En el mundo del cómic, dentro de los aficionados al cómic de superhéroes, siempre he encontrado aquí y allá pequeños grupos de, vamos a llamarlos “vagos idiotas”. Se trata de esa gente que quiere empezar a leer cómics, pero que consideran que ponerse al día con lo que ha sucedido antes del momento en el que ellos se han subido al carro es una pérdida de tiempo y quieren que se lo pongan fácil. Son esos lectores a los que podemos, y debemos, culpar de esperpentos como el New52 y que han ayudado al ascenso a la fama de autores de tercera que escriben historias para lectores de cuarta.
La primera vez que me encontré a gente así fue tras la publicación de Crisis en Tierras Infinitas, ocasionalmente te encontrabas en los correos de la competencia, Comics Fórum, a gente que deseaba que Marvel hiciese lo mismo que DC y empezasen de nuevo para así no tener que tomarse la molestia de ponerse al día con sus personajes favoritos. ¿Para qué me voy a leer docenas de números anteriores si pueden empezarlo todo desde cero para mí? Algo así debía pensar más de uno. Pero la cosa se generalizo con Internet y eso de darle a todo el mundo un altavoz con el que gritar.
Entre estos mal llamados aficionados hay muchos teóricos de baratillo por ahí que hasta se han dedicado a calcular cada cuanto tiempo sería necesario hacer un “reseteo” de estos. Muchos opinan que lo correcto es uno cada 20/25 años, basándose en el tiempo que transcurrió entre el nacimiento de la JSA, el de la JLA y la publicación de Crisis en Tierras Infinitas… Y es que estos veían estos momentos, y otros posteriores como Hora cero o 52, como imprescindibles “puntos de entrada” para nuevos lectores. Como si hubiese una ley que obligase a leerse todo lo anterior… Por no hablar de que la mayoría de autores no comenzasen sus etapas como “punto de entrada” para nuevos lectores. Uno podía leerse perfectamente la JLI de Giffen y DeMatteis o la JLA de Morrison sin haberse leído prácticamente nada de lo anterior. Pero aun así mucha gente seguía sin estar contenta, ellos lo querían aun más fácil.
Y yo es que no entiendo esta postura porque para mí, uno de los mayores atractivos de estos de leer cómics de superhéroes, era precisamente el saber que había pasado antes, el unir las piezas de ese puzle gigante con miles de personajes e historias. El primer cómic de la Patrulla-X que me leí fue justo en medio de la saga de Fenix Oscura de Claremont y Byrne, mi primer cómic de los Vengadores fue el infame nº 200 con el parto de Carol Danvers, lo primero que leí de los Nuevos Titanes fue cuando Terra se les unió… En la mayoría de los casos no tenía ni idea de que estaba pasando o quiénes eran los personajes, tenía que intuir cosas a partir de los diálogos, y los pequeños detalles que se dejaban caer en los correos cuando los había. Y sí, tardé años en atar todos los cabos, en saber de dónde salía cada cosa, hasta donde se remontaba cada historia, pero fue algo divertido.
Pero mientras que en DC eran más propensos a estas maniobras, y a contentar a esa panda de lectores descerebrados, en Marvel siempre han sido más reticentes con este tema. Es verdad que más de una vez han “ret-coneado” alguna historia o directamente han optado por obviar alguna por completo. Pero siempre han sido cosas puntuales y nunca nada a escala global, y han tenido a autores como Stan Lee tratando de encajar incluso las historias publicadas en los años 40 y 50 cuando aun se hacían llamar Timely. Pero los aficionados de Marvel no estaban contentos con esa situación.
Para gente como ellos se creó la línea Ultimate, un nuevo Universo donde los héroes de siempre comenzaban de nuevo pero de forma diferente. Teníamos a los Ultimates (Vengadores) a un nuevo Spiderman adolescente, otra Patrulla-X… Y claro, estos lectores flojos a los que no les gusta esforzarse estaban encantados ya que “por fin” podían empezar a leer comics de Marvel ¿En serio es tan difícil ponerse al día? Que no digo que esta gente se tenga que gastar un dineral indecente en comprar números atrasados, pero teniendo Internet hay medios de sobra para ponerse al día con cualquier personaje aunque sea leyendo las fichas de personajes que hay en multitud de wikis.
Y como no, cuando hace un par de años DC lanzó su New52 pasó lo mismo, de pronto había un montón de gente encantada ya que por fin podían empezar a leer cómics DC… Que mas dará que DC se encuentre en su peor momento de calidad en décadas, lo que importa es que no hace falta leerte los números anteriores, excepto si lees Green Lantern o la Legión de Superhéroes. Que encima lo peor es que todo esto de comenzar de nuevo en muchos casos solo sirve para que escritores sin talento cuenten de nuevo lo que otros han contado antes y mejor. Que hace un par de meses me dio por ojear los Titanes de Scott Lobdell y me encontré con que Raven se ha unido a los Titanes (por primera vez en su vida) para que la ayuden a combatir a Trigon… ¡Y hay gente que está encantada con eso! ¡Gente que no piensa leerse la Saga de Trigon de Wolfman y Perez pero si la de Lobdell!
Pero claro, desde el lanzamiento de la Línea Ultimate hasta el presente, esa línea editorial había ido cayendo en picado tanto en calidad como en ventas, sobreviviendo a duras penas y amenazando con su cierre. Así que volvió a surgir una vez más ese movimiento de aficionados que reclamaban que ya era hora de que en Marvel siguiesen los pasos de DC y pulsasen el botón de reset. Hasta tal punto ha llegado su enajenación que cada vez que en Marvel anuncian algún nuevo evento editorial, ya sea el comienzo de Marvel Now o Infinity, estos gritan alborozados convencidos de que por fin ha llegado el reseteo, solo para llevarse una decepción cuando vez que esta vez tampoco, así que siguen leyendo sus cuatro series más o menos cerradas lamentándose por ser incapaces de ponerse al día.
Yo a esta gente en parte puedo entenderles, plantearte que tienes que leerte decenas, o incluso cientos de cómics, para entender una historia es una idea abrumadora ¡Pero es que eso no es necesario! En la mayoría de los casos solo hay que leerse la serie desde el comienzo de la etapa en curso y saber cuatro datos generales sobre el personaje, pero por lo visto eso es demasiado esfuerzo para muchos… Y lo peor es que parece una tendencia generalizada en muchos medios.
Los videojuegos se han simplificado tanto que casi parece que el juego te lleva de la mano para que no te puedas perder ni morir, Umberto Eco ha publicado una versión del Nombre de la Rosa mas simplificada para que pueda entenderla todo el mundo, de Memento salió en DVD una versión editada cronológicamente. Por no hablar de que cada vez son más las series de televisión que siguen la formula de episodios autoconclusivos con la mínima continuidad posible entre ellos y que se convierten en (esa misma fórmula, que tanto le gusta poner en práctica a Jeph Loeb). Así es como tenemos series que no son más que productos simplones en las que casi da igual el orden en el que veas los episodios, y cuando hay series algo más complejas de seguir, muchos espectadores se quejan de tener que ver todos y cada uno de los episodios para comprender la trama. ¿Hacia qué clase de mundo nos encaminamos?
Así que si, esa mentalidad me parece algo como poco muy estúpido, un ejemplo de esa “ley del mínimo esfuerzo” que tanto les gusta aplicar a todos estos vagos y que parecen querer conseguir un mundo en el que la cultura sea el equivalente a una tarde viendo T5. Pero nada, parece que de momento van ganando y cada vez hay más productos que parecen pensados para ellos, así que igual lo que nos toca es cruzar los dedos para no vivir en un mundo como el que aparecía en la película Idiocracia.