Hace un par de días saltó la noticia, no tanto la sorpresa ya que se venia hablando de eso desde hacia tiempo, de que en lugar de una cuarta temporada del Mandaloriano. este y Bebe Yoda (jamás dejare de llamarle así pese a que el titulo provisional de la película sea “The Mandalorian & Grogu”) darán el salto al cine en una película dirigida por John Favreau y producida por este, Kathleen Kennedy y Dave Filoni que entrara en producción este mismo año. Una película que a mi personalmente me apetece bastante ver pero que se enfrenta a unos cuantos problemas.
Esta noticia, en la que de forma discreta confirmaron también que la serie de Ahsoka contara con una segunda temporada, se da en un momento en el que la franquicia de Star Wars pasa por un momento algo complicado. Porque mientras que series como Andor han recibido un apasionado y casi unánime apoyo por parte tanto de publico como de critica, las ultimas películas y series han contado con un recibimiento bastante mas tibio cuando no decididamente negativo. Algo que ha acabado afectando incluso a series como el Mandaloriano, que en su estreno fue acogida con un entusiasmo que se ha ido enfriando un tanto (aunque a mi me ha seguido encantando hasta lo ultimo emitido)
Y con los últimos proyectos cinematográficos de Star Wars en el limbo como la película de Taika Waititi o directamente cancelados como aquella película de la que nunca supimos nada y que iba a producir Kevin Feige o la de Rogue Squadron que iba a dirigir Patty Jenkins, se ve que en Disney han pensado que necesitan algo que estrenar en el cine que consiga recuperar el interés del publico y engordar sus bolsillos. Así que no puedo decir que me haya sorprendido al ver que aquellos rumores que estaban circulando desde hacia tiempo eran ciertos y que van a intentar que su maquina de hacer dinero mas reciente, Bebe Yoda, les devuelva el favor del publico.
Hasta cierto punto esto es lógico, se trata de unos personajes que aunque sea de forma tangencial el gran publico conoce incluso sin haber visto su serie. También son unos personajes que como hemos podido comprobar a lo largo de tres temporadas y pico permiten contar otro tipo de historias que se alejan de la dinámica de “jedis luminosos vs jedis oscuros” y que no están directamente relacionados con eso que llaman “La Saga de los Skywalker”. Pero aunque por ese lado todo parecen ventajas, el salto de estos personajes al cine también ofrece unos cuantos inconvenientes y quizás señala algún que otro problema de fondo.
Que en Disney hayan decidido tomar esta decisión de llevar el Mandaloriano al cine un poco antes de tiempo, ya que se supone que aquella película de Filoni en la que pensaba culminar todo lo que había estado contando en Clone Wars, Rebels, Ahsoka y el propio Mandaloriano, sigue en marcha y esto es solo una antesala, hace pensar que igual esto del streaming no les esta dando todo el dinero que esperaban y piensan que explotar a estos personajes en el cine les puede salir mas rentable. Lo que unido a que necesitan algo que estrenar en los cines y siempre será mejor hacerlo con rostros (o cascos) conocidos.
Porque aunque existe ese reconocimiento y cariño por parte del publico, se trata de unos personajes que llevan cinco años viviendo sus aventuras en televisión a lo largo de dos series diferentes, y aunque su ultima temporada acabo como un punto y aparte, listos para iniciar un nuevo capitulo, Mando y Bebe Yoda cuentan con una historia detrás un tanto enrevesada que no todo el mundo conoce. Y viendo como cada vez son mas las voces que se quejan en el caso del MCU de lo poco que les apetece tener que estar poniéndose al día con distintas series para poder entender una película (algo a lo que se responsabiliza de los pobres resultados en taquilla de muchos de sus últimos estrenos), esto podría trasladarse igualmente a Star Wars y encontrarse con el rechazo de una parte del publico que no tiene interés en ponerse al día, incluso si prometen que la película podrá entenderse por si misma.
Pero también pueden encontrarse con un problema que les venga por el lado opuesto, la de los fans de la serie desde el primer día. Se trata de un publico que lleva un lustro disfrutando de las aventuras de estos personajes en la comodidad de su casa, que pagando su suscripción a Disney+ se encontraban cada año o año y pico con un puñado de episodios semanales de los que disfrutaban durante un par de meses (menos Diógenes, a quien le entraba el ansia por no poderlos ver todos de golpe). ¿Qué porcentaje de este publico decidirá ignorar el estreno en cines de esta película y esperar a que se emita en Disney+ para verla como han visto el resto de historias previas?
Independientemente del resultado final de todo esto (que me da algo de miedo que quieran condensar en una película todo lo que querían contar en la cuarta temporada de la serie) el estreno de esta película va a ser una prueba complicada para Favreau y compañía, ya que le toca convencer a muchísima gente de que vale la pena pagar una entrada (cada vez mas cara) para ver esta película en los cines y no es una tarea que envidie. Aunque quien sabe, quizás el encanto de Bebe Yoda sea suficiente para atraer al publico en masa y sea este efectivamente el camino para recuperar la taquilla.