenajea. ¿No le recuerda a nadie, sobre todo en el tramo final de la película, esta pareja formada por Tony Stark y Jim Rhodes? El tipo blanco alocado e impulsivo, el tipo negro serio y profesional… ¿No son acaso Tony Stark y Jim Rhodes casi como Martin Riggs y Roger Murtaugh? El infiltrarse en los muelles pistola en mano, solos contra un villano rodeado de su ejército de matones… Si es que solo les falto hacer lo de la cuenta atrás desde tres…
Curiosamente todo esto no ha afectado demasiado a la película, los homenajes son anecdóticos, no entorpecen la trama y encajan como un guante en la teoría alcohólica de Diógenes. Mucho tendrían que aprender de Shane Black unos cuantos directores pretenciosos que parecen creer que el cine debe ser algo transcendente y aburrido. Las cosas se pueden hacer bien, pueden tener varios niveles de lecturas, colar críticas como puñales contra temas serios y al mismo tiempo ser divertidas.