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Image Comics aterroriza Marvel: Wizard, The Guide to Comics #9 (I)

El noveno número de Wizard es el que cambiaría el destino de la revista para siempre. Aquel fanzine zarrapastroso iba a aprovechar la coyuntura creada con la irrupción de Image Comics para convertirse en su boletín oficial. Si en aquel momento revistas como Amazing Heroes, Comics Interview o Comics Buyers Guide habían tenido que pelearse por las migajas de Marvel y DC, Wizard no iba a ser la que las consiguiera así de buenas a primeras, con lo que llevarse bien con McFarlane y compañía era una apuesta arriesgada si Image fracasaba pero acabó siendo muy acertada, porque ni Marvel ni DC pudieron ignorar a partir de ese momento la revista de Gareb Shamus.

El artículo de Veneno no es nada interesante, es un repaso a la historia de un personaje que habían inventado anteayer.

La portada de la revista no anuncia en absoluto el terremoto del interior, mostrándonos a Veneno, un personaje de Marvel creado por McFarlane y anunciándonos una reseña de Batman Returns y una guía de compras de cartas coleccionables. Pero en cuanto nos metemos en harina, el sumario ya anuncia a «Image Press» como el mayor evento de 1992 (me sé de unas olimpiadas que les encantaría tener una charla con vosotros, gentuza) y unas páginas adelante tenemos la madre de todas las entrevistas de la época, la verdadera declaración de independencia. Para entender el golpe mediático que supuso este momento, ésa foto, hay que entender que la Marvel de Tom DeFalco había quemado todas las naves con los autores que habían soportado la editorial durante la década de los 80 a costa de darles todos sus caprichos a una serie de dibujantes más jóvenes sin ningún talento para la escritura. Pero a Marvel éso le daba absolutamente igual, hasta el punto de que cuando los guionistas se largaron en su mayoría a DC Comics las ventas no notaron el impacto. El grueso de los relanzamientos de Marvel, con nuevos números uno en un movimiento que en aquel momento pocas veces se había visto en la editorial, se habían dado entre 1991 y 1992. Títulos como New Warriors o Darhawk habían tenido éxitos marginales mientras Vengadores o Los 4 Fantásticos hacían un lento fundido en negro en ventas, pero las series dibujadas por los tres o cuatro nombres concretos habían vendido como pan caliente. De hecho, cuando Todd McFarlane había dejado Amazing Spider-Man para hacer su serie en solitario, el editor Jim Salicrup había salvado el día sustituyéndolo por un tal Erik Larsen que, aunque no vendía tanto como McFarlane, había conseguido salvar los muebles durante el crossover de Actos de Venganza y números sucesivos. Y entonces Image se llevó hasta a Erik Larsen.

A falta de una foto de aquella vez que se plantaron delante del presidente de Marvel para decirle que se iban (y luego fueron a DC para hacer lo mismo), ésta es lo más parecido que tenemos.

El panorama para aquellos editores de Marvel que habían vendido su profesión por el vil metal -algunos ganaron tanto con los royalties que hasta se compraron deportivos, oiga- era completamente desolador. El anuncio de Image se había llevado no solo a Jim Lee y Whilce Portaccio, si no que también se había llevado a la estrella anterior de Uncanny X-Men, Marc Silvestri. Durante los meses posteriores -y años- en Marvel hubo una auténtica carrera por conseguir nuevos dibujantes que no paraban de recibir ofertas millonarias para trabajar en Image, hasta el punto de que algunos nuevos talentos fueron anunciados por Marvel para acabar trabajando para Image antes de hacer una sola página para la Casa de las Ideas. Sí, la cosa iba a ser mucho peor, como si el pavor que produjo en aquellos editores esta entrevista no fuera suficiente.

Silvestri tuvo sus momentazos, éso no se le puede negar.

Entrevista que se produjo, precisamente, en casa de Marc Silvestri, con cachondeo vario sobre las páginas de Lobezno que todavía estaba dibujando. Se deja claro desde un principio que los personajes e historias van a ser propiedad de sus respectivos autores, que dejarán su trabajo en Marvel (se dice las dos grandes, pero ninguno de estos estaba trabajando en DC en aquel momento, así que…) detallando que autores fundarán la editorial y sus respectivas series, a saber: Todd McFarlane (Spawn), Rob Liefeld (Youngblood), Jim Lee (WildCATs), Jim Valentino (Klone y The Pact, dos series que se iba a hacer el tío), Marc Silvestri con su Cyberforce y Erik Larsen con su The Dragon. Estoy seguro de que a vosotros todos estos nombres os sonarán, pero puede que a alguno el nombre de Valentino no le acabe de cuadrar; ésto es perfectamente normal, porque a diferencia del resto de autores, Valentino no era una de las superestrellas del momento ni lo sería a posteriori, aunque acabaría siendo presidente de Image Comics durante bastantes años. Valentino había sido durante años un autor de cómic indie sin mucho éxito, pero había pegado el pelotazo con la serie de Guardianes de la Galaxia, la encarnación original basada en la serie concebida por una idea que no tenía absolutamente nada que ver de Roy Thomas (iba sobre una guerra de guerrillas en unos EEUU invadidos por China y la URSS) y creada finalmente por Arnold Drake y Gene Colan. Sin embargo, los números de Valentino en Guardianes no habían sido ni mucho menos espectaculares, pero su condición de amigo de Liefeld y su experiencia en autopublicarse se juzgó conveniente para su incorporación en la nueva empresa (posteriormente tanto McFarlane como Larsen reconocerían que se lo endosó Liefeld y punto, pero bueno).

¡Que no, que la Hickmanada ya la inventó Valentino hace treinta años!

Empieza la entrevista dejando claro que Whilce Portacio también se subirá al barco de Image, pero con guión de nada más y nada menos que Chris Claremont, que había llamado desde París a Jim Lee para confirmárselo y que todavía estaban trabajando en los detalles. Añade Valentino que tenía un amigo en la misma convención parisina a la que estaba asistiendo Claremont y que el veterano patriarca mutante estaba encantado con el proyecto y no dejaba de hablar de él. Añade Lee que están encantados de tener en la tripulación a un guionista de verdad -«a real writer», no me invento nada- y que George Pérez hará algunos pinups, probablemente hasta entintará algo. Que estaba ocupado hasta primavera del año siguiente, pero que estaba pensándose hacer un grupo propio para primavera del año siguinte (probablemente está hablando de Ultraforce, que se publicaría directamente en Malibu Comics). Reconocen no tener más guionistas para la editorial y hasta tocan por encima una polémica de la época en la que un «dibujante anónimo» envió una carta a Comic Buyer’s Guide afirmando que era mucho más fácil escribir un cómic que dibujarlo, y que por eso lo que vendía era el dibujo y no la historia, para luego aclarar que aunque McFarlane guionizaría por su cuenta y riesgo, al igual que Valentino y Silvestri, mientras que Liefeld contaría con la ayuda de un tal Hank Kanalz y Jim Lee con la de un tal Brandon Choi «que ya le había estado ayudando en X-Men». Choi acabaría resultando ser un amigo suyo de la infancia, un abogado que seguiría trabajando en todos los proyectos de Lee hasta que este último vendió su estudio a DC a finales de los 90.

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