Ahora mismo difícilmente podría sentirme mas desconectado de todo lo que esta haciendo Marvel con sus series de Mutantes. Le he dado una oportunidad a prácticamente todos los primeros números de todas las nuevas series y el resultado básicamente ha sido el mismo en todas las ocasiones, no me han quedado ganas de leer el segundo numero de ninguna. En algunos casos esto es debido a la calidad del cómic en si, que me parecía un horror y en otros aunque el cómic no estaba del todo mal escrito tenia la sensación de estar leyendo un What If? raro en el que los personajes no estaban caracterizados como debían. Pero tarde o temprano tenia que haber una excepción y esta me la he encontrado en el Lobezno de Benjamin Percy, Adam Kubert y Viktor Bogdanovic. Un cómic curioso que en realidad son dos en uno con dibujantes y tramas separadas con los que me lo he pasado bien y me he quedado con ganas de mas, así que contare eso como un triunfo.
Benjamin Percy es un guionista del que guardo un gratisimo recuerdo por su trabajo en Green Arrow de hace unos pocos años pero de quien desde entonces no había vuelto a leer nada que me dejase así de satisfecho (creo que su X-Force actual trate de leerlo pero no me acabo de convencer) Pero aun así el buen recuerdo persistía, Lobezno es un personaje que siempre me ha gustado mucho y siempre es un placer disfrutar del trabajo de Adam Kubert, así que no me lo pensé demasiado y le di una oportunidad a esta serie pese a que no estoy precisamente entusiasmado con el rumbo que están llevando los mutantes actualmente. Para mi sorpresa me he encontrado con un cómic (dos en realidad) bastante entretenidos en los que Lobezno actúa como el mismo y protagoniza dos lineas argumentales de momento prometedoras.
En la primera historia nos encontramos con un comienzo brutal que a través de flashbacks nos revela que todo parte del robo de polen de Krakoa de los envíos que se están realizando a todo el planeta y de la investigación que Lobezno y parte de X-Force están realizando para encontrar a los culpables. Una investigación que les lleva a encontrarse con una siniestra organización impulsada por motivos escalofriantes y una misteriosa villana para quien la palabra despiadada se queda corta. Una historia en la que Adam Kubert nos demuestra que sigue siendo uno de los mejores dibujantes de su generación y que ha sabido evolucionar y mejorar con los años.
En la segunda historia nos encontramos con que esa política de amnistía para todos los mutantes que busquen refugio en Krakoa no le sienta especialmente bien a Lobezno cuando uno de sus mas sanguinarios enemigos aparece por uno de los portales de la isla con un pie en la tumba y solicitando asilo. Esto provoca que de nuevo nos encontremos con Lobezno viajando por el mundo investigando y se encuentre de nuevo con una siniestra organización, aunque esta vez no precisamente nueva sino muy antigua, y con una misteriosa aliada que parece querer ayudarle a acabar con ellos. En esta ocasión el apartado gráfico recae en Viktor Bogdanovic, un dibujante que hasta ahora había trabajado principalmente para DC Comics y en quien no había reparado hasta ahora. Y aunque compartir cómic con Adam Kubert es jodido por lo odioso de las comparaciones, hay que reconocer que Bogdanovic no sale del todo mal parado y se desenvuelve bastante bien.
Pero por encima de todo lo que mas me ha gustado de este dos cómics en uno (¿mantendrán el numero de paginas en todos los números o alternaran historias?) es que a diferencia de otros cómics de esto que Diógenes y yo llamamos la “Hickmanada” en los que siento que no reconozco a los personajes, aquí si que me he encontrado al autentico Lobezno, ese que hará todo lo necesario para proteger a quienes no pueden protegerse, el que bajo esa fachada de tipo duro tiene un corazón enorme y que incluso se atreve a cuestionar el funcionamiento de las leyes de Krakoa… En definitiva parece el Logan de toda la vida.
Esto ultimo no me ha sorprendido demasiado ya que en el ya mencionado mas arriba Green Arrow de Percy sucedía lo mismo, tras multitud de etapas post-New52, algunas mejores que otras, en las que el personaje estaba irreconocible, fue en la suya cuando por fin nos reencontramos con el Ollie clásico, algo que ya nos indicaba que Percy es uno de esos autores que se toma en serio su trabajo y que se molesta en caracterizar a sus personajes correctamente. Aunque es cierto que hay un pequeño detalle que si podría echarle en cara y es que en la segunda historia Logan tarde tanto en darse cuenta de que clase de enemigos se esta enfrentando y que no parezca recordar quien es su líder con quien ya se ha enfrentado alguna que otra vez en el pasado, pero con la cantidad de barbaridades que he leído en las series de mutantes estos pasados meses, se lo voy a perdonar.
Y aunque aun no me fio del todo y temo que este primer numero acabe siendo un espejismo y dentro de nada se convierta en parte de esa morralla “made in Hickman” que tanta alergia me provoca, de momento voy a intentar ser optimista, confiar en que Benjamin Percy siga por este rumbo (o mas bien que en Marvel le dejen hacer) y que esta nueva serie de Lobezno siga siendo un pequeño oasis dentro de esta nueva era de superioridad mutante que tan poco aguanto.