Siguiendo con esta mini-semana temática que me he montado por mi cuenta (y en la que Diógenes no participa porque si no es idea suya no le gusta) continuo hablando de una de mis publicaciones favoritas centrándome en esta ocasión en el documental realizado para conmemorar el cuarenta aniversario de 2000 A.D. Un documental en el que en lugar de volver a contarnos los orígenes de la misma, han preferido centrarse en mostrarnos la enorme influencia que ha tenido este comic en el mundo del cómic tanto dentro como fuera de las fronteras británicas y que cuenta con testimonios de personalidades que o bien han sido tremendamente importantes para la publicación o que se han beneficiado de ella. Pero en resumen se trata de un interesante documental que permite conocer un poco mas que es lo que ha hecho tan grande a 2000 A.D.
A primera vista puede parecer que tras haberme leído el “Be Pure! Be Vigilant! Behave!: 2000AD & Judge Dredd: The Secret History” de Pat Mills, este documental podría resultar algo redundante, pero todo lo contrario, se complementan a la perfección. Ya que mientras que en el libro solo contábamos con la muy personal visión de Mills, en este documental se ha contado con testimonios de autores y editores del pasado y del presente de la revista e incluso alguna cara muy conocida dentro del mundo del cómic que si bien nunca ha trabajado en 2000 A.D. si que se ha beneficiado enormemente de su existencia. Por ello lo mas recomendable (y si uno no tiene paciencia o conocimientos de idiomas para leerse el libro, este documental es una gran alternativa)
La pena es que la hora y pico larga que dura el documental apenas alcanza para cubrir una mínima parte de los cuarenta años de historia de 2000 A.D., por lo que muchos temas han quedado apenas esbozados y sin duda hay cientos (si no miles) de anécdotas que se han tenido que quedar fuera. Pero lo que nos cuentan no podría ser mas interesante, principalmente la parte dedicada a los derechos de autor, o mas bien la falta de ellos y lo que se acabo conociendo como “La Invasión Británica”, cuando en Estados Unidos se dieron cuenta de que en Gran Bretaña había una mina de oro llena de autores increíbles que podían contratar. Del primer tema lo que mas me llamo la atención fue el descubrir (con horror) que uno de los primeros trabajos de Kevin O’Neill en en el cómic consistió en borrar de los originales las firmas y cualquier elemento identificativo de sus autores para que estos no apareciesen en la edición impresa. Un trabajo desagradable, como el mismo manifiesta, que sin duda fue lo que le motivó para colar, sin pedir permiso, créditos tanto para escritores y dibujantes como incluso para los rotulistas, en 2000 A.D.
Menos sorprendente fue el resaltar lo obvio de que mientras en aquellos lejanos tiempos de los orígenes de la revista los autores solían dar lo mejor de si mismos al no existir muchas alternativas para publicar, dando como resultado personajes de lo mas perdurables, pese a que los autores perdían todo derecho sobre su obra ( Una política empresarial que por ejemplo fue lo que motivo a Neil Gaiman a dejar de trabajar con ellos al descubrir que no tenia derecho a cobrar nada por las reediciones de sus historias) hoy en día muchos de ellos se guardan su material realmente bueno para publicarlo en alguna parte donde puedan conservar sus derechos.
Y eso es lo que nos lleva al otro punto de interés del documental, el salto al otro lado del charco. Un salto que comenzó el día en el que Dick Giordano y Joe Orlando se presentaron en Londres en nombre de DC Comics y empezaron no entrevistar autores para ver de que eran capaces, sino para directamente ofrecerles trabajo, una oportunidad que autores como Alan Moore, Dave Gibbons o Brian Bolland no desaprovecharon que no fue mas que el principio de todo un éxodo hacia los Estados Unidos. Y esto que para 2000 AD fue una mala noticia, ya que en su cortedad de miras no quisieron molestarse en mejorar las condiciones laborables de sus autores para conservarlos, sin duda siguiendo esa ridícula mentalidad de que eran reemplazables, fue una grandísima noticia para el mundo del cómic en general.
Porque ese pequeño grupo de autores que habían desembarcado en Estados Unidos pronto empezaron a cambiar lo que se estaba haciendo hasta ahora en el cómic de superhéroes, obras como la Cosa del Pantano o Watchmen fueron los primeros pasos de lo que acabo siendo la Linea Vertigo, la llegada de mas y mas autores provenientes de 2000 A.D. y una lenta e inexorable influencia de la revista británica que se extendió a todo el mundo del cómic. Un trabajo en el que Karen Berger, quien también participa en el documental, fue fundamental, ofreciendo a los mejores autores de las islas unas condiciones laborales y económicas mucho mejores que las que habían conocido hasta entonces y sobre todo libertad para crear.
Y pese a lo interesante que resulta esa parte, no puedo evitar quedarme con una anécdota contada por la propia Karen Berger en la que confiesa que en aquellos primeros tiempos le pidió consejo a Alan Moore sobre que otros autores contactar para ofrecerles trabajo, y Moore le recomendó a un joven autor que tenia pocas obras bajo el brazo pero que tenia mucho potencial… un tal Grant Morrison. Una anécdota con la que Berger bromea diciendo que probablemente hará que ambos autores quieran matarla por contarla.
El documental nos ofrece mucho mas que este puñado de anécdotas por supuesto, se meten con las adaptaciones al cine (oficiales y plagiadas) que han tenido distintos personajes de la revista, la etapa mas negra de la misma que bordeo con la cancelación y la esperanza que ha representado el caer en manos de Rebellion, empresa dirigida por alguien que de verdad ama el medio. Pero creo que con esto es suficiente para picar el interés de nuestros lectores para que lo vean y con algo de suerte para que se interesen en descubrir el inmenso legado que posee 2000 A.D. .