Como no podía ser de otra forma, voy a seguir reseñando la serie de Agatha All Along semana a semana, aunque no de una forma tan extensiva ni minuciosa como hice con Wandavision, porque aquello fue una locura. En su lugar, me voy a centrar en las pistas, falsas o no, que nos van dejando caer sobre uno de los principales misterios de la serie: la identidad del enigmático Teen. Un misterio que ya sé que quizás no lo sea tanto, pues entre aquella metedura de pata con los subtítulos del tráiler en el canal de YouTube de Marvel y las fotos filtradas de algunos muñecos de la serie, ya parece más que claro de quién se trata. Pero para mí estas cosas son como un puzle; es divertido hacerlo aunque ya sepamos exactamente qué imagen se va a formar.
Al comienzo del episodio, cuando las brujas que han acompañado a Agatha en su viaje empiezan a sentir curiosidad por este extraño chico que las ha acompañado, y este trata de presentarse, se pone de nuevo en marcha el hechizo que impide que se escuche su nombre, apareciendo otra vez ese símbolo con forma de M. Un hechizo que aquí podemos comprobar que no afecta solamente a Agatha (y a quienes vemos la serie) sino al resto de brujas también, algo que lleva a Alice a especular con que está dirigido a todas las brujas por igual. Un hechizo del que “Teen” es por primera vez consciente de su existencia, y le hace preguntarse quién querría ocultar su identidad. Y aunque Sharon, que no es una bruja, debería haberle escuchado decir su nombre sin problemas, se encontraba convenientemente ausente buscando una forma de regresar a su casa. Pero al menos nos queda claro que alguien bastante poderoso quería evitar que las brujas, quizás cualquier practicante de magia, supiesen quién es, por lo que tenemos claro que es alguien importante.
Más interesante se pone la cosa cuando, tras encontrar en su camino una lujosa mansión que transforma sus apariencias en las de una panda de pijos repelentes, Teen se queda a solas un momento con Jennifer Kale, quien le advierte que no confíe en Agatha. Pero como este, que ha demostrado con creces ser un gran admirador suyo, desoye su advertencia, esta añade que cuentan que Agatha entregó a su hijo a cambio del libro de los condenados, más conocido como el Darkhold… Una información que añade una nueva capa siniestra sobre el personaje, ya que si sus ansias de poder eran tan grandes como para sacrificar a su hijo, tiene difícil encontrar la redención.
Lo realmente interesante llega cuando Jennifer añade que nadie sabe qué sucedió con el hijo de Agatha, que hay quien dice que murió, mientras que otros afirman que se convirtió en un demonio o… ¡UN AGENTE DE MEFISTO! ¡LO HAN DICHO! ¡LE HAN NOMBRADO! ¡MEFISTO YA ESTÁ OFICIALMENTE EN EL MCU! Aunque claro, otra cosa es que vaya a aparecer por aquí.
Y para echar más leña al fuego, añade también que duda que Agatha fuese capaz de reconocerle si este apareciese en su puerta, algo que remata de una forma un tanto sarcástica diciendo que lo ha encontrado, refiriéndose al sacacorchos que estaban buscando, pero dejando claro que pretendía que su afirmación tuviese un doble sentido. Está claro que con esta escena quieren dirigir la vista del público hacia la idea de que Teen es realmente Nicholas Scratch y que Jennifer Kale sospecha que es así. Algo que, independientemente de si acaba resultando ser cierto o no, está claro que esas sospechas van a ser un hilo argumental recurrente durante la serie.
Más tarde, durante una conversación con Alice, esta le cuenta a “Teen” cómo tenía tan solo trece años cuando su madre falleció, a lo que este le responde, con una expresión casi de tristeza, que a él también le pasó de todo cuando tenía trece años. En ese momento no da más información sobre qué fue lo que le sucedió, pero dado que en episodios anteriores había dicho que tenía dieciséis años, lo que sea que le sucedió fue hace tres años. ¿Y qué sucedió hace tres años? Que la Bruja Escarlata puso a todo el pueblo de Westview bajo su poder y se creó una familia con su magia, incluidos dos hijos… Una coincidencia de fechas que dudo que sea casual y que podría indicar que hay alguna relación. ¿Quizás en el MCU las almas de Billy y Tommy Maximoff no viajaron al pasado y nacieron de nuevo, sino que en su lugar, en el momento en el que el hechizo de Wanda fue disuelto, se reencarnaron en cuerpos nuevos? ¡Todo es posible! Así que de momento, las pistas de este episodio van una a favor de Nicholas y otra a favor de Billy.
Nos encontramos con otra pista poco después, cuando durante la preparación de una poción para salvarse de un veneno que habían ingerido, se encuentran con que no tienen forma de hacer que esta entre en ebullición. Por suerte para las brujas, “Teen” tiene una idea: utilizar un Sous-Vide, un accesorio de cocina bastante pijo que se utiliza para hacer hervir los alimentos a una temperatura precisa, añadiendo que su padre adora la suya. Y mientras que del padre de Nicholas Scratch no sabemos nada en absoluto (en el cómic jamás se ha dado información al respecto) y muchísimo menos si era un cocinero, hay un personaje del que podemos tener la certeza de que sí que lo es… ¡Jeff Kaplan! No, no el ex vicepresidente de Blizzard, sino el padre de Billy Kaplan, a quien durante el vol. 1 de los Young Avengers le vimos lucir orgulloso su delantal con la palabra «Chef» escrita en el frente. ¿Qué es una pista muy pillada por los pelos? Por supuesto, pero a clavos más ardientes que este me he agarrado.
Y aunque no es exactamente una pista sobre este misterio concreto, la escena que viene a continuación también parece relevante. Uno de los efectos secundarios del veneno ingerido por las brujas (y Sharon) son las alucinaciones. Esta última revivió el momento en el que durante Wandavision Wanda estuvo a punto de matar a su marido; Jennifer se encontró con el hombre que aparentemente le robó sus poderes, Lilia con su versión infantil, Alice con su madre… y Agatha con el llanto de un bebé. Un llanto que la lleva hacia una cuna, de aspecto muy antiguo, en la que hay un bulto cubierto con una manta, y cuando una atemorizada Agatha levanta la manta, no se encuentra con un bebé como esperábamos todos, sino con el mismísimo Darkhold. Una señal de que sin duda esas historias que se cuentan sobre ella y cómo entregó a su hijo a cambio del libro maldito deben ser ciertas, aunque seguramente sea todo más complejo de lo que parece. Una alucinación de la que es posible que podamos inferir también que su hijo era un bebé cuando eso sucedió.
Y esto es todo lo que ha dado de si este tercer episodio de Agatha All Along en cuanto a los principales misterios de la serie. Unos que, de momento, si nos atenemos solamente a la información proporcionada por la propia serie, siguen estando bastante en el aire y pueden desarrollarse en cualquier dirección. Pero lo que sí tengo claro es que esto de poder volver a ir reuniendo pistas y buscarles los más rebuscados encajes es tan divertido como la serie en sí. Así que el próximo viernes, si no toca un episodio completamente carente de pistas o de cosas que se les parezcan, tendremos una nueva entrega de estos análisis que me hacen tener ganas de comprarme un tablón de corcho para ir distribuyendo todas estas teorías.