Hay ocasiones en la que parece que los astros se alinean o que confabulan para que todo salga como tenía que salir. Y así es como la semana pasada al mismo tiempo que en una de esas megacorporaciones que venden por Internet y tratan a sus empleados de la misma forma en la que a mí me trata Diógenes se volvieron completamente locos con los descuentos del black friday (mi viernes), el tirano volvió de uno de sus habituales viajes a los alpes suizos mas achispado de lo habitual y sin vigilar su tarjeta de crédito con el cuidado que debería… Y ésa es la historia de como ha acabado en mis manos la “Original Art Edition” del Prisionero de Jack Kirby, Gil Kane y Steve Englehart (éste hombre estaba metido en todos lados)
Es un gigantesco libro, que podría utilizarse como escudo para entrar en batalla (cuando Diógenes lea esto y vea como lo he pagado) que recopila los dos intentos fallidos que realizo Marvel en la década de los setenta de adaptar al cómic la popular serie británica de televisión de “El Prisionero” y cuyos derechos había conseguido Marv Wolfman (por aquel entonces editor en jefe). Inicialmente la adaptación iba a estar escrita por el propio Wolfman y dibujada por Gene Colan, pero éste último perdió el interés en le proyecto tras ver algunos episodios y asegurar que era “solo un tipo atrapado en una isla”. Tras esto las cosas se volvieron un tanto confusas (según Englehart), y se buscó a Gil Kane para reemplazar a Colan (con Englehart escribiendo) pero también se le ofreció el proyecto a Jack Kirby, y por unas razones o por otras el resultado final fue que pese al gran trabajo realizado por los dos artistas, en Marvel perdieron el interés en el proyecto y lo único que quedaron fueron unas docenas de paginas inacabadas que prometían que cualquiera de estas dos propuestas podría haber sido un grandísimo cómic.
Lo primero que nos encontramos es la propuesta de un Jack Kirby que en aquellos años se encontraba en la que fue su etapa mas creativa y que aquí pareció querer darlo todo. De su mano asistimos a las primeras horas del misterioso “Numero seis” en la Villa, con una espectacular doble pagina en la que nos encontramos con una vista del enigmático pueblecito que jamas tuvo tan buen aspecto ni en la serie de televisión. Algo que se puede aplicar a todo lo que rodea al protagonista del cómic, ya que la fría y anodina oficina de la agencia de espionaje para la que trabajaba, en manos de Kirby se convierte en algo digno de Nick Furia y aquellos habituales interrogatorios a los que el protagonista se veía sometido repetidamente, parecen surgidos del Cuarto Mundo. Tal era la grandeza de alguien que convertía lo cotidiano en espectacular y lo espectacular en algo grandioso.
En el siguiente “capitulo” nos encontramos con algo que resulta interesantisimo ya que no solemos encontrarnos a menudo, dos genios en lo suyo plasmando sobre el papel el mismo material, y el contraste no podría ser mas brutal. Y es que el acercamiento de Gil Kane (y Steve Englehart) a la hora de adaptar el primer episodio de la serie fue bastante mas clásico y comedido que el de Kirby. Y ante la explosión de creatividad de aquel, con Kane nos encontramos algo mas directo y sutil pero sin que falte la espectacularidad (aunque de otro estilo) y con muchísima mas acción que en la versión de Kirby. Siendo esta también una enorme perdida para el cómic ya que el trabajo de Kane y Englehart también prometía mucho.
El resto del libro la gente de Titan Comics lo rellenó (ya que cobraban unos 80 dolares pro el había que meterle algo mas de paginas) con un prologo a cargo de Mike Royer, entintador de Kirby, una entrevista con Steve Englehart sobre su participación en este caótico proyecto, miniaturas de las paginas de Gil Kane rotuladas para la ocasión junto con copias del guion original, el dossier de prensa de ITC con detalles sobre la serie y dos pequeñas biografías de Jack Kirby y Gil Kane. Material adicional que no molesta pero que se nota mucho que fue añadido para que doliese menos pagar el dineral que costaba esto teniendo en cuenta las pocas paginas que los dos autores llegaron a realizar. (duele menos cuando es un chollo del black friday que paga otro)
Pero aunque esto no paso de la fase de proyecto, con el paso del tiempo otras adaptaciones, o mas bien secuelas, si que llegaron a ver la luz del día, pero ninguna de ellas nos podrá hacer superar la enorme sensación de perdida que produce el ver estas paginas inacabadas de Jack Kirby y Gil Kane y soñar con lo que podría haber sido. El único consuelo que nos queda es el recordar que ambos tuvieron unas carreras enormes llenas de grandes obras y la absoluta certeza de que de haber terminado esto, el Prisionero hubiera estado entre las mas grandes.