Después de la entrevista a Barry Windsor-Smith, hay que reconocer que lo de entrevistar a dibujantes no se les daba muy bien a estos de la Wizard. Durante su primer año hay que reconocer que eran prácticamente un fanzine venido arriba, con lo que muchas de las preguntas que hacen a BWS se las repiten a Larry Stroman como si fueran la misma persona. Y aun así pues oye, empieza recordándole que la primera vez que vio su trabajo fue en Alien Legion, a lo que él le responde que antes de aquello trabajó en American Flagg… En 1985. Vamos, que tenía una trayectoria.
Eso sí, «¿cómo aprendiste a dibujar», «¿te interesaban los cómics de crío?», «¿cómo haces un cómic?» y demás siguen presentes, cosa que es comprensible porque son preguntas interesantes para un autor. Aun así lo dicho, durante la mayor parte parece una entrevista hecha por correo, enviándole un cuestionario sin dar posibilidad de réplica, lo que hace que las respuestas interesantes no tengan una exploración en profundidad. Stroman en aquel momento acaba de empezar su etapa en Factor X junto a Peter David está considerado ya como un «hot» artist, a pesar de que no tenía un estilo que realmente se rindiese a lo comercial, siendo bastante personal. Dibujaba «feo» lo feo y no todo lo que dibujaba era bonito y molón, con lo que hacía lo que le venía en gana en un momento en el que a Marvel le hubiera gustado tener 40 clones de Jim Lee. Cuando le piden que describa su proceso creativo dice que empieza por la primera página y luego se salta todo el cómic hasta hacer la última, cosa bastante curiosa, porque lo hace porque para él es mucho más difícil hacer las últimas páginas. Es algo personal, porque yo diría que la última página te da una motivación especial porque es el arreón final, mientras que las de la parte final son las que te tienen cansado y a la vez no te motiva porque son la última. O yo que sé, al tener hostias más gordas igual son más divertidas, depende de cada uno. Pero vamos, que Stroman dice que eso le vuelve loco al editor y a los guionistas, los cuales digo yo que la culpa es de ellos por querer que les mande cada página según las termina. ¡Esperaos un poco puñeta!
Stroman también cuenta, a diferencia de Barry Windsor-Smith la semana pasada, que él es una persona a la que le gusta mantener la cordura y que por eso primero hace miniaturas de cada página antes de empezar con el abocetado. «Mucha gente puede empezar por la primera página, empezar a dibujar y seguir hasta el final, pero eso quiere decir que puede que te centres demasiado en lo que te gusta dibujar y darle poco a lo que no te gusta». Y tiene más razón que un santo, aquí lo que manda es la historia y no lo que le apetezca al iluminado de turno. A la pregunta de cómo fue para el llegar a una serie como Factor X en la que el diseño del personaje ya estaba definido, imagino que Stroman debió flipar un poco porque quieras que no él al llegar a la serie rediseñó a todos los personajes, aunque no los inventara. Algunos rediseños como el de Kaos suponían cargarse un diseño de Neal Adams y sustituirlo por algo extremadamente noventero. Dice Stroman que para él fue casi como empezar la serie desde cero.
A la pregunta de guión completo o «plot», afirma que sí, que le gusta más el metodo Marvel porque le deja hacer y le salva de los guionistas que se creen que puede meter tres páginas de guión en una sola viñeta. Y Stroman debía de estar disfrutando con David, porque destaca que una de las cosas que le resultó más atractivas del proyecto es que los primeros números tenían gente hablando y no peleando, algo tremendamente raro en la época de los Liefelds y Lee. Lo cierto es que, para los que queríamos un refugio de la hecatombe de la Patrulla X, Factor X y Excalibur nos vinieron estupendamente, aunque duraran poco y no precisamente marcaran tendencia. Y aquí es donde en Wizard empiezan a «replicar las recuestas», diciéndole a Stroman que parece un dibujante muy interesado en contar la historia, y preguntándole si quiere escribir… A lo que Stroman dice que no lo descarta pero que no, que no ha visto demasiados ejemplos de dibujantes metidos a guionistas que lo hicieran realmente bien.
Finaliza la entrevista con la típica pregunta de entrevista de trabajo, «¿Dónde te ves en cinco años?» La respuesta de Stroman es que ni idea. Que espera que para entonces esté haciendo sus propios cómics y habiendo trabajado con otros guionistas cuyo trabajo admira, que quiere seguir en los tebeos y ser mejor dibujante de lo que era en aquel momento. Y lo hizo, porque abandonaría Factor X antes de un año para meterse a Image con Tribe, el cómic afroamericano más vendido de la historia. Sin embargo y cuando llegƥ la crisis y tras una disputa con su socio Todd Johnson, Stroman no consiguió alargar Tribe más de 9 números a través de su propia editorial de nombre desafortunado, Axis Comics. Confieso no haber leído nada de Tribe, primero porque hasta donde sé ni siquiera llegó a publicarse por aquí el único número que salió en Image ni los posteriores de Axis y segundo y más importante, porque no me gustó nada la evolución de Stroman como dibujante, mucho más dado a los excesos noventeros en aquel momento. Recuerdo haber leído sobre ella en un número de la versión de Zinco de Comics Scene y pensar que era un tanto excesiva, pero cuando años después he podido echarle un vistazo al cómic no hice más que confirmar mis temores.
Y bueno, a partir de ahí le perdí la pista bastante, con proyectos puntuales aquí y allá en los mutantes y alguna que otra colaboración en DC o Valiant hasta hoy.