La popularidad y aceptación cada vez mayor del BL esta consiguiendo que este trascienda su categoría de genero para convertirse en un elemento narrativo mas en otro tipo de mangas. Esto es lo que nos encontramos en Fudanshi Kōkō Seikatsu (aproximadamente La vida en el instituto de un aficionado al BL) un anime Shojo en clave de humor en el que el BL es a la vez la pasión y fuente de quebraderos de cabeza de su protagonista. Todo ello contado en un formato extremadamente breve pero directo que ademas de hacer pasar un rato divertido quizás pueda ayudar a disipar algunos prejuicios que rodean a este tipo de manga.
Sakaguchi es un estudiante de instituto de lo mas corriente, va a clase cada día, tiene su pequeño grupo de amigos y sus ratos de ocio los pasa leyendo manga. Pero lo que diferencia a Sakaguchi del resto es que es un Fudanshi (aficionado al BL y literalmente “chico podrido”) y todo el manga que lee es BL. Una afición que no oculta, sino que se enorgullece de ella, pero que provoca que día a día tenga que hacer frente a unos cuantos obstáculos provocados por la incomprensión de cierta parte de la sociedad. Pero Sakaguchi no piensa dejarse amilanar por eso y seguirá disfrutando de su afición mientras sueña con tener algún día amigos fudanshis con los que compartir su afición.
Fudanshi Kōkō Seikatsu se basa en el manga del mismo nombre realizado por Michinoku Atami y publicado en la revista digital Zero-Sum Online. Un manga en formato Yonkoma, habitualmente consistente en cuatro viñetas en vertical y utilizado muy a menudo para mangas de corte humorístico e historias cortas (el mismo que muchos mangakas utilizan al final de los tomos recopilatorios a modo de extra contando anécdotas sobre los personajes o sobre el equipo creativo). Partiendo de este formato, que viene a ser como tiras cómicas pero algo mas largas, lo que nos encontramos es una serie de anécdotas del día a día de Sakaguchi y los inconvenientes que le provoca su afición. Un formato que para su traspaso a serie de animación lo ha hecho con miniepisodios de unos tres minutos de duración que al igual que con el manga van directos al grano.
Todos esos inconvenientes a los que Sakaguchi tiene que hacer frente (y que me resultan tan familiares, sigh) siempre giran en torno a su pasión desbocada por el BL. Cuando acude a la librería a comprar algún manga empleados y clientes le miran raro y le tratan casi como un intruso. Sus amigos no comprenden todos esos términos extraños que utiliza así como tampoco su afición por emparejar tanto a personajes de ficción como la gente que le rodea, algo que le hace lamentar no tener un grupo de amigos fudanshis con los que charlas de estas cosas.
Y por si todo eso fuese poco todos asumen erróneamente que no puede ser hetero siendo aficionado al BL, cuando el quiere tener una novia, solo que es torpe para ello. Aunque sin duda lo que mas desconcierta a Sakaguchi es esa incapacidad de quienes le rodean de sentir la misma pasión que el hacia algo tan grande como el BL.
Partiendo de esa base cada uno de los miniepisodios de esta serie narra una anécdota del día a día de Sakaguchi, tocando tanto los tópicos y lugares comunes del BL en si mismo como los estereotipos que circulan sobre quienes lo leen. Y a pesar de la extraordinaria brevedad de los episodios (que descontando los créditos se quedan en menos de tres minutos) la serie consigue no solo contar historias completas autoconclusivas y satisfactorias, sino introducir numerosos nuevos personajes, hacer avanzar el desarrollo de estos e incluso incluir un posible interés romántico con una fujoshi que solo necesita que ambos saquen sus cabezas de los mangas para darse cuenta de que deberían ser mas que amigos. Una concisión de la que se podría aprender mucho teniendo en cuenta la cantidad de series en las que en docenas de episodios de mas de veinte minutos la historia apenas avanza.
Todo esto, mas su corta duración (la serie entera se ve en poco mas de media hora) hacen de Fudanshi Kōkō Seikatsu un punto de acercamiento curioso para acercarse al BL desde fuera, sin necesidad de leer ninguno, y adentrarse en ese mundo complejo y fascinante en el que cabe de todo. Una serie que se suma a otras como Kusattemo Ani (BL Fans LOVE My Brother?!) o Sasaki to Miyano en las que el BL pasa a a ser en mayor o menor medida un elemento mas de la propia historia, y que ademas de hacernos pasar un buen rato (aunque breve) puede que con algo de suerte ayude a normalizar esta afición y a disipar muchos de esos prejuicios que existen contra quienes disfrutamos de este tipo de manga/anime.