Esta semana se ha publicado el numero 800 de Flash (sumando todas las series que ha tenido a lo largo de las décadas) y para conmemorar una fecha tan significativa DC ha publicado un especial en el que podemos encontrar el epilogo de la etapa actual, el prologo de la próxima y unas cuantas historias a cargo de pasados equipos creativos (aunque con una flagrante ausencia). El resultado de ello ha sido un cómic bastante divertido y en general con muchos grandes momentos, aunque me ha dejado con cierta preocupación sobre el futuro de la serie. Así que vamos a ver con mas detalle lo que nos podemos encontrar aquí.
La primera historia corre a cargo del que hasta ahora era el equipo creativo de la serie, Jeremy Adams y Fernando Pasarín. Un equipo cuya etapa fue interrumpida de forma un tanto inesperada tanto para los lectores como para los autores, ya que al menos Adams ha manifestado en publico que esperaba haber podido continuar en la serie mas tiempo (por suerte podemos seguir disfrutando de su trabajo en la serie de Green Lantern) Y para despedirse estos nos han contado una historia en la que Flash brilla por su ausencia pero su presencia se deja notar en cada pagina. En este pequeño relato muy deudor del mítico episodio de Batman TAS “Almost Got ‘Im”, un grupo de supervillanos de tercera fila se han reunido para jugar a las cartas y mientras charlan amigablemente sobre cuales son las mejores ciudades para cometer delitos, lo único que tiene claro la mayoría es que Central City es el peor lugar para ello.
Central City es la ciudad a la que el mismísimo Joker no quiere volver, donde hay un supervelocista en cada equina dispuesto a atraparte antes de que puedas parpadear y que te perseguirán incansablemente a través de todo el tiempo y el espacio si es necesario. Pero lo peor para ellos no es la ubicuidad de unos héroes que parecen estar en todas partes al mismo tiempo o que sea imposible escapar de ellos, lo peor es que son héroes que van a tratar de dialogar con ellos, que van a tratar de redimirles, recordarles que pueden ser mejores de lo que son, y eso es algo que no son capaces de soportar.
Una faceta de los personajes que sin duda tiene su inspiración en otro mítico episodio de aquel universo animado de DC que siempre será la mejor adaptación que estos personajes, el “Flash and Substance” de la Justice League Unlimited. Y a través de esta anécdota de apenas diez paginas en la que Flash, cualquiera de ellos, es un simple secundario, Adams y Pasarín consiguen definir a la perfección lo que ha hecho grande al personaje (a Wally West al menos) y que le ha valido convertirse en el Flash definitivo para muchos. Algo por lo que voy a sentir muchísimo que esto sea la despedida de estos autores.
Tras esto tocaba un poco de nostalgia y DC ha recuperado a algunos de los viejos equipos creativos de la serie en las ultimas décadas aunque con una muy notable y triste ausencia. Si, la historia de Mark Waid y Todd Nauck protagonizada por el Impulso del pasado (se ve que conseguir que Humberto Ramos dibujase esto era complicado) es bastante divertida y nos recuerda lo mucho que perdió el personaje cuando quisieron convertirle en otra cosa.
Joshua Williamson y Carmine Giandomenico por su parte nos hacen acompañar a Barry y a Iris en una cita en la que nos recuerdan ese destino agridulce que siempre parece acechar a esta encarnación del velocista, recuperando elementos de su historia que en muchas etapas han querido borrar. También nos encontramos a Geoff Johns y a Scott Kolins formando equipo de nuevo para recordarnos que su versión de Zoom era muy aterrador (un aprendiz al lado de Thawne). ¿Pero… donde esta William Messner-Loebs?
Nadie que lleve unas cuantas décadas leyendo cómics de Flash, mas concretamente cómics de Wally West, puede poner en duda la enorme contribución que Messner-Loebs supuso a la historia del personaje. Muchas de las características de Wally que damos por sentadas, las que le acabaron convirtiendo en el Flash definitivo, se las debemos a su etapa. Pero pese a ello aquí no hay ni rastro de el. Y se trata no solo de un autor fundamental en la historia del personaje, sino uno al que le hubiese venido muy bien el volver a la primera linea de la profesión aunque fuese de forma fundamental debido a todos los problemas financieros y de salud que lleva años arrastrando. Y aunque es cierto que no sabemos si esta omisión se debe a que sencillamente no le fue posible colaborar en este especial (este ultimo año no ha sido muy bueno para el) su ausencia se ha dejado sentir y mucho.
Y así llegamos al final de este especial con una historia a cargo de Si Spurrier y Mike Deodato Jr, el próximo equipo creativo de la serie y que si tras el anuncio de su llegada no era un equipo que me llenase precisamente de entusiasmo, tras leer esta historia estoy aun menos convencido. Ya sabíamos que en esta etapa querían enfrentar a Wally a horrores cósmicos y alejarse de las historias un tanto mas tradicionales que el personaje había vivido tras su regreso como el Flash titular, un enfoque que no me acababa de convencer pero al que le concedía el beneficio de la duda pese a que ninguno de los autores se encuentran precisamente entre mis favoritos.
Pero en estas diez paginas Spurrier y Deodato han conseguido hacerme perder un tanto la esperanza por la forma en la que han caracterizado a Wally, haciendo que se dedique a simultanear una cena romántica con su esposa Linda con su trabajo como Flash y procurando que ella no se entere de cuantas veces se ha levantado de la mesa a la velocidad de la luz para solucionar algo, mostrando una falta de respeto hacia ella poco característica del personaje. UN detalle aparentemente menor, pero que a mi me ha chirriado demasiado, y si ya empiezan no entendiendo lo que tiene de bueno el personaje, mal empezamos. Pero confío en que esto vaya a mejor o que la etapa sea corta, porque seria muy triste que nos hayan cortado antes de tiempo una gran etapa para ser reemplazada por algo que no esta a la altura.
Sea lo que sea lo que le depare el futuro a Flash (a Wally por supuesto) en su próxima etapa, lo único que tengo claro es que el personaje se ha convertido en algo demasiado grande como para acabar con el, que no importa las malas etapas que tenga que sufrir o que desde la propia editorial traten de torpedearle y borrarle de la existencia. Wally West es un personaje demasiado especial que va a sobrevivir a todo lo que le echen y que aunque tenga que sufrir algún bache de vez en cuando nunca dejara de correr para el disfrute de quienes seguimos pasándonoslo bien con sus aventuras.