Volvemos a encontrarnos en esa época del año en la que le decimos adiós a las series que nos han acompañado los pasados meses, algunas hasta la temporada que viene y otras para siempre, y disponemos de tiempo de ver otras cosas… o sea, mas series. Y este fin de semana he descubierto una cuyo primer episodio (de cinco) me ha dejado pegado a la pantalla de principio a fin, Chernobyl. Una una coproducción entre Estados Unidos y Gran Bretaña que dramatiza la muy real tragedia que a muchos nos mantuvo en vilo en su día (no soy tan viejo, me lo han contado) y que nos recuerda que el terror puede ir mucho mas allá de situaciones fantásticas o monstruos. Y aunque no se si se puede hablar de SPOILERS en una serie como esta que refleja un acontecimiento histórico tan conocido, alguno que otro caerá.
25 de Abril de 1986, 1:23:45 de la madrugada. Durante una prueba rutinaria de los sistemas de la estación nuclear de Chernobyl, en la Ucrania Soviética, una serie de fallos en cadena acabaron provocando la explosión del núcleo. Una tragedia que no hizo mas que empeorar por culpa de una serie de desastrosas e irracionales decisiones motivadas por la incapacidad de los responsables de la central de reconocer la autentica magnitud de lo que había sucedido y la negativa de las autoridades a reconocer que algo así podía suceder en la Unión Soviética…
Los dramas históricos no suelen atraerme demasiado, pero habiéndome criado en la época en la que lo hice aun recuerdo el miedo que sentía todo el mundo a mi alrededor durante aquellas semanas que siguieron al desastre de Chernobyl, el pánico a que la radiación se extendiese por Europa y el goteo de noticias sobre las secuelas que iban a sufrir las victimas… No es que sea nostalgia, pero toda esta tragedia formó parte de mi infancia en cierto modo y tenia mucha curiosidad por ver como se desenvolvían sus responsables contando esta historia tristemente tan real. Eso sumado a que en la serie aparecen unos cuantos de esos actores a los que da gusto ver trabajar como Jared Harris, Stellan Skarsgård o Donald Sumpter entre otros, hicieron que me costase demasiado decidirme a ver la serie.
Y aunque por ahora solo he visto el primer episodio (si, he vuelto a hacerlo) el resultado no podría haberme dejado mas satisfecho. Pese a conocer, aunque sea por encima, lo sucedido en Chernobyl, los responsables de la serie han sido capaces de enganchar al espectador de una forma prodigiosa, precisamente jugando con que todos sabemos lo que sucedió, alimentando una tensión creciente que casi corta la respiración y con momentos en los que uno casi tiene ganas de gritarle a los personajes por las decisiones absurdas que están tomando. Básicamente lo que han hecho los creadores de la serie es aplicar muchos de los mecanismos del genero de terror a la dramatización de una tragedia con un resultado impecable ayudado en gran medida por unos actores que clavan a sus personajes.
Así que teniendo en cuenta que estamos ante un producto de muy alta calidad (la HBO no es solo el final de Juego de Tronos), que la mayoría de series ya se encuentran de parón y que estamos ante una miniserie de tan solo cinco episodios, hay pocas excusas para no disfrutar (aunque no me gusta mucho utilizar esta palabra teniendo en cuenta que buena parte de lo contado aquí sucedió de verdad) de una serie que vale mucho la pena ver.