Pues se acabó lo que se daba. Ayer se emitió el último episodio de esta primera temporada de X-Men ‘97, una serie que no ha dejado de sorprenderme a cada episodio, cuyo equipo responsable lo ha dado todo y que se ha despedido, de momento, por todo lo grande. Un final que además ha tenido una sorpresa inesperada que no sé si ha sido algo intencional o una de esas coincidencias cósmicas, pero siendo un tanto narcisista casi se diría que han hecho esto pensando en mí. Así que vamos a ver qué nos ha ofrecido este explosivo desenlace y qué podemos esperar del futuro de la serie, obviamente con unos SPOILERS que dejan pequeños a los Centinelas.
La semana pasada ya hablé por aquí de lo bien que ha manejado esta serie el uso de la nostalgia, recuperando los mejores y más icónicos elementos e historias del cómic. Algo que han combinado con el recuperar también todo aquello no tan bueno, cuando no directamente malo, para hacerle un impresionante lavado de cara que ha conseguido cosas tan sorprendentes e inesperadas como que Bastión resulte un villano interesante. De Muerte Viva a Operación Tolerancia Cero pasando por E de Extinción, Inferno y muchas otras historias, X-Men ‘97 no ha dejado de ser en todo momento eso tan cursi que se suele decir de una carta de amor a los cómics en los que se basa, un respeto y cariño que es muy de agradecer.
Y esto es algo que han llevado hasta el final, donde se han atrevido a adaptar a su manera el Atracciones Fatales, combinándolo con la ya mencionada Operación Tolerancia Cero, para crear un final de temporada espectacular y emotivo que ha puesto en el centro de todo la compleja y turbulenta relación entre Xavier y Magneto, contraponiendo sus a menudo opuestos puntos de vista pero recalando también que una vez ambos compartieron el mismo sueño. Un final que claramente quiere seguir jugando con la idea de la redención de Magneto aunque esto sea algo un poco difícil de digerir teniendo en cuenta sus actos del par de episodios anteriores, pero ya veremos cómo evoluciona la cosa.
Pero dejando a un lado las muy excelentes decisiones creativas que han tomado en esta serie, toca volver un momento al aspecto nostálgico de la misma y mencionar de qué manera se han volcado con los cameos. Unos cameos que han sido algo más que un guiño gratuito hacia el público, ya que no solo han servido para dejarnos claro que esta Patrulla-X vive en un mundo muy grande repleto de personajes, sino también para recordarnos que muchas de aquellas series de Marvel de los 90 compartían mundo, algo que ahora ya podemos decir que se amplía a todas. De esa forma al Capitán América a quien ya habíamos visto por aquí, se le ha unido un Iron Man surgido directamente de su vieja serie animada, Los Supersoldados Soviéticos, Alpha Flight, Capa y Puñal, Daredevil, el Doctor Extraño, Pantera Negra (T’Chaka)… Incluso Peter Parker y Mary Jane, juntos de nuevo, confirmando quizás que tras el abrupto final de su serie de los 90 Peter fue capaz de rescatarla tras perderla en el Multiverso (que estos ya jugaban a eso mucho antes del MCU), Y no podemos olvidar que hace un par de episodios se dejó caer el mismísimo Doctor Muerte por ahí o que en este episodio Morpho se transformó en Reed Richards, lo que confirma que los 4F también existen por aquí.
En cuanto al futuro, yo diría que por un lado resulta muy prometedor teniendo en cuenta lo que se nos anticipa aquí, aunque sea también un futuro por otro lado incierto, ya que la próxima temporada no va a contar con Beau DeMayo como showrunner tras su sorprendente despido hace unos meses, pero mientras el resto de su equipo siga al frente confiemos en seguir en buenas manos. Y ese futuro es uno sin la Patrulla-X, más o menos, ya que al menos para el público estos se sacrificaron para detener el impacto del Asteroide-M de Magneto y salvar la Tierra, una muerte que Forja no se cree y mientras planea en reclutar un nuevo grupo (con un panel que además de homenajear a la famosa portada de Días del Futuro Pasado se nos deja caer que la Bruja Escarlata y Mercurio están fuera del planeta y que Kitty, Illyanna y Coloso son candidatos a unirse al grupo) descubre que tenía razón al no creerse sus muertes cuando Bishop reaparece y le confirma que la Patrulla sigue viva pero que no hay que pensar en dónde están sino en cuándo están, ya que… ¡LA PATRULLA-X ESTÁ PERDIDA EN EL ESPACIO-TIEMPO!
¡EL TIEMPO SE HA DIVIDIDO EN CUATRO! Mientras Forja y Bishop (y supongo que también Jubilo y Mancha Solar que para algo escaparon del Asteroide a tiempo) se encuentran en el presente planificando cómo rescatar a sus camaradas, Jean Grey y Ciclope se encuentran en el año 3960, donde son recibidos por la Madre Askani y un niño muy especial, Nathan Dayspring, el futuro Cable, por lo que parece que como en el cómic van a tener la oportunidad de criarle. Mientras eso sucede Tormenta, Morpho y Lobezno se encuentran más perdidos que el resto ya que no se nos muestra a qué era han llegado, pero no descartaría que este ultimo al menos acabe en un futuro un poco más cercano similar al de Old Man Logan. Pero el resto del grupo es donde se vuelve realmente interesante la cosa, ya que Picara, Rondador, Bestia, Xavier y Magneto han aterrizado en el año 3000 Antes de Cristo, en el antiguo Egipto, donde ayudan a un joven mutante muy familiar llamado En Sabah Nur. ¿Y de quién era contemporáneo este? ¡DEL FARAÓN RAMA-TUT! Si esto no acaba siendo un homenaje en toda regla a Steve Englehart y la próxima temporada no tenemos una visita al interior de la esfinge con cameos de los Vengadores Costa Oeste, los 4F y el Doctor Extraño me echaré a llorar.
Un final que obviando por un momento estas ensoñaciones frikis, deja más que claro que para la próxima temporada Apocalipsis va a ser el villano principal, ya que no solo esta Patrulla-X dividida se encuentra en la época de su juventud y en ese futuro donde ha triunfado y gobierna con mano de hierro, sino que en el presente este se ha dejado caer por las ruinas de Genosha lamentando la muerte de los mutantes fallecidos allí y anticipándonos que uno de aquellos, Gambito, va a regresar convertido en uno de sus Jinetes, la Muerte, combinando la historia en la que este aceptó trabajar para el villano con aquella otra en la que se dio por muerto al Ángel y este regreso convertido también en Muerte. Está claro que nos espera una segunda temporada movidita.
Estos diez episodios de los que ha constado la temporada se me han hecho muy cortos, y aunque me reitero en lo que dije anteriormente sobre que hubiese preferido una mayor extensión que permitiese desacelerar un poco el frenético ritmo del que ha constado esta primera temporada, también tengo que decir que esto es lo mejor de la Patrulla-X de lo que he disfrutado en mucho tiempo. Ahora solo nos queda desear que la segunda temporada no se haga esperar demasiado (que bien nos vendría tener una Esfinge capaz de viajar por el tiempo) y podamos disfrutar cuanto antes de una nueva entrega de estos mutantes animados a quienes les ha sentado tan bien el salto del cómic a la televisión.