Ayer prometí que entraría un poco más en materia en porque no me importo demasiado la visión del Mandarín que pudimos ver en Iron Man 3. Y es que si me dio igual es porque como villano suele ser bastante lamentable. Así que aprovechando que nos encontramos celebrando la semana de Iron Man, voy a explicar mis razones por las que este personaje ni de lejos me parece un gran villano, y mucho menos el archi-enemigo de Iron Man.
Es verdad que es comúnmente aceptado que El Mandarín es el mayor enemigo de Iron Man, aunque eso es algo que aún sigo sin entender. Porque seamos sinceros, Iron Man es uno de esos superhéroes con una galería de villanos un tanto triste. La mayor parte de sus enemigos, sobre todo los clásicos, son de un ridículo que asusta. Mucho tiene que envidiar Iron Man a personajes como Spiderman o Batman en cuanto a enemigos con los que batirse. Pero el problema de todo esto lo podemos encontrar en como enfocó Stan Lee al personaje en sus inicios, algo de lo que con el tiempo acabo arrepintiéndose.
Mientras que el Capitán América combatía contra antiguos nazis y Thor se enfrentaba a alienígenas y seres mitológicos a Iron Man, seguramente por su papel de poderoso empresario capitalista, le toco el papel de ser el abanderado del anti-comunismo en Marvel. Ya en su origen le veíamos en Vietnam ayudando al ejército de su país a combatir al malvado enemigo comunista, siendo su primer adversario Wong-Chu, un malvado general comunista. Y eso fue sólo el comienzo, a partir de ahí la mayoría de sus enemigos tenían que recordar a la malvada “amenaza roja”. Tales of Suspense se llenó de soviéticos y chinos diabólicos. De la Unión Soviética teníamos a Crimson Dynamo, Titanium Man, la Viuda Negra, Gremlin, Red Barbarian, The Actor, Unicorn… También la Cuba de Castro proporcionó un villano para nuestro héroe, Crusher. Y finalmente de China o más o menos relacionado con ella teníamos a Radioactive Man, al dragón alienígena, pero de nombre y apariencia vagamente oriental, Fing Fang Foom, y como no, el Mandarín.
Éste no es que fuese precisamente un comunista malvado, de hecho se oponía al gobierno de la República Popular China y era más bien un Fu-Manchú con poderes y traje ridículo, pero era Chino y provenía del país del enemigo, eso parecía ser suficiente en aquellos años para ser un villano. Durante años ambos combatieron numerosas veces hasta que poco a poco la orientación política de Iron Man fue cambiando, éste dejo de fabricar armas y sus enemigos fueron reemplazados por poderosos empresarios rivales como Justin Hammer, saboteadores como el Fantasma o espías industriales como Spymaster. Esto provoco que el Mandarín estuviese ausente de las páginas de Iron Man durante una larga temporada, se ve que la mayoría de guionistas lo encontraban un tanto desfasado. Con el tiempo reapareció pero sin destacar nunca demasiado, probaron a cambiar su aspecto, el origen de sus anillos, sus motivaciones… pero seguía sin ser gran cosa.
Y es que es así, no hay grandes historias del personaje. A cualquiera que lleve unos cuantos años leyendo comics de superhéroes seguro que le vienen a la cabeza un montón de grandes historias en las que el villano ha sido el Doctor Muerte, Magneto, Lex Luthor, el Duende Verde, el Joker, Ra’s Al Ghul, Loki… ¿Pero qué historias realmente buenas tiene el Mandarín? Yo he tratado de hacer memoria y la única que puedo recordar de la que guardo un buen recuerdo la leí en las páginas de X-Men, a cargo de Chris Claremont y Jim Lee. En aquella historia el Mandarín, con la ayuda de la Mano, le había lavado el cerebro a Mariposa Mental pata que fuese su asesina personal y finalmente acababa enfrentándose a ella, a Lobezno y a Júbilo. La mejor historia que recuerdo del personaje y ni siquiera se enfrentaba a Iron Man, eso debería decirnos algo.
Yo es que no entiendo de donde ha salido esa legión de fans del Mandarín que defienden a capa y espada al personaje y que se han indignado tanto al ver la versión del personaje que ha aparecido en Iron Man 3. Porque seguro que no son fans de haber leído sus historias, deben ser más bien los que han leído en la Wikipedia que éste era el mayor enemigo de Iron Man y esperaban un Doctor Muerte, que si no no me lo explico. Y es que en una serie en la que un empresario rival, Obadiah Stane, sin ninguna clase de superpoder fue capaz de destruir casi por completo a Iron Man a todos los niveles, este Fu-Manchú de segunda poco tiene que hacer como archi-enemigo del héroe.
Porque a mí me molesto mucho más lo infrautilizado que estuvo Stane en Iron Man 1, que Jeff Bridges estaba muy bien en el papel, pero el personaje hubiese quedado mejor como villano a largo plazo destruyendo poco a poco a Stark en las sombras y revelándose como tal en la última película. También me molestó un poco como retrataron a Justin Hammer, que de ser un tipo al que tendría que haber interpretado Peter Cushing en los viejos tiempos o quizás alguien como Charles Dance en el presente, tuvimos a una parodia de Tony Stark en la que se desperdició a un Sam Rockwell que parecía estar imitando a Gary Oldman cuando hace de villano sonado. ¿Pero que en la película no fuesen fieles al Mandarín? Eso me molesto lo mismo que ese villano que interpreto Mickey Rourke y que era un refrito de Whiplash y de Crimson Dynamo o las versiones que salieron de Aldrich Killian y A.I.M., nada de nada.
Así que no, los cambios en el personaje no me molestaron nada. Ben Kingsley estuvo impagable en su interpretación del personaje pese a no parecerse en prácticamente en nada al del cómic Y casi mejor, que un Mandarín fiel al cómic hubiese acabado pareciéndose al “Lo Pan” de “Golpe en la Pequeña China”. Y para meter algo así, que con el tono de las películas hubiese parecido una parodia, mejor meter una parodia de verdad.