Es curioso lo que me sucede con la serie de los FF, cuando era Jonathan Hickman quien se encargaba de llevar las riendas de las series de la primera familia de Marvel, sus FF eran mi serie favorita. Y ahora que es Matt Fraction quien escribe ambas ha vuelto a suceder lo mismo, algo tiene esta serie que consigue interesarme y divertirme más que la principal. ¿Pero que tiene esta serie para acabar siendo la más divertida de las dos? El muchísimo juego que se les puede sacar a los niños de la Future Foundation.
La primera vez que vi esta idea me parecía una tontería, que eso de que Reed Richards se montase esta fundación para ayudar a resolver los problemas de la humanidad y que la mayoría de sus miembros fuesen niños no podía dar para mucho, que equivocado estaba. Aparte de miembros obvios como Franklin y Valeria Richards la serie se lleno con otros muchos personajes con orígenes de lo más diversos. Niños topoides, habitantes del fondo del mar, los mutantes Artie y Sangui, Alex Power y pequeños clones de villanos clásicos. La serie funcionaba muy bien y era muy divertida, pero tras la marcha de Hickman a los Vengadores temí que perdería una de mis lecturas favoritas, pero me había equivocado de nuevo.
Con el comienzo de Marvel Now los FF se renovaron por completo, Matt Fraction se hizo cargo de la serie y lo hizo acompañado por Mike Allred, y aquí al igual que sucede en Hawkguy la sintonía entre escritor y dibujante esta en lo más alto. Está claro que a Fraction hay que hacerle alguna clase de test de compatibilidad antes de ponerle a trabajar con un dibujante, que eso de trabajar con gente que aporta ideas (la influencia de Allred aquí se nota y mucho) consigue que Fraction de lo mejor de sí mismo. Que la diferencia entre esta serie o Hawguy con otras series que le quedan algo mas sosillas como Fantastic Four, Thor o Iron Man es abismal.
Y abismal es también el reparto de esta serie, ya que como se puede ver en la serie principal los 4 Fantásticos han partido en un viaje a la búsqueda de una cura para sus problemas de salud y han dejado al cargo a cuatro reemplazos. Estos en teoría debían sustituirles solo unos pocos minutos, ya que viajaban en una nave temporal. Pero algo ha salido mal en el viaje por el tiempo y el espacio de los 4F y aparentemente todos excepto la Antorcha Humana (que ha vuelto muy tocado) han fallecido. Así que se han quedado encargados de cuidar de los críos de la FF y de proteger a la humanidad un grupo de lo más peculiar formado por el Hombre Hormiga (Scott Lang), Hulka, Medusa y Miss Thing (una novia de Johnny enfundada en una armadura con la forma de la adorable cosa de ojos azules) Y pese a tener una formación más absurda que los 4F de Tom DeFalco, a Fraction y Allred les funciona infinitamente mejor.
La serie no podría ser más divertida, ya que por una parte tenemos a un grupo que no está acostumbrado a trabajar juntos, que se encuentran con que la opinión pública no les toma en serio y que tienen que lidiar con un montón de niños superdotados que quieren salvar al mundo, con el “regreso” de un (presunto) Johnny Storm mentalmente inestable o con la nueva y renovada banda de la calle Yancy. Pero no solo de humor vive esta serie, Scott Lang sigue destrozado por la muerte de su hija Cassie y solo piensa en destruir al responsable, el Doctor Muerte. Además no todos en el grupo son lo que parecen a primera vista y hay una amenaza en la sombra que podría acabar con el grupo.
Pero lo mejor de este comic son los niños. Franklin y Valeria ya no están en el grupo porque han acompañado a sus padres y tíos en su viaje por el universo, pero no se les echa en falta. Fraction ha sabido hacer suyos las creaciones de Hickman y como sucedía en la etapa de este superan en interés a los personajes adultos. En la serie siguen aquellos pequeños topoides que han pasado de la admiración sin límites hacia la fuerza de la Cosa al amor incondicional que sienten por Hulka. Bentley sigue empeñado en ser un genio del mal, Alex se empieza a rebelar contra el poder establecido y eso por no hablar de nuevas incorporaciones al grupo como Ahura, el siniestro hijo de Rayo Negro y Medusa quien parece haber salido a su Tío Maximus el Loco.
Como ya decía más arriba este es uno de los mejores trabajos de Fraction, que contrasta muchísimo con el trabajo sosillo que está haciendo en su serie hermana de los 4F, donde hasta el nº 6 no ha conseguido empezar a cogerle el ritmo a los personajes y darles algo de interés., está claro que no son unos personajes fáciles de llevar. Pero los FF no serian lo que son sin la colaboración de Mike Allred. Su influencia en esta serie, al igual que sucedía en X-Force/X-Statix, es innegable. Las personalidades de algunos personajes así como alguno de los temas tratados en la series parecen salidas del mismísimo Madman. Y Sobre el aspecto artístico de la serie poco hay que decir, Allred sigue siendo uno de los mejores. Su estilo “cartoon” con influencias de gente como Kirby o esa peculiar forma que tienen los personajes de “moverse” y gesticular igual no son para todo el mundo, pero para cualquier fan de este artista nos encontramos ante una serie imprescindible.
Así que está claro que nos encontramos ante una de las mejores series actuales de Marvel. Un comic que entre otras cosas nos ha dejado bien claro que si bien Fraction no es un mal escritor, necesita que le emparejen con artistas que hagan algo más que limitarse a dibujar el guion que les pasan. Pero tal y como están las cosas en otras series y otras editoriales, contar con un guionista que dependiendo de con quién trabaje puede pasar de correcto/bueno a jodidamente bueno es todo un lujo. (Y si, vale, Fear Itself fue un mojonazo y sus Defensores aburridillos, pero todo el mundo tiene días, o meses, malos)