El viernes pasado llegó a su fin la serie de The Falcon and The Winter Soldier. Una serie de la que esperaba que fuese simplemente una “buddy movie” con superhéroes llena de acción y poco mas, pero que acabo siendo bastante mas interesante de lo que esperaba. Así que ahora que hemos podido disfrutar de la serie lo que toca es hacer ese prometido repaso de lo que ha dado de si la aventura televisiva de estos dos personajes, examinar sus mejores momentos y especular hacia que dirección se encaminaran sus protagonistas en el futuro mas o menos cercano, que eso promete ser bastante interesante. Y obviamente cuidado con los SPOILERS que aquí voy a destripar casi todo lo que ha sucedido en estos seis episodios.
Después de la locura que había sido Wandavision, esperaba que The Falcon and The Winter Soldier fuese un simple interludio mas convencional entre aquella y Loki, para darnos un respiro a los espectadores. Que fuese una sencilla historia de superhéroes de toda la vida, muy formulaica y predecible que aprovechase la buena química dentro y fuera de la pantalla entre Anthony Mackie y Sebastian Stan y que siguiese la estela de películas como Arma Letal o Limite 48 Horas. Y aunque en buena medida ha sido precisamente eso (y yo que me alegro) también ha sido una serie que a su manera ha sido capaz de sorprendernos.
Del apartado superheroico no es difícil tener quejas, ya que desde el comienzo del primer episodio hemos podido disfrutar de superhéroes haciendo lo que mejor saben hacer de una forma tan espectacular como en cualquier película. Siendo especialmente memorable como han manejado aquí las habilidades del Halcón, quien ha brillado aquí como nunca, lo que para alguien como yo que se ha criado leyendo el Capitán América de Kirby en el que Sam tenia bastante presencia todo eso ha sido especialmente emotivo. Y si encima todo eso lo hacia acompañado por un personaje como el Winter Soldier del que he sido un rendido admirador desde que Ed Brubaker y Steve Epting trajeron de vuelta a Bucky en su nueva identidad, casi he sentido que hacían esta serie para mi.
Pero sin duda con lo que mas he disfrutado es con la relación entre Sam y Bucky y la evolución que han tenido aquí. Pese a comenzar como ya les habíamos visto previamente en el MCU, llevándose muy mal y poniéndose de los nervios mutuamente, muy en la linea de los clásicos del cine anteriormente mencionados, a lo largo de la serie hemos visto transformarse eso en un respeto mutuo que ha terminado convirtiéndose en amistad, aunque espero que eso no impida que en sus próximas apariciones sigan sacándose de quicio de vez en cuando, que seria una pena desaprovechar lo bien que se les da. Pero mas interesante ha sido ver como por un lado Sam iba aceptando poco a a poco la responsabilidad que Steve Rogers puso en sus manos, y de la que no se creía merecedor hasta aceptar su nuevo rol, y por otro como Bucky ha sido capaz de hacer frente a su pasado, comenzar a perdonarse a si mismo por los crímenes que cometió cuando se encontraba bajo el control de Hydra y aceptar que tiene derecho a rehacer su vida.
Aunque dejando a un lado la acción superheroica o la relación entre sus protagonistas, que era lo mínimo que esperaba de la serie, me ha sorprendido mucho los temas que han tocado, aunque sea superficialmente, en estos seis episodios. Para empezar aquí no hemos tenido un gran villano detrás de todo al que había que acabar derrotando a puñetazo limpio, ni hemos tenido que sufrir el enésimo enfrentamiento entre el héroe y su reflejo oscuro (que se que muchos esperaban que la serie acabase con un duelo a ostias entre Sam y Walker), sino algo un poco mas enrevesado. Pese a que se nos presento a los Flag Smashers como a los villanos de la serie no tardamos en descubrir que estos defendían una causa muy noble con la que era difícil estar en desacuerdo, pese a que su frustración por no conseguir resultados inmediatos les llevase a seguir una senda en la que perdieron toda simpatía.
Pero esto sirvió para dejarnos claro poco a poco que Sam era el candidato idóneo para ser el nuevo Capitán América Durante toda la serie le hemos visto tratando de razonar con los Flag Smashers, comprendiendo su postura y tratando de hacerles cambiar de metidos, intentando encontrar una solución pacifica para todo eso incluso cuando ellos ya habían cruzado todas las líneas, intentando resolver los problemas con dialogo y no por la fuerza. Algo que desembocó en un momento en el episodio final en el que al menos para mi Anthony Mackie se convirtió por fin en el Sam Wilson del cómic.
Ese momento en el que les deja claro a los políticos que en ultimo termino ellos han sido responsables de mucho de lo que ha sucedido en la serie por culpa de su egoísmo y cortedad de miras al olvidarse de que tenían en sus manos las vidas de personas en todo el planeta y no simples cifras en documentos, y que si cambian la forma en la que hacen las cosas no dejaran de encontrarse a gente desesperada dispuesta a hacerles frente por cualquier medio. Y aunque es un discurso algo simplista, el mensaje es claro y se nos recuerda que ese es el motivo por el que Steve Rogers le escogió para ser su sucesor, alejando al personaje de ese trasfondo militarista que ha tenido desde su introducción en el MCU y que nunca me ha gustado, para ser lo que vimos brevemente en aquella primera aparición, el tipo que dedica su vida a ayudar a los demás.
Y la serie también ha tocado temas aun mas peliagudos como el del racismo en los Estados Unidos. Algo en lo que el personaje de Sam Wilson se ha encontrado en el centro mas de una vez como cuando se convirtió en Capitán América en el cómic en 2014 y de nuevo ahora cuando tras Endgame quedó claro que en el MCU se iba a repetir esa historia. Cualquiera que haya estado metido en Internet estos años habrá visto como esa idea de un Capitán América negro resulta muy incomoda tanto para los racistas que odian esa imagen como para quienes han sufrido el racismo en primera persona y que ven en los colores del Capitán América el símbolo de sus opresores. Un tema jodido y complejo para el que no hay tiempo de tratar en profundidad en una serie como esta, pero que dentro de lo que cabe no han hecho un mal trabajo para darle algo que pensar al publico.
Y mientras que ejemplo de lo primeros lo vimos en esos políticos que en cuanto tuvieron el escudo en sus manos les falto tiempo para buscarse un soldado blanco y rubio al que convertir en el nuevo Capitán América (cagándola a lo grande en su elección), para representar a los segundos hemos tenido a esa versión remozada de Isaiah Bradley a quien ha dado vida un soberbio Carl Lumbly. Como ya comentamos en su momento este no es un Isaiah que ha perdido sus facultades mentales y que es básicamente un bebe grande. Este es un hombre triste y amargado a quien su gobierno trato como a basura solo por el color de su piel, tratándole como a un criminal por hacer literalmente lo mismo que había hecho Steve Rogers en su día, desobedecer ordenes para salvar a sus compañeros. Alguien a quien años de resentimiento por lo que le sucedió y de ver como ese país por el que tanto sacrificó trata a la gente que comparte con el no ser blancos, le impiden ver que quizás lo mejor no es renegar de su país o de esos colores, sino transformarlos en algo mejor. Algo que poco a poco Sam consigue hacerle ver con sus actos, incluyendo el asegurarse de que nadie olvide el sacrificio o la historia de Isaiah.
Un personaje que aquí, como esperaba, ha estado acompañado de su nieto Eli, alguien que ha tenido poco peso en la trama y al que ni siquiera se han dignado en llamar por su nombre en la serie (aunque si que aparece en los créditos como Elijah Bradley). Personaje del que el actor que le encarna y que comparte su nombre de pila, Elijah Richardson, ya ha dicho que quizás esto solo haya sido el comienzo para Eli Bradley. Unas declaraciones que me hacen gracia como si no supiésemos todos ya cual es ese futuro que le espera al personaje y a sus futuros amigos que ya están apareciendo por todo el MCU (y que cuando se anuncie oficialmente hará que Diógenes se plantee prohibirme escribir en el blog).
De héroes pasamos a antiheroes para hablar de lo mucho que me ha sorprendido y agradablemente, el tratamiento que ha recibido aquí John Walker. Yo temía que el personaje acabase convirtiéndose en esa caricatura unidimensional que para muchos (que conocen al personaje de oídas) hace de Walker poco mas que el “Capitán Facha”. Pero el equipo creativo de la serie y un impresionante Wyatt Russell nos han dado una visión del personaje muy respetuosa con lo que hizo Mark Gruenwald en su día y han continuado otros como Christopher Priest en el presente. Un John Walker que muy en el fondo es un tipo decente, que quiere hacer lo correcto, pero a quien esa inestabilidad emocional que siempre le hace bordear la frontera entre héroe y villano, un orgullo irracional que le impide ver cuando se ha equivocado y que demasiado a menudo es muy imbécil, le impiden ser un héroe de verdad. Y todo eso ha quedado perfectamente reflejado aquí, con ese personaje al que siempre le vino grande ser Capitán América y que sin duda en su nuevo papel de U.S.Agente acabara cagándola mas de una vez en el futuro.
Aunque si que tengo una critica sobre como le han manejado aquí, ya que en el episodio final la reconciliación entre este, Sam y Bucky es demasiado rápida y surge prácticamente de la nada. Es cierto que en este episodio le vemos como cuando es necesario es capaz de dejar a un lado su fanatismo y su odio para, como le dijo Lemar unos episodios antes, “tomar las decisiones correctas en el calor de la batalla”, anteponiendo el salvar vidas a sus ansias de venganza. Pero esa acción no es suficiente para que después los tres actúen como si fuesen colegas, sin tratar de disculparse, sin que ninguno diga nada, simplemente comportarse como si siempre se hubiesen respetado y llevado bien. Algo que se podría haber arreglado un poco con un par de líneas de dialogo, pero optaron por el camino fácil, rápido y chapucero. Algo que ensombrece un poco el arco argumental del personaje y que espero que sepan llevar mejor en sus próximas apariciones.
Por hoy vamos a dejarlo aquí, que la serie ha dado para mucho y me he vuelto loco tecleando, así que hay que aprovechar la oportunidad para partir el articulo en dos y tener lo mas parecido a un día de vacaciones que se puede tener bajo el yugo de Diógenes. Así que emplazo a todo el mundo a volver mañana para leer la conclusión de este no tan pequeño análisis de lo que ha dado de si esta serie.