Hoy toca hablar de una serie cuya reseña he ido posponiendo por culpa de la actualidad pero que fue una de las mejores que vi el pasado año, Only Murders in the Building. Una divertidísima comedia criminal que me lo hizo pasar muchísimo mejor de lo que me hubiese atrevido a imaginar, y que partiendo de una premisa ridícula consigue darle una vuelta de tuerca al misterio no especialmente novedosa pero si tremendamente efectiva. Así que vamos a ver que es lo que hace tan grande a esta serie, procurando desvelar lo mínimo de su trama, que vale la pena ir descubriendo las sorpresas poco a poco.
Los vecinos del Arconia, un antiguo y lujoso edificio de apartamentos en Nueva York, mantienen la mas cordial de las relaciones, saludarse al cruzarse al entrar o salir, sentirse incómodos al tener que compartir el ascensor y seguir con sus vidas como si no se conociesen. Pero cuando uno de los residentes es asesinado, alterando esa pacifica existencia, Charles (Steve Martin), Oliver (Martin Short) y Mabel (Selena Gómez)descubren por accidente su pasión común por los podcasts de misterio y tienen una revelación, tienen que investigar el asesinato para así tener material con el que crear su propio podcast de misterio…
Tengo que reconocer que cuando leí sobre la existencia de esta serie, creada por el propio Steve Martin y el productor John Hoffman, que partía de la premisa de un grupo de gente que creaba su propio podcast de misterio (o true crime que lo llaman por allí) en torno al asesinato de uno de sus vecinos, no me atrajo nada la idea. Se trata de un tema que nunca me ha interesado lo mas mínimo y que jamás he comprendido la atracción que provoca, aparte de que los podcasts en general me dan pereza, que yo soy mas de leer a mi ritmo que desesperarme cuando alguien habla. Pero claro, esta serie pronto se convirtió en una de esas de las que habla todo el mundo, era difícil entrar en cualquier red social y no encontrarse a casi todo el mundo, incluyendo profesionales del cine, la televisión o el cómic, recomendando esta serie, por lo que picado por la curiosidad y con ganas de encontrar una buena comedia, le di una oportunidad y me costo no devorar la serie en un par de días.
También ayudo a que aunque todo eso del “True Crime” me provoca una indiferencia enorme, las películas de intriga y misterio siempre me han encantado, y si esta encima tenia un giro hacia la comedia como la enorme Knives Out, o clásicos como La Huella, Murder By Death o Clue entre otras, eso me atraía mas aun. Y Only Murders in the Building es una mas que digna heredera de esa tradición, creando en torno a la peculiar investigación de este asesinato una divertidísima comedia, a veces con tintes muy negros. Comedia en la que no se han cortado un pelo a la hora de retratar esos aspectos de este tipo de podcast (y libros, programas de tv, etc) de true crime y de algunos de sus seguidores que siempre me han provocado rechazo, esa forma de tratar crímenes reales como un mero divertimento con el morbo añadido de que se trata de personas que han muerto de verdad.
Hay numerosos momentos a lo largo de la serie en la que se juega con ese tópico, con sus protagonistas tratando la investigación como si se tratase simplemente de escribir un guion para un serial radiofónico, sin importarles demasiado que alguien haya muerto de verdad. Y uno de los puntos que mas me ha gustado de la serie es como poco a poco van dándose cuenta de que están tratando de gente real, de carne y hueso, de un vecino al que apenas conocían pero que tenia toda la vida por delante hasta que se la han arrebatado y que nada de eso es motivo de juegos o espectáculo. Porque si hay algo que esta serie maneja a la perfección es la humanidad, imperfecta como debe ser, de sus protagonistas, personajes llenos de contradicciones, de emociones y sobre todo de muchas mascaras.
Y también es una serie que trata muy de cerca, y de forma bastante certera, el tema de la soledad. Charles, Oliver y Mabel son tres personas que por diferentes circunstancias se encuentran muy solas y que se han resignado y acostumbrado a vivir así, pero que en esa comunidad virtual en torno a sus podcasts favoritos han encontrado cierta compañía que les hace mas llevadera la soledad. Un pobre sustituto para lo que acaban descubriendo por accidente durante su investigación, compañía real. Porque para ellos pronto no tarda en quedar un poco en segundo plano la investigación en si o el tener material para su podcasts, para ser lo importante el pasar tiempo juntos elaborando teorías, charlando sobre sus vidas y haciéndose amigos, pese a que Charles y Oliver sean lo bastante mayores como para ser casi los abuelos de Mabel.
Pero no olvidemos, pese a que se tratan algunos temas un tanto trágicos, que estamos sobre todo a una comedia y una muy divertida. La investigación da pie a un humor a veces muy negro y puntualmente cruel, los giros argumentales son tan constantes como bien hilados y divertidos y la habilidad de los responsables de la serie para mantener el equilibrio entre los momentos mas serios como de los humorísticos es admirable. Además de contar con un reparto perfecto que incluye algunos cameos tan sorprendentes como hilarantes. Aunque en este aspecto es la relación entre sus tres protagonistas lo que mejor funciona en Only Murders in The Building y al mismo tiempo lo que mas me ha sorprendido.
Y eso que nunca he soportado especialmente ni a Steve Martin ni a Martin Short como cómicos pese a haber visto muchas de sus películas (y demos gracias de que aquí solo salen dos de los tres amigos y no han contado con Chevy Chase) y a Selena Gómez creo que solo la conocía de oídas. Pero no se si es que aquí el guion ha sido excepcional, ellos han estado mas inspirados que nunca o que no había visto las películas adecuadas y tenia una impresión equivocada de ellos, porque me han dejado impresionado. La buena química entre los tres es increíble, Selena Gómez me ha sorprendido muy favorablemente como actriz, aunque es cierto que sus compañeros de reparto se la comen cuando comparten escena. Y estos se salen con esos personajes melancólicos, demasiado acostumbrados a esconderse detrás de una fachada, y que van recuperando la ilusión por vivir, resultando entrañables y haciendo difícil el no pillarles cariño.
La serie fue para mi, y parece que para muchos otros, un de los mejores estrenos televisivos del año pasado y una de esas series que no me canso de recomendar. Serie de la que ahora mismo se esta rodando su segunda temporada y que promete ser aun mas loca que la primera, pese a que tiene ante si la difícil tarea de superar el altísimo listón que se han puesto. Así que ahora es un buen momento para descubrir esta pequeña joya televisiva antes del estreno de su segunda temporada (que espero que se produzca antes de final de año) porque es una serie que vale muchísimo la pena.