El cambio de siglo vendrá marcado por Cartoon Network y sus bloques de Adult Swim y Toonami, con el anime metiéndose por todas partes y la desintegración paulatina de la animación infantil en favor de la hecha para adultos que, soprendentemente, solía tener menor calidad. Y aquí tenemos un ejemplo clarísimo:
Creedme, es mejor verla así de pixelada.
Playboy’s Dark Justice es la única producción de «superhéroes originales» que se da en el año 2000, una serie erótica creada con un cgi horrendo de la que lo mejor que se puede decir de ella es que apenas nadie la recuerda. Como decía, es un momento de crisis en la industria de la animación estadounidense, Cartoon Network Studios ha fagocitado a su empresa madre, Hanna Barbera, y el resto de productoras de animación trata como puede de ajustarse a la nueva moda que imponen series como Las Supernenas y el Laboratorio de Dexter, cuando directamente no tratan de imitarlos.
Para esto hemos quedao…
Supongo que, con la excepción del cachondeo de «Harvey Birdman, Attorney at Law» para ver una nueva serie de superhéroes tendríamos que irnos hasta la Kim Possible de Disney, y éso sería estirar el chicle demasiado porque sería como considerar a James Bond un superhéroe (que algunos lo hacen, pero bueno). En 2002 tenemos Super Duper Sumos -una serie sobre unos luchadores de sumo que combaten el crimen- y Teamo Supremo, también de Disney, que aunque sea en clave de comedia si que es una serie de superhéroes con todas las de la ley; niños superhéroes protegiendo una ciudad de villanos pintorescos y demás problemas de la vida moderna; se notaba ya la influencia de Cartoon Network y series como Ren & Stimpy, pero ante todo podríamos decir que pretendía ser una respuesta a las Supernenas que nunca estuvo a la altura.
Lo dicho, Las Supernenas mal.
En 2003 tenemos una cosa creada por Stan Lee llamada Stripperella y protagonizada por Pamela Anderson, pero después de haber visto Pam & Tommy no dan ganas ni de hacer coñas con el tema, así que vamos a dejarlo en que era una stripper superheroina cuyos poderes estaban derivados de su atractivo sexual. Así que corramos un muy, muy tupido velo y vayamos con Nickelodeon, que durante los 90 ha sido una de las grandes innovadoras con series como Rugrats o Bob Esponja y se mete al circo superhéroico con My Life as a Teenage Robot que es, básicamente, una versión femenina de Astroboy. No contentos con esto, al año siguiente sacarían Danny Phantom, un niño que se mete en un portal a un mundo de los fantasmas y acaba transformado en un híbrido entre fantasma y humano que combate el mal y defiende tanto el reino de los vivos como el de los muertos. Poco que decir, más allá de que tuvo la mala suerte de que al año siguiente Cartoon Network contratacó con…
¡A tope ahi con los alienígenas y los cacharros, sí señor!
Ben10, creada por Man of Action -o lo que es lo mismo, Joe Kelly, Steven Seagle, Joe Casey y Duncan Roleau, nombres que deberían sonaros a los que me estais leyendo- y que se acabó convirtiendo en un exitazo con tres spinoffs/secuelas y un reboot diez años después. Ben10 cuenta la historia de Ben, un chavalillo que se encuentra una especie de reloj de pulsera alienígena que le permite transformarse en diez alienígenas con distintos poderes con los que defender la tierra y todo eso. M’Rabo fue un gran fan de esta serie, yo nunca le acabé de ver la gracia, pero supongo que si tuvo tanto éxito por algo será. Va a ser que yo ya estaba viejo y gritándole a las nubes… El mismo año tenemos a Disney con American Dragon: Jake Long -que está en Disney+ en EEUU, así que supongo que tarde o temprano podremos verla por aquí- con un chavalillo capaz de transformarse en dragón que se pega con ninjas y cosas de esas, además de Loonatics Unleashed, en la que los descendientes los Looney Tunes son un grupo de superhéroes que defienden la Tierra de tremendas amenazas como los tecnovikingos y… No sé como alguien pudo pensar que esto era buena idea.
Repito, sigo sin entender como a alguien le pareció que esto tenía algún sentido.
Según pasamos el 2005, tengo que hacer una reflexión; y es que ésta es una época jodida para la animación occidental, en la que el anime arrasa con todo y rellena todos los bloques de programación infantil. Buscando nuevos mercados que ya han abierto series como Los Simpson, Futurama, South Park o Family Guy, empieza a extenderse la animación «para adultos», con lo que llega un momento en que entre series para adultos y series en flash para adultos el mercado de series de animación infantil está practicamente muerto cuando no está basado en una licencia de Marvel o DC. Las jugueteras, que antaño eran las grandes financiadoras de las series de animación, se baten en retirada ante el embate de los videojuegos, provocando que muchas series duren solo una temporada y no consigan renovar porque no se han vendido suficientes muñecos. Y así es como en este periodo que va de 2006 a 2012 y en el que aparecen series como Young Justice, Spectacular Spider-Man, Avengers Earth Mightiest Heroes, Clone Wars o Adventure Time, solo podemos destacar cinco series de superhéroes originales, a cual más olvidada con el tiempo.
¿Es Adult Swim el COVID19 de la animación para adultos?
Empezando por Minoriteam, una especie de intento de homenajear aquellos dibujos animados horrendos de la Marvel de los 60 en los que «animaban» viñetas de Jack Kirby con pésimo gusto y que a la vez quería hacer comentarios raciales irónicos al enfrentar héroes de minorías a racistas terribles. No ha envejecido nada bien, como tampoco lo ha hecho Freak Show, en la que un circo de freaks trabaja en secreto como superhéroes haciéndole el trabajo sucio al presidente de EEUU y cosas así. Todo muy «adulto», muy irónico, creyéndose muy inteligente pero en el fondo siendo tele para idiotas. Pasa algo parecido con El Tigre de Nickleodeon, con animación low cost en flash o con Wordgirl, que trata de compensar con su diseño artístico las carencias de presupuesto con las que cuenta consiguiendo un resultado bastante más honroso y de vocación educativa. Finalizamos el recorrido por el desierto en 2008 con The Mighty B! de Nickleodeon, con unos valores de producción más elevados en una serie creada y protagonizada por Amy Poehler llamada The Mighty B!, sobre una girl-scout que sueña con convertirse en superheroína. Pero como no he conseguido ver un solo capítulo y no la encuentro por ningún lado, pues hasta ahí puedo leer.
La tele pública de EEUU es la única que parece recordar que de vez en cuando viene bien que la chavalería aprenda algo.
La sequía durará casi hasta la aparición de las primeras series directas a los servicios de streaming, con la aparición de Steven Universe en 2013. Que alguno me dirá que Steven Universe no es una serie de superhéroes, pero a ver, que son tres alienígenas con poderes que ayudan al protagonista a aprender a usar sus poderes hasta conseguir que se valga por si mismo y aprenda a enfrentarse a Voldemort, ¿cómo carajo tenemos que llamar a eso, slice of life? Pasa lo mismo ese mismo año con Rick y Morty, que es ciencia ficción, pero la gente con poderes asoma constantemente. Sin embargo -y si vuestra definición de superhéroes es tan rígida- tendréis que conformaros ese año con The Awesomes, otra serie para «adultos» creada por Seth Meyers y el creador de Saturday Night Live, Lorne Michaels que contaba como una especie de Liga de la Justicia se jubila y tiene que ser reemplazada por unos superhéroes novatos que… No me hacen ninguna gracia. En serio, ¡estas cosas solo le pueden gustar a M’Rabo!
Yo… Yo me voy a leer un tebeo, hasta luego.
Y de la nada a todo; entre 2014 y 2020 las series de animación empiezan a multiplicarse como setas, suben los valores de producción y afortunadamente l animación chustera a lo Archer empieza a desaparecer. En este periodo tenemos series como Star contra las Fuerzas del Mal, Penn Zero: Part-Time Hero, Supermansion o Human Kind of, creada esta última directamente para Facebook, con todo lo aberrante que suena esto. Y en esas estamos ahora mismo, con los servicios de streaming escupiendo series de animación constantemente -en serio, pasaron de hacer cosa de 10 o 15 en el periodo de sequía a hacer cuarenta en un año, ¡y éso solo contando series estadounidenses!- y yo claudicando, porque entre la pandemia de series «para adultos» con un humor infantil y que no me da la vida para ver tanta serie, me temo que tengo que dejar este recopilatorio en vuestras manos para que recomendeis las series actuales de «superhéroes originales» que más os hayan interesado durante los dos últimos años. ¡Y no, no me vale una basada en un juguete!
Yo ya paso de todo porque, ¿para qué molestarme pudiendo volver a ver ésto?