Hoy toca hablar de nuevo de una serie de animación para adultos en clave de ciencia ficción aunque en esta ocasión se mueve por unas coordenadas radicalmente diferentes a la serie de ayer, Scavengers Reign. Una serie en la que nos embarcamos en un fascinante viaje a través de un mundo imposible acompañando a un puñado de supervivientes que no serán los mismos tras esta experiencia… si es que sobreviven a ella.
La nave de transporte interestelar Demeter ha sufrido un accidente y los supervivientes que se encontraban fuera de hibernación han escapado en sus capsulas de escape hacia el cercano planeta de Vesta Menor donde se han desperdigado por toda su superficie. Atrapados allí durante meses y sin esperanzas de un rescate, a los escasos y dispersos supervivientes no les queda mas remedio que tratar de encontrar una vía de escape por sus propios medios antes de que ese extraño mundo en el que han caído se convierta en su tumba…
Normalmente en casos como este en el que una serie tiene una duración tan corta, solo doce episodios, hubiese esperado hasta verla entera antes de reseñarla, pero los tres episodios que HBO Max emitió de golpe el día de su estreno me han impactado de tal forma que no he tenido mas remedio que reseñarla ya. Creada por Joe Bennett y Charles Huettner, esta serie es un remake del cortometraje titulado Scavengers que ambos estrenaron en Adult Swim en 2016, y que pese a ser estadounidense en origen es tremendamente europea (y algo japonesa) en su esencia e influencias. Como en el caso de ayer se trata también de una de esas series que no sabia que necesitaba, pero aparte de eso y de entrar de lleno en el terreno de la ciencia ficción ambas no tienen nada que ver. Aquí nos encontramos con una serie que huye de la acción frenética para sumergirnos en un ritmo pausado y casi poético que nos remite a unos cuantos clásicos del genero, pero no de los mas habituales.
Aquí ya apuntaban maneras
A primera vista lo que mas llama la atención de Scavengers Reign es ese aspecto visual que nos remite a los clásicos animados (a mano) para adultos de los setenta y ochenta como Heavy Metal y que huye de esa estética perfectamente definida de la animación mas moderna. Pero esta inspiración algo alejada de los lugares comunes va mas allá de lo visual y también podemos reconocer aquí influencias no solo en lo estético sino también en ritmo, tono y “espíritu” de clásicos animados franceses como “Gandahar” o “La Planète Sauvage/El Planeta Salvaje”, de la obra de Moebius (como sus Mundos de Edena), de Katsuhiro Otomo (Memorias e incluso algo de Akira) y me atrevería a decir que puede que también algo del Léo de “Los Mundos de Aldebaran”.
Esta mezcla de influencias ha dado lugar a una serie única que no se parece en nada a lo que hayamos podido disfrutar en tiempos recientes y que pese a ese ritmo lento y pausado que posee, engancha y de que manera. A lo largo de la misma seguimos a este pequeño grupo de náufragos espaciales que separados entre si han desarrollado una peculiar relación casi simbiótica con el planeta y con las criaturas que lo habitan, seres imposibles que casi parecen maquinas orgánicas diseñadas para ser utilizadas por los humanos y el mundo mismo que casi parece en ocasiones un organismo viviente mas que poco a poco les esta transformando.
Un aspecto este en el que quizás haya que forzar un poco la suspensión de la incredulidad y dejarse llevar por esta fascinante y surreal historia, al encontrarnos con la aparente facilidad y destreza con la que los supervivientes han aprendido a utilizar la flora y fauna de este mundo a su conveniencia, como si llevasen toda la vida allí, aunque este es un punto que quizás se nos aclare mas adelante.
Con todas estas herramientas y este escenario de sueños y pesadillas, los creadores de la serie se están dedicando a explorar temas tremendamente humanos y terrenales, desde la deshumanización a la que nos vemos sometidos por las grandes corporaciones, como en esos primeros segundos de la serie donde nos dejan claro que para su compañía ellos no son mas que perdidas en la contabilidad, la naturaleza de los traumas y el complejo camino hacia la curación, la resistencia al cambio y esa curiosidad que en ocasiones puede acabar convirtiéndose en una amenaza para nosotros mismos.
Como decía ya se han emitido los tres primeros episodios de los doce de los que consta Scavengers Reign y no podría recomendarla mas efusivamente. Se trata de una serie que no solo nos ofrece algo diferente, sino que esta realizada con un mimo y un cariño palpable en todo momento y de la que aconsejo disfrutar sin prisas, con ese mismo ritmo pausado que posee esta, y poder paladear con calma este despliegue de talento que es otra prueba mas del gran momento que esta viviendo ahora mismo la animación para adultos.