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Pues ya he visto Masacre y Lobezno

Sí, ahí arriba pone Masacre y no Deadpool porque sigo sin entender cómo en el cine le dejaron el nombre en inglés cuando el personaje hace décadas que es conocido en España como Masacre. Y tras esta pequeña pataleta, pues sí, por fin he visto la película después de que infinidad de gente y medios se empeñasen en reventarme casi todas las sorpresas de la misma, pero pese a ello me lo he pasado bien, muy bien. Porque al final la película ha sido exactamente lo que esperaba y deseaba que fuese, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. Así que procurando respetar a quienes aún no la hayan visto pero tengan curiosidad por hacerlo, vamos a ver qué me ha parecido esta película que como poco ha probado que el género superheroico no está muerto en taquilla precisamente. A continuación hay algún SPOILER que otro moderado y los gordos están.

La espera ha valido la pena

Tras habérmelo pasado más que bien con las dos primeras entregas del mercenario bocazas, esperaba con muchísimas ganas esta tercera, ya que aunque volvíamos a tener un cambio de director, siendo en esta ocasión Shawn Levy el escogido (quien ya había dirigido a Jackman en Real Steel y a Reynolds en Free Guy y The Adam Project), no solo repetía el mismo equipo de guionistas formado por Rhett Reese y Paul Wernick (con el añadido de Reynolds, el director Shawn Levy y el comiquero Zeb Wells), lo que me daba algo de seguridad, sino que por fin íbamos a poder ver el encuentro en pantalla entre Masacre y Lobezno (y no, lo de Wolverine: Origins no cuenta). Un encuentro que ha dejado claro que la excelente química que Ryan Reynolds y Hugh Jackman han mostrado en la vida real en los últimos años se traslada a la perfección a la pantalla, siendo el resultado final una película muy divertida que, aunque no para todo el mundo, al menos ha sido absolutamente honesta en lo que prometía.

Los que se pegan se quieren

Porque aunque mucha gente temía que al rodarse esta película bajo el paraguas de Disney perdería su esencia, esta película es tan grosera, vulgar e irreverente como sus predecesoras, no hay nada especialmente sagrado con lo que no hagan sangre e incluso se vuelcan a saco con los temas con los que Kevin Feige les pidió que no tocasen. Aquí encontramos desde un humor muy infantil de “caca-culo-pedo-pis” a las bromas sexuales más zafias e incluso en ocasiones un humor más sutil, todo entremezclado con momentos muy emotivos, todo un festival de cameos y unas cuantas escenas de acción espectaculares. Una combinación de elementos que me dejó pegado a la butaca, alternando las carcajadas con la incredulidad (de la buena) y que desde luego me ha dejado con muchísimas ganas de seguir viendo a Masacre en el MCU.

Para muchos el humor de esta película será como ese perro para Lobezno

Aunque la película se enfrentaba a unos cuantos desafíos. El público en tiempos recientes ha estado saturadísimo con historias sobre multiversos tanto en el cine como en la televisión, algo que el género superheroico audiovisual ha explotado a menudo, como hemos visto en Loki, Doctor Extraño: Multiverso de la Locura, Spiderman: No Way Home (también Flash pero mejor olvidarnos de ella), y prometiendo que lo que nos queda por delante va a seguir en esa línea. Además, esta película no solo era la tercera entrega de una saga, sino que presuntamente (como así acabó siendo) iba a ser una despedida al universo cinematográfico de la Fox y a introducir múltiples elementos de la serie de Loki. Parecía tenerlo todo para espantar a los espectadores casuales, los que se quejan de tener que “hacer deberes” para ir a ver una película. Pero Levy y su equipo se las han arreglado para que la película sea bastante comprensible y que no sea estrictamente necesario conocerlo todo para disfrutar de la película, pese a que obviamente es más divertida sabiendo de dónde sale cada cosa.

Nos vamos a convertir en expertos en teorías del multiverso

Y tras un emotivo prólogo que nos pone al día con lo que había estado haciendo Wade desde el final de la anterior película y ser reclutado a la fuerza por la AVT, la película comienza de verdad por todo lo grande con un espectacular y divertido número musical/escena de acción que nos deja claro de la forma más irrespetuosa posible que el Logan de Logan está muerto y bien muerto y que el que va a coprotagonizar esta película será otro. Un momento que marca a la perfección el tono que mantendrá toda la historia hasta el final y que deja más que claro incluso a los más despistados ante qué clase de película nos encontramos.

Esta escena dan ganas de verla en bucle

Porque al comienzo hablaba de la honestidad de esta, y eso es algo que se agradece mucho, la película es lo que es y no trata de engañar a nadie, es divertida, a ratos emocionante y emotiva, con multitud de escenas de acción de las que nos dejan los ojos pegados a la pantalla y un montón de cameos de viejas glorias del cine superheroico. No pretende ser nada más, ni revolucionar el cine de acción o el superheroico o darle una nueva vuelta de tuerca a las historias de multiversos, es sencillamente una “buddy movie” bastante clásica en muchos aspectos, con mucho humor y acción y que se ve en un suspiro, dejándonos (al menos a mí) con ganas de más. Y en estos tiempos que corren en los que hay directores llenos de pretenciosidad queriendo vendernos sus obras como algo elevado y complejo, se agradece este cine palomitero del de toda la vida tan bien hecho.

Este viaje en coche es otro momento que dan ganas de ver varias veces

Si el humor aquí ha sido casi una carcajada constante (con matices), la acción no se queda atrás. Lo que han hecho Levy, Reynolds, Jackman y todo el equipo de especialistas y efectos especiales es para quitarse el sombrero. Al espectacular número musical del comienzo hay que sumarle unas cuantas escenas, alternando entre lo íntimo y lo multitudinario, que son de lo más salvaje y espectacular que he visto en una película de superhéroes, trasladando a la pantalla a la perfección todo de lo que son capaces dos personajes como Masacre y Lobezno y sin escatimar una sola gota de sangre falsa. Unas escenas que podrían estar sacadas de cualquier cómic de estos personajes y que dejan claro que cuando se tienen ganas se pueden hacer grandes cosas con este tipo de adaptaciones sin descafeinar el género.

Han habido momentos hermosos

Y ahora sí, entramos en el terreno de los SPOILERS más gordos, y como no quiero pecar de hipócrita lo indico bien para que no haya quejas.

Ya podrían aprender muchos medios a hacer las cosas así










Entre otras cosas, necesitaba soltar que aunque me divertí bastante con todos los Lobeznos alternativos que pudimos ver cuando Masacre andaba buscando un reemplazo para el de su mundo, y que me sorprendí con lo inesperado de algunos de ellos como el manco de la Era de Apocalipsis o ese Henry Cavill que no sería un mal reemplazo para Jackman, me supieron a poco. Que entiendo que estaban ahí por homenajear a la historia del personaje, pero me hubiese gustado que se acabasen juntando al final como hicieron los diferentes Masacres, porque algunas interacciones entre ellos podrían haber dado mucho juego.

De Hombre de Acero a Hombre de Adamantium

De los cameos también toca hablar obviamente, con una selección un tanto peculiar que imagino que se debería a la disponibilidad y ganas de los implicados, como ese intento sin éxito de que Nicholas Cage volviese a ser el Motorista Fantasma, pero dentro de lo que cabe fue divertido. Me encantó cómo jugaron con nuestras expectativas haciéndonos creer que Chris Evans repetiría como Capitán América solo para convertirle de nuevo en la Antorcha Humana. Channing Tatum tuvo su pequeña oportunidad de resarcirse encarnando por fin a Gambito, tras aquel proyecto de película que nunca vio la luz, con un traje que no podría ser más fiel al cómic y un acentazo francés tan exagerado como el del cómic.

Menudo grupo se ha ido a juntar

Cameos como el de Pyro me dejaron bastante frío, irónicamente siendo el personaje que es, ya que daba la impresión de que no consiguieron a nadie más importante de las películas de mutantes de la Fox, y no será por falta de opciones. Tampoco me emocionó demasiado ver de nuevo a Jennifer Garner haciendo de Elektra, porque aunque es una actriz que me cae bien y se la veía muy ilusionada en los videos que ha compartido sobre su entrenamiento, no sé si fue buena idea el recordarnos que aquella película existió. Aunque lo que sí fue una mala idea, casi un crimen, es que hayamos tenido en esta película a Coloso y a Lobezno y que no interactuasen ni una sola vez, que yo necesitaba ver una Bola Rápida Especial en condiciones.

¡Tampoco pedía demasiado!

Por suerte, todo eso lo compensa el regreso de Dafne Keen como Laura/X-23, ahora adulta, que protagonizó un par de momentos muy emotivos junto a Hugh Jackman, que emocionarán a quienes nos gustó la película de Logan. Y viéndola ahora aquí, y que sigue siendo bajita como suele ser Lobezno en el cómic, me uno a quienes piden que se acuerden de ella cuando Disney comience a introducir a los Mutantes en el MCU de verdad, en su “Sagrada Línea Temporal”. Una introducción en la que debo admitir que, tras ver esta película, no me quejaría si hiciesen lo propio con Jackman, porque aparte de que tras tantos años se me hace muy raro ver a otro actor en el papel, el que con el paso de los años se haya ido pareciendo más y más a su personaje hace que cada vez me guste más esa idea, pero tocará esperar para ver en qué dirección van, que dicen que en Disney se están planteando una mezcla de viejas y nuevas caras para la nueva Patrulla-X.

Crucemos los dedos para que vuelva

Y no podemos hablar de cameos sin olvidar el de Wesley Snipes como Blade. Un cameo que parece poner fin a los años de mal rollo entre este y Ryan Reynolds desde que ambos compartieron pantalla en Blade: Trinity, algo a lo que aluden aquí de forma tan descarada como era de esperar. Pero es un cameo que igual ha puesto a Marvel en una posición complicada, porque ese diálogo de coña que suelta Snipes en un momento de la película de que han habido muchos Castigadores (aunque por desgracia no vimos a ninguno aquí) solo ha habido un Blade y nunca habrá otro, algo que muchos se han tomado casi como un mantra, reclamando que este vuelva a interpretar a su personaje en el MCU. Y viendo cómo ese proyecto de Blade que (se supone) va a protagonizar Mahershala Ali no hace más que sufrir un tropezón tras otro, con directores abandonando, reescrituras del guion, constantes retrasos en el comienzo del rodaje, etc., y que este no había conseguido despertar la misma ilusión que el cameo de Snipes, me da a mí que demasiada gente quedaría decepcionada si finalmente es Ali el nuevo Blade.

El público le sigue teniendo cariño

Para terminar con los spoilers, quiero alabar el papel de Emma Corrin como Cassandra Nova, ya que aunque se trata de una villana con nula relación con Masacre y solo tangencial con Lobezno, que en el cómic no tiene mucho que ver con embrollos multiversales y que aquí le han metido un rejuvenecimiento que ríete tú del que sufrió la Tía May, lo que ha hecho aquí me ha encantado. Su Cassandra es aterradora, cruel y sádica, sin más motivaciones que su odio hacia todo lo que se le pone por delante y que demuestra a conciencia lo mucho que disfruta haciendo daño a los demás. Una villana que, aunque sus acciones en el tramo final de la película no dejan de ser un MacGuffin de manual, y uno reciclado de la serie de Loki, Corrin consigue transmitir de tal forma esa maldad a medio camino entre lo diabólico y lo infantil, que se perdona que todo acabe con la enésima máquina gorda que hay que destruir.

Esta es otra que no me importaría volver a ver en el futuro












Esto no quita para que haya cosas que no me llegasen a convencer del todo. El humor grosero llegó a saturarme en algunos momentos, y eso que suelo tener buen aguante con ello; el segundo acto de la película en cierta localización bastante conocida del MCU se me acabó haciendo un poco largo, y hubo algunos momentos en los que el CGI cantaba un poco con algunas máscaras, un poco como le sucedía al casco de Jane Foster en Thor: Love and Thunder (a ver si se les mete en la cabeza de una vez que esas cosas con un casco/mascara físico no pasan). Aparte de que en ningún momento llegué a verle la gracia ni a esa variante de Masacre sin desfigurar, que supongo que en parte estaba ahí para que Ryan Reynolds pudiese enseñar su cara sin un par de kilos de maquillaje encima, ni al personaje de Peter, que ni entendía en la película anterior ni mucho menos en esta, aunque respeto el homenaje que ha querido hacerle Reynolds a él y a la tragedia personal que ha sufrido. Pero, quitando esas pequeñeces a un lado, me reitero en que he disfrutado muchísimo con esta película.

Esto ha sido un no parar

Y por todo esto, yo personalmente me lo he pasado muy bien con esta película, y a juzgar por las cifras de taquilla no soy el único ni muchísimo menos, que aunque no me gustaría que todas las películas de superhéroes siguiesen esta fórmula, sí que me alegro muchísimo de que de vez en cuando haya alguna que lo haga, que no todo necesita ser otro Winter Soldier. Por eso espero que no tengamos que esperar demasiado en ver de nuevo a Masacre dando vueltas por el MCU y que tenga una larga vida en este, que Ryan Reynolds parece tener cuerda y verborrea para rato y hay muchísimos personajes con los que me gustaría verle compartir pantalla. Así que ahora lo que nos toca es armarnos de paciencia, esperar a ver dónde veremos de nuevo a Masacre y especular con si Hugh Jackman de verdad seguirá haciendo esto hasta los noventa años y será él el Lobezno de la “sagrada línea temporal”, que visto el éxito que ha tenido esta película, estoy seguro de que Feige se lo está planteando muy en serio.

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