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Masters of the Universe: Revelation – El poder de Grayskull regresa a Eternia

La semana pasada por fin se estrenó la serie animada de Masters of the Universe: Revelation, la secuela de la serie original de 1983 que ha desarrollado Kevin Smith para Netflix. Una serie que esperaba con muchísimas ganas (esos muñecos eran mejores amigos que Diógenes) y que tras haber visto los cinco episodios que se han emitido hasta ahora ha cumplido con buena parte de mis expectativas y me ha dejado mas que satisfecho. Así que lo que toca es ver que nos ha ofrecido el regreso de estos héroes y villanos con tanta historia a sus espaldas. Y cuidado porque esta es una reseña con SPOILERS.

Aunque es una lastima que sean tan pocos episodios

Tras años de constantes batallas Skeletor por fin ha descubierto el secreto del Castillo de Grayskull y el autentico poder que se esconde detrás de este. Un poder que He-Man y los Masters del Universo no piensan permitir que caiga en sus manos, sin importar lo alto que sea el precio a pagar por frustrar los planes del villano. Un precio que acabará siendo mas alto de lo que nadie podía esperar y que dejara a Eternia y a sus habitantes al borde del colapso sin nadie que pueda salvarles…

Salvar el mundo no siempre sale gratis

De momento son solo cinco los episodios que se han emitido, la mitad de su primera temporada (esas ideas de bombero de Netflix para que parezca que las series tienen mas temporadas) Unos episodios que he devorado del tirón y que aunque me han sabido a muy poco, me han dejado muy contento con el resultado final. Y eso que al principio la idea de hacer una “secuela” de la serie original de Filmation de 1983 me parecía un tanto extraña, una serie de la que aunque tengo un nebuloso buen recuerdo, siempre me pareció incluso de niño un tanto tontorrona al lado de otras series de la década como G.I.Joe o los Transformers. Por suerte Kevin Smith y su equipo no han querido repetir el esquema repetitivo de aquella serie y nos han ofrecido una continuación que ha llevado a los personajes por diferentes derroteros siguiendo una formula por la que siempre he sentido debilidad, el poner a los héroes en la peor situación posible para que tengan que esforzarse el doble para salir de ello y triunfar.

Que locos eran los 80, Teela y Evil-Lyn trabajando juntas, que cosa mas absurda…

No puedo evitarlo, eso de tener a los héroes derrotados y desbandados, habiendo perdido toda esperanza y que se rindan ante la aparente inevitabilidad de su presente, solo para descubrir la pequeña llama de la esperanza que les lleva a reunirse de nuevo para luchar contra el mal una vez mas es algo que siempre me ha encantado en la ficción y que aun no me he cansado de ver. Y eso es lo que encontramos en esta serie, con una Eternia en decadencia en la que tras la muerte de He-Man y Skeletor y la casi total desaparición de la magia, sus héroes se han resignado y han dejado que el mal, en otras formas, campe a sus anchas mientras su hogar agoniza lentamente.

Al final salvaron el mundo a medias

Una situación que paradójicamente al ir a peor, la inminente muerte definitiva de la magia va a provocar la destrucción de Eternia y con ello la de todo el universo, es lo que lleva a estos antiguos héroes, y a algún villano que otro, a salir de su retiro, dejar atrás su cinismo y su amargura y volver a luchar por lo que es justo. Un viaje durante el cual descubren que no todo estaba tan perdido como creían, aunque solo para recibir un nuevo golpe aun mas duro que el anterior. Porque esto a ratos parece uno de los cómics buenos de Spiderman, de esos en los que cuando mas derrotado esta el arácnido mas triunfal sera su victoria.

Si es que no hay que perder la esperanza

Un agradecido cambio de formula con respeto a la serie original que también se aprecia en el protagonismo de la misma, ya que al apartar durante unos pocos episodios el foco de los dos principales antagonistas, He-Man y Skeletor, este recae en otros personajes que tienen algo mas de espacio para desarrollarse y comprobar como la ausencia de aquellos ha dejado un vacío bastante grande en sus aliados y lacayos respectivamente. Man-At-Arms se ha convertido en un ermitaño alejado de todo que sin embargo es incapaz de mantenerse al margen cuando ve una injusticia, la Hechicera se esta marchitando mientras trata de mantener con vida la ultima ascua de magia en Eternia, y buena parte de los antiguos siervos de Skeletor se han reunido en torno a la secta fundada por Tri-Klops que rechaza la magia que adoraba su antiguo amo y a la que culpan del estado de su mundo para rendir culto a la tecnología.

Los viejos hábitos son difíciles de perder

Un cambio que no es ajeno a Teela, en quien ha recaído el protagonismo tras el primer episodio de la serie y que ha dejado a tras su vida de heroísmo para convertirse en una mercenaria que vende sus habilidades al mejor postor. Un cambio comprensible si tenemos en cuenta de que modo su vida se ha hecho pedazos. Ha visto morir a su mejor amigo, descubriendo en el proceso que Adam era realidad He-Man y que no solo había estado todo el tiempo ocultándole ese secreto, sino que esto era algo que otros si que conocían, incluido su propio padre. Una revelación y un sentimiento de traición que ha provocado el rechazo de Teela hacia todo lo que la rodea, los amigos y familia que siente que no confiaron en ella y la magia que le ha hecho perder a alguien que tanto le importaba.

De capitana de la guardia a mercenaria de buen corazón que ya solo confía en la ciencia

Algo que es mucho mas que una simple pataleta de alguien que se siente traicionada, sino que como no tardamos en descubrir lo que realmente ha provocado que quiera dejarlo todo atrás, sino la abrumadora responsabilidad de sentir que sin Adam/He-Man recae en ella el papel de reemplazarle. Aunque como se deja entrever hacia la mitad de esta tanda de episodios, el destino de Teela parece ir mas allá de ser simplemente la nueva campeona de Eternia y que de tener que reemplazar a alguien no sera precisamente a su mejor amigo. Un papel que le ha venido como anillo al dedo a Sarah Michelle Gellar, quien ya tiene experiencia en eso de interpretar a personajes que cargan sobre sus hombros la responsabilidad del mundo.

Bueno, tiene a quien salir…

Y este cambio de foco también ha servido para desarrollar y de que manera a Evil-Lyn. Un personaje que aunque tradicionalmente vista como la principal lacayo de Skeletor, ya en la serie original se mostraba que no era precisamente leal a este, sino que esperaba poder acabar usurpando su lugar y poder, y que incluso no era del todo malvada, llegando a forjar una alianza temporal con Teela. Momentos que sin duda sirvieron de inspiración para la Evil-Lyn que encontramos aquí, una que deja a un lado sus ambiciones y no duda en trabajar con sus adversarios para salvar el mundo, probando que era cierto lo que decía en la serie de 1983, que ella y Teela forman un gran equipo. Un personaje que gracias a este no tan nuevo enfoque, y al enorme trabajo de Lena Headey prestándole su voz, se ha convertido en una de las grandes sorpresa de la serie para mi.

Esta versión de Hamlet es un poco rara

Pero tras unas cuantas aventuras bastante mas dramáticas que en la serie original y alguna que otra perdida, descubrimos que las cosas no eran tan claras como parecían, que ni He-Man ni Skeletor estaban tan muertos como parecía (que sorpresa) y que esa situación que parecía desesperada e imposible podía volverse aun peor. Aunque para ver como se desarrolla todo eso tocara esperar a que Netflix distribuya el resto de esta primera temporada en una fecha aun por determinar, pero que parece que sera mas pronto que tarde.

Y como no podia ser de otra forma llega el jefe final

Yo personalmente me he quedado muy satisfecho con esta nueva versión de estos clásicos personajes, no solo por un apartado técnico bastante potente que ha modernizado el diseño de los personajes y una gran banda sonora a cargo de Bear McCreary, sino por haberse atrevido a salirse un poco de lo esperado y contarnos una historia algo diferente, aunque sepamos que todo acabará una vez mas con el enfrentamiento “definitivo” entre He-Man y Skeletor.

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