Las secuelas tardías suelen darme miedo, normalmente no son más que un intento desesperado por tratar de exprimir un éxito que en algunos casos ya hace tiempo se quedo seco, sin ir más lejos ahí tenemos la serie de televisión de Minority Report (algo sin lo que podríamos haber vivido) que continua la trama de la película o el próximo estreno del episodio VII de Star Wars (¡¿Cuándo llega diciembre?!). La serie que hoy nos ocupa cae dentro de esta categoría, es una secuela que llega veintitrés años después del último capítulo de su saga y que tenía todas las papeletas para no ser más que un producto nostálgico enfocado a explotar los sentimientos de los que disfrutamos de esta saga en su día. Pero el buen hacer de sus responsables y de su actor protagonista han conseguido darle la vuelta a mis pesimistas expectativas y lo que me he encontrado es el regreso a lo grande del héroe más grande que jamás se ha enfrentado con las fuerzas del mal, un héroe legendario al que de nuevo le tocara salvar a la humanidad de los poderes del abismo, un héroe que tendrá que enfrentarse de nuevo a los Evil Dead, un heroe llamado Ash .
Han pasado treinta años desde que en una apartada cabaña en el bosque, Ash Williams (Bruce Campbell) se enfrento por última vez a las fuerzas del mal que fueron despertadas por el necronomicom y salvó a una humanidad que desconoce a quien le deben la vida. Ash vive ahora una vida tranquila y retirada trabajando en un supermercado y conservando todas sus habilidades de seductor. Pero cuando un trágico “accidente domestico“ reactiva la amenaza del diabólico libro encuadernado en piel humana y escrito con sangre y este desata de nuevo todos los horrores del abismo sobre la faz de la tierra, a nuestro héroe no le quedara más remedio que desenfundar de nuevo su viejo y leal “boomstick” y calzarse su sierra mecánica y con la ayuda de sus nuevos aliados convertirse de nuevo en lo único que interponga entre la humanidad y el apocalipsis.
Como decía más arriba, el esperadísimo durante décadas regreso de la saga me daba un poco de miedo, estas secuelas no suelen darme buena espina, la saga de Evil Dead es una de mis favoritas (y lo dice alguien que suele detestar este tipo de cine) y adoro a Bruce Campbell. Pero solo necesite ver los primeros diez minutos del episodio para darme cuenta de que todos mis temores estaban infundados y para soltar alguna que otra carcajada, tanto la saga como Bruce Campbell habían regresado a lo grande y estaban más en forma que nunca (este último relativamente hablando) Aunque como dato curioso destacar que la cadena Starz solo tiene los derechos de las dos primeras películas de la saga, por lo que los sucesos narrados en la divertidísima Army of Darkness/El Ejercito de las Tinieblas no podrán mencionarse directamente, pese a lo cual el propio Sam Raimi, uno de los responsables del desarrollo de la serie como no podía ser de otra forma, ha mencionado que siguen formando parte del canon de la saga.
Una saga en la que todos los elementos que la convirtieron en un clásico de culto de la serie B siguen aquí. Esos bruscos y agiles movimientos de cámara “made in raimi”, un gore tan falso, cutre e irreal como esa sangre falsa que parece salsa de tomate y es capaz de provocar tanto la risa como el asco, mucha mala leche y un humor negrísimo que nos hará alternar entre los sustos y las carcajadas. Pero por encima de todo destaca un grandísimo Bruce Campbell que en el regreso al papel que le lanzó a la fama y le convirtió en un actor de culto. Su reinterpretación de este Ash cincuentón ha sido magnifica y divertidísima. Y es que han pasado muchos años y ahora Ash es un cincuentón que ya no es tan ágil y rápido como antes, que necesita una faja para disimular la tripa, que sigue atrapado en el mismo trabajo que tenia a los veinte años pero que no ha perdido ni un ápice de su caradura y su narcisismo y que arrastra consigo muchísimos traumas y culpas por sus experiencias con lo demoniaco.
Pero pese a su buena voluntad Ash ya no es tan joven como antes y le han rodeado de un interesante reparto de secundarios. Pablo (Ray Santiago), compañero de trabajo de Ash, rendido admirador suyo (incluso antes de saber sobre su pasado) y el sidekick mas leal que un héroe pueda desear. Kelly (Dana Delorenzo), otra compañera de trabajo de Ash que descubrirá que ese señor mayor que trabajaba con ella era mucho más que un viejo verde. Amanda Fisher (Jill Marie Jones) una policía que ha quedado traumatizada tras su primer encuentro con lo demoniaco. Pero sobre todos ellos destaca la presencia de Lucy Lawless como Ruby Knowby, una misteriosa mujer que busca el origen de las recientes manifestaciones demoniacas y que la reúne de nuevo con su viejo compañero de aventuras de cuando ella era Xena y Bruce Campbell el ladrón Autolycus.
Sobra decir que recomiendo efusivamente esta nueva serie, y el visionado de la saga clásica a los que aun no la hayan descubierto, porque estamos ante uno de los mejores estrenos de la temporada televisiva, si no el mejor. Ash vs Evil Dead es una serie divertidísima, cafre, a ratos asquerosa y una de las mejores opciones para pasar un buen rato ahora mismo. Y es que pese a los años transcurridos y a las canas, Bruce Campbell sigue siendo el rey ¡Hail to the King, baby!