Estábamos hablando hace poco de Amanda Waller y vaya, parece que la autoritaria creación de John Byrne está más de moda que nunca. Ya sea porque en las adaptaciones al audiovisual de DC han decidido que tienen que imitar a las de Marvel incorporando su propio trasunto de Nick Furia -anda que no hay personajes que podrían cumplir ese papel, hasta el mismísimo Sargento Rock- o porque directamente Escuadrón Suicida ha terminado, curiosamente, convirtiéndose en una de las franquicias estrella de Warner a pesar de que sus resultados en taquilla no han sido del todo esplendorosos. Pero bueno, que ya tenemos otra adaptación de Escuadrón Suicida y encima sale en ella Amanda Waller… Bailando.
Esto es como la versión inquietante del baile de la serie del Pacificador.
Suicide Squad Isekai es un perro raro, empezando por la idea de que sí, eso de isekai es japonés y significa «de otro mundo», lo que en el manganime se traduce en un subgenero entero de la ciencia ficción en el que nos vienen a contar como el o los protagonistas acaban en un mundo paralelo, presumiblemente fantástico y a ser posible uno en el que lleven a cabo sus fantasías de poder, conquistando el mundo y todas esas cosas. Ejemplos del género son manganimes tan poco recomendables como Overlord, Sword Art Online -aunque este es un MMO- o entretenidos como KonoSuba o Me encarné como una Máquina Expendedora. En serio, ese último existe y es mucho mejor de lo que debería ser con semejante título, aunque a largo plazo se acabe haciendo aburrido. Pero volviendo a lo que nos ocupa, Suicide Squad Isekai es un anime producido por Wit Studio para Warner Animation que, a diferencia de muchas versiones «anime» que nos han llegado como Ninja Batman o X-Men Anime, está producido por un estudio de anime con creaciones como Attack on Titan (que hacía bueno visualmente un manga horripilante) o Spy X Family. Así que solo por eso pues oye, merecía la pena darle una oportunidad…
Y lo que me he encontrado es uno de los diseños más feos del Joker en años -es la primera vez que veo que el Joker se pinte dientes sobre sus labios, puaj- y una alineación del escuadrón que responde mucho a las últimas adaptaciones, con Harley Queen y Peacemaker, Deadshot cruzado con Bloodsport (básicamente dice que es Deadshot y se viste como Deadshot, pero fisicamente es Bloodsport; vamos, que es Will Smith), King Shark (es tal cual el Nanaue de la película de James Gunn), Rick Flag y como novedad tenemos a Clayface, en una especie de Vega de Street Fighter II mezclada con Michael Jackson completamente enamorado de la idea de estar metido en un isekai. Porque sí, Clayface es un actor buscando el papel de su vida y considera que el Amanda Waller los haya mandado a un universo paralelo para conquistarlo y explotar sus recursos es el momento ideal para convertirse en una estrella de la interpretación, en un héroe de fantasía heroica como si esto fuera El Señor de los Anillos y no algo más parecido a Juego de Tronos, que a fin de cuentas ésto es Escuadrón Suicida… Claro que no, no muere nadie.
Mueren personajes de fondo a montón sí, y los protagonistas se cargan un montón, pero cuando Amanda Waller manda al grupo protagonista como fuerza colonizadora a un mundo de elfos, orcos y princesas de cuento, lo que se encuentran es que pronto son detenidos y encerrados en las mazmorras del castillo de los «humanos buenos», siendo considerados como unos invasores y descubriendo pronto que no son la primera fuerza expedicionaria enviada por Waller, que algo salió muy mal para los planes del gobierno estadounidense y que… Llevamos cuatro episodios y de momento no ha muerto nadie. Absolutamente nadie. Y claro, a uno le da que pensar que un Escuadrón Suicida no sea suicida, yo que sé, podrían haber metido a tres o cuatro personajes más en el grupo e ir matándolos, pero nada de nada. Supongo que todavía hay que darles tiempo, y es que aunque los personajes no estén en su mejor versión, hay que reconocer que la idea de enfrentar a los personajes de DC a un escenario tan tópico en el manganime es curioso, aunque ni mucho menos sea la primera vez que estos personajes se enfrentan a universos paralelos o seres mágicos.
Por supuesto, la gracia está en como una productora de anime usa los modos y las formas del anime para contar este tipo de historias, en vez de tener a autores occidentales imitándolos como si fuera un Madureira cualquiera; a la hora de la verdad estas cosas son refrescantes cuando realmente hay cariño y voluntad por jugar con los personajes en cuestión y el trabajo no es solo un encargo más. En Suicide Squad Isekai se nota, cuanto menos, un cariño por la película de James Gunn -se la «homenajea» constantemente- y un intento por replicar ese sentido del humor pero a la japonesa, lo cual se me hace la mar de curioso porque el estilo sitcom que acaba teniendo recuerda a La Liga de la Justicia de Keith Giffen y JM DeMatteis. Y éso son palabras tan mayores que debo puntualizar que no, no estoy poniéndolo a ese nivel, si no que recuerda. Y me río. Y es entretenido, y éso a estas alturas en las que todo el mundo parece enfadado con todo ya es más que bastante.
Puede que uno se conforme con poco o que directamente hayamos llegado a un punto en el que ya no esperamos tener a los personajes «bien», las razones ya me dan absolutamente igual, pero estos personajes son entretenidos y las soluciones chapuceras que dan a los conflictos que se encuentran no son por previsiblemente chapuceras menos entretenidas. Sí, tenemos la sensación de que la historia que nos cuentan ya está muy vista, pero creo que por encima de tanta morralla de momento se está mereciendo el voto de confianza que estuve a punto de no darle. Echadle un vistazo y, si no os gusta, pues poneos a ver la Casa del Dragón y esas cosas que ven vuestros amigotes que al final las dos están en el HBO o como se llame esta semana.