Desde que reconecté este año con el manga y el anime, tras años muy alejado de alejado de ambos, son muchas las obras que he descubierto cubriendo prácticamente todos los géneros, pero sin duda ha habido una serie de anime que ha sobresalido por encima de todas y de la que puedo decir no solo que sea una de las que mas he disfrutado estos pasados meses, sino que es una de las que mas he disfrutado en toda mi vida, Dr. Stone. Una serie basada en el manga del mismo nombre realizado por Riichiro Inagaki y Boichi para la Shonen Jump, que nos presenta un mundo post-apocalíptico muy especial, un amor por la ciencia tremendo y que ha conseguido el milagro de que Diógenes y yo estemos de acuerdo en que es una de las mejores cosas que ha salido jamás de Japón. Así que vamos a viajar a esta nueva edad de piedra para descubrir a Senku y su Reino de la Ciencia.
Un día una misteriosa ola de energía bañó el mundo entero petrificando a su paso a toda la humanidad. Tres mil setecientos años mas tarde todo lo construido por el ser humano durante miles de años ha desaparecido, no quedando mas rastro de su existencia que las estatuas en las que sus habitantes se transformaron. Pero un día, por causas misteriosas, uno de esos humanos sale de su letargo y vuelve a la vida, Senku Ishigami, un genio científico adolescente que al ver en que situación se encuentra el mundo se ha propuesto un modesto reto… ¡Salvar a toda la humanidad y reconstruir la civilización para saltar de la edad de piedra a la era espacial en unos pocos años a través del poder de la ciencia!
Puede parecer que exagero, pero no, lo digo absolutamente en serio, Dr. Stone es de lo mejor que ha salido en Japón en muchísimo tiempo. Y eso que se trataba de una serie cuya premisa no me parecía en principio muy interesante, el reconstruir la civilización en un mundo post-apocalíptico, pero como sucede siempre, lo interesante es mas como te lo cuentan que lo que te cuentan. Porque lo grande de esta serie (y del manga, por lo poco que he leído tras acabarme la serie) es como nos cuentan esta historia, de que forma sus creadores se han planteado mostrarnos ese resurgir de la humanidad tras miles de años en pausa, a través de unos personajes entrañables y un amor por la ciencia mayúsculo.
En estos tiempos en los que vivimos en los que el desprecio a la ciencia campa a sus anchas y para muchos es mas de fiar cualquier vendedor de lejía en telegram que científicos con años de experiencia, resulta refrescante encontrarse con una serie como esta que desprende amor y respeto por la ciencia por todas partes. Una ciencia de la que nos muestran como instrumento de progreso, que en el contexto de la serie podría ser utilizada fácilmente como algo destructivo, pero recordándonos a cada paso que como toda herramienta su fin depende solo de quien la utilice y que en manos de personajes como los de esta serie servirá para ayudar a todo quien lo necesite.
Y es que lo realmente grande de esta serie son sus personajes, un puñado de idealistas entrañables a los que impulsa sobre todo el bien común, comenzando por su protagonista, Senku Ishigami. Este se trata de un científico adolescente que parece que ha estudiado en una universidad de algún mundo superheroico, porque como la mayoría de personajes de ese genero su especialidad es la CIENCIA con mayúsculas. No hay un campo que no domine, física, química, astronomía, geología, biología, además de ingeniería, electrónica, arquitectura, metalurgia, historia… Da igual lo que sea, en la cabeza de Senku cabe todo. Pero aunque se trate de un genio científico sin rival, del que Diógenes ha llegado a decir que es así como deberían caracterizar a Reed Richards, no lo dice tanto por su inteligencia como por lo que es realmente la principal característica de Senku, su humanidad.
Porque Senku se aleja radicalmente de esa imagen del “genio” que tanto nos ha querido vender la ficción en general durante mucho tiempo, la del personaje experto en casi todo que es un borde antisocial, frio y antipático que parece despreciar a sus semejantes. Y aunque Senku muy a menudo quiere mantener una fachada de cierta indiferencia y que solo le importa la ciencia, es tan transparente que desde el primer momento queda claro que es probablemente el personaje mas “blando” de la serie. Senku es el que esta dispuesto a sacrificar su propia vida por ayudar a los demás, que dejara de lado cualquier proyecto que tenga entre manos aunque sea importancia para ayudar a quien le necesite aunque sea en algo que para muchos sea una minucia, para quien toda vida es sagrada, incluso la de sus enemigos y que no deja de inspirar a los demás a ser mejores personas.
Y esas son unas cualidades que en mayor o menor medida comparten el resto de unos personajes que me resisto a llamar secundarios, porque son co-protagonistas de pleno derecho. Y es que Dr. Stone es una de esas series corales en la que el grupo inicial va recogiendo gente y aumentando su numero. Una formula muy común en el anime pero que yo no veía tan bien desarrollada desde los tiempos del primer Dragon Ball, de antes de los combates de nivel cósmico, cuando eran solo un puñado de gente extraña viviendo aventuras. Algo que por lo poco que conozco de la serie se que comparte también con One Piece, una de esas series con las que tengo que ponerme un día de estos.
Porque como decía antes en Dr. Stone no hay secundarios, no sobra ningún personaje (pese a que hay tantos que algunos se queden apartados un poco de vez en cuando) todos tienen su razón de ser, sus personalidades perfectamente definidas y encajan a la perfección entre si, de tal forma que es difícil tener favoritos entre tantos (aunque si alguien no es fan de Suika es que no tiene alma) . Unos personajes a los que da gusto ver trabajar juntos, siempre por el bien común, maravillándose ante el poder de la ciencia y los proyectos cada vez mas enajenados de Senku. Un grupo al que se van sumando tanto los personajes que son ya amistosos de entrada como a adversarios a los que el Reino de la Ciencia “seduce” simplemente con su idealismo, con su afán de salvar a TODO el mundo y hacer del mundo un lugar mejor.
Y todos estos personajes funcionan tan bien, la dinámica entre ellos es tan buena, que la serie (y el manga) pueden pasarse un montón de episodios simplemente mostrándonos como sus protagonistas recolectan todos los elementos necesarios para algún proyecto, fabricando las herramientas necesarias, dando cada paso intermedio para ello, colaborando todos juntos, y que eso se disfrute tanto o mas (mucho mas) que la aventura en si. Porque donde este el entusiasmo de Chrome y Kaseki construyendo algo y comenzando a tener ideas para proyectos propios, que se quiten todas las aventuras del mundo.
Además nos encontramos con una serie que cuenta con una banda sonora excepcional aunque un tanto peculiar, compuesta por Tatsuya Kato, Hiroaki Tsutsumi y Yuki Kanesaka. Porque pese a encontrarnos en una serie ambientada en un Japón post-apocaliptico en el que se esta desarrollando una nueva civilización, buena parte de su banda sonora tiene una fuerte inspiración en la música celta, llena de flautas, tambores, violines y gaitas, pero también con coros e incluso momentos de hip-hop. Una mezcla curiosa que sin embargo funciona muy bien a la hora de transmitir esa sensación de estar en un mundo extraño que es una mezcla de diferentes culturas. Una mezcla cultural, en la que para mi destaca sobre todos un tema que bebe de una fuente muy diferente, el anime clásico. Blades of Science suena como si perteneciese a una serie de hace décadas, a cualquier anime de acción y aventuras de las décadas de los setenta u ochenta y que seria capaz de hacer levantar incluso a esta humanidad petrificada.
Podria pasarme horas escuchando este tema
De Dr. Stone se han emitido hasta la fecha una primera temporada de veinticuatro episodios y una segunda de once, estando anunciada ya una tercera que de momento no tiene fecha de estreno. Mientras que por su parte el manga ya va por los veintidós tomos (de los cuales Ivrea ha publicado en España los veinte primeros) y acaba de entrar ya en su ultimo arco argumental en la Shonen Jump. Manga del que Diógenes podrá comentar algo mas sobre sus impresiones en los comentarios ya que es quien lo lleva al día, pero por lo que cuenta el manga es tan bueno o mas que el anime. Así que todos quienes estén buscando una nueva serie que ver repleta de aventura, humor y personajes con los que es imposible no encariñarse, Dr. Stone es esa serie.