Yo pretendía esperar al final de la presente temporada de Doctor Who para volver a hablar de la serie, lo prometo, pero la actualidad es la que es y poco menos que nos han pedido que comentemos el tema, así que aquí estamos otra vez. Un Doctor Who que ha vuelto con un Russell T Davies y equipo en plena forma regalándonos un gran episodio tras otro, el último de los cuales ha generado algo de revuelo por algo tan simple e inocente como un beso. Pero hoy no quiero hablar simplemente del beso en sí, sus precedentes o lo que supone para la serie, sino también sobre el enfoque (poco) informativo que se ha dado sobre ello y que casi han dado ganas de llorar.
Rogue es el título del episodio de este pasado fin de semana que tanto ha dado que hablar y también el nombre del personaje que ha debutado en él, un cazador de recompensas a quien interpreta Jonathan Groff y que como el Doctor también viaja por el tiempo y el espacio y cuyos caminos se han cruzado en la Inglaterra del periodo de Regencia, una época que a día de hoy se debe conocer más como la época de Bridgerton como no se cansaron de decir en este episodio. Pero volviendo a Rogue, quien a menudo casi parecía un Capitán Jack 2.0, una nueva versión para poder contar con un personaje similar sin tener que tener de nuevo en la serie a un John Barrowman al que la BBC ya no quiere acercarse, lo relevante de su personaje es que tras una creciente tensión entre este y el Doctor ambos acaban besándose, lo que para muchos ha sido todo un escándalo.
Y eso que no es que estemos ante una serie casta y puritana precisamente. Desde el relanzamiento de la misma en 2005, hace casi veinte años, las distintas encarnaciones del Doctor no han dejado de besar tanto a sus companions como a diferentes personajes que se cruzaban en sus aventuras, Christopher Eccleston, David Tennant, Matt Smith, Peter Capaldi… Todos ellos en algún momento acabaron besando o siendo besados en diferentes contextos y situaciones, pero como la inmensa mayoría de estos personajes cuyos labios se cruzaron con los del Doctor eran mujeres no se generó polémica alguna, porque ya se sabe que la hipocresía y la homofobia suelen ir de la mano.
Pero volviendo al presente, el beso entre el actual Doctor y Rogue además del tristemente esperado desfile de prejuicios, ha provocado también una curiosa reacción que esta sí resulta para mí preocupante, el cómo ha cubierto la prensa este episodio. Muchos han sido los titulares que hemos leído estos días, tanto en medios británicos como del resto del mundo, incluida España, acerca de la pseudo polémica y de cómo Doctor Who ha hecho historia, un aspecto este último en el que se ha incidido mucho en cómo esto ha sido el primer beso homosexual de la serie… Y esto no es así ni muchísimo menos. Así que tanto si lo que se buscaba era ignorar la historia de la serie para generar titulares más impactantes o simplemente se trata de artículos escritos desde el desconocimiento, es bastante preocupante pensar que si para hablar de una serie de televisión tienen tan poca profesionalidad como nos estarán dando el resto de noticias.
Porque a lo largo de su historia, al menos de la etapa moderna de la serie (aunque no está de más recordar que Waris Hussein, uno de los creadores de la serie en 1963 y director del primer serial de la misma, es gay) han sido unos cuantos los besos que ha mostrado la serie y sus spin-offs entre personas del mismo sexo. En Torchwood hubo para dar y tomar, sobre todo gracias al omnisexual Capitán Jack Harkness, quien protagonizó unos cuantos besos a lo largo de la serie y mantuvo una bonita aunque trágica relación con su compañero Ianto Jones. Aunque Jack no fue el único que se dedicó a besar a personas de su mismo sexo y sus compañeras en la organización también tuvieron sus escarceos con otras mujeres, aunque “curiosamente” estos besos no provocaron la misma polémica entre el público.
En otro de los spin-off de Doctor Who, Las Aventuras de Sarah Jane, una de las divisiones de la cadena, la CBBC (Children’s British Broadcasting Corporation) le pidió a Russell T Davies que introdujese a un personaje gay adolescente en la serie para normalizar estos temas en la programación infantil. Y aunque hubo planes para que el personaje de Luke Jones, el hijo adoptivo de Sarah Jane, saliese del armario, la trágica muerte de Elisabeth Sladen y la consecuente cancelación de la serie frustraron esos planes. Lo que sí que llegó a ver la luz fue lo que nos mostró Class, el otro spin-off adolescente de Doctor Who, serie en la que su protagonista, Charlie Smith, un príncipe alienígena exiliado en la tierra, mantenía una relación sentimental con uno de sus compañeros de clase, Matteuz, quienes hicieron mucho más que besarse en pantalla.
Pero incluso si nos centramos solamente en la serie de Doctor Who en sí (y eso que no he hablado de las novelas, cómics y seriales de audio) el beso entre el Doctor y Rogue sigue sin ser el primero entre dos personas del mismo sexo. Durante la etapa de Peter Capaldi como el Doctor, este tuvo como companion a Bill, una mujer lesbiana que acabó entablando una relación sentimental con Heather, una amiga de la universidad que tuvo una existencia bastante complicada, y ambas se besaron en pantalla. Del mismo modo también se besaron Madame Vastra y su esposa Jenny Flint, una pareja lésbica e interracial que vivían en la Inglaterra Victoriana trabajando como aventureras y detectives.
Es cierto que se podría argumentar que los titulares se referían a que lo histórico era que el beso lo protagonizase el Doctor, pero incluso en ese caso estarían equivocados. Ya en 2005, el mismo año del regreso de la serie a las pantallas, el público pudo ver como el Capitán Jack besaba al noveno Doctor en la boca, y unos años más tarde el gesto se repitió cuando el undécimo Doctor besó a Rory Williams. Dos besos que hay que reconocer que no eran románticos precisamente, sino gestos de amistad y felicidad. Y ya que estamos con besos, no me resisto a incluir el producido entre el Doctor y Missy (The Master) ya que como ambos personajes han sido tanto hombres como mujeres en diferentes momentos de sus vidas, en cierto modo encaja también por aquí.
Y volviendo al presente, al beso entre el Doctor y Rogue, que aunque no es ni el primero entre dos personas del mismo sexo ni la primera vez que el Doctor besa a otro hombre, sí que es la primera vez que existen sentimientos románticos por su parte, hay otro elemento relevante en todo esto. El episodio en cuestión fue escrito por Kate Herron y Briony Redman, y la primera de ellas es posible que le resulte familiar a nuestros lectores ya que fue la directora de todos los episodios de la primera temporada de Loki y quien manifestó públicamente que quería mostrar en la serie que Loki era bisexual. Algo que acabó limitándose a una frase que este dejó caer de forma casual aludiendo a cómo en su vida habían habido muchas princesas y algún príncipe que otro, una frase por la que aparentemente Herron tuvo que luchar para poder incluirla.
Aunque esto fue muy poco para algunos, entre quienes se encontraba precisamente Russell T. Davies, quien dijo en 2021 de ese momento que aquello había sido un gesto ridículo, cobarde y débil, ya que había sido una simple frase que no acabó teniendo mayor relevancia ni en aquella primera temporada ni en la segunda. Herron respondió diciendo que reconocía que se deberían contar historias más grandes a ese respecto, que consideraba a Davies uno de sus héroes y que esperaba que ese momento abriese la puerta a cosas más grandes. Y está claro que pese a las declaraciones de Davies este no albergaba ninguna animadversión hacia Herron, ya que ha contado con ella para la actual temporada de Doctor Who (y espero que la llame de nuevo esta vez para dirigir) y en la que en cierto modo esta se ha podido resarcir de lo poco que le dejaron hacer en Loki mostrando aquí de la forma más explícita posible que para el Doctor no existen las distinciones a la hora de sentirse atraído por alguien. Un episodio en el que además ha vuelto a dirigir a Ncuti Gatwa, con quien ya coincidió en la serie Sex Education.
Y así estamos, con una prensa que ya sea por la búsqueda del sensacionalismo o por la falta de rigor profesional nos da noticias que hay que coger con pinzas y que nos recuerdan lo muy necesario que es buscar información en numerosas fuentes incluso cuando se trata de temas superficialmente triviales como una serie de televisión. Y en cuanto a lo que supone todo esto para el Doctor, para mí la serie va a seguir siendo la misma, ya que este no ha hecho más que algo que lleva casi dos décadas haciendo, sintiéndose atraído ocasionalmente por alguien y manifestándolo sin complejos, y a quien eso le moleste que se lo haga mirar.