Icono del sitio BRAINSTOMPING

Carlos Pacheco: Uno de los nuestros

Y como me arrepiento de no haber sacado una foto de aquel momento final

Podría ponerme a releer cómics, a trepar por las estanterías buscando refrescar la memoria con esto o con lo otro, pero Carlos Pacheco es un caso especial, porque si bien otros autores de más allá del atlántico nos llegaron de una forma o de otra, Pacheco era de aquí, y me gustaría hacer algo especial, ordenar mis pensamientos y volcarlos sin filtro, porque Carlos es de aquí trabajando allí cuando aquello era completamente imposible. Vamos, que era uno de los nuestros, aunque sin tanta mala leche como Joe Pesci.

Foto original de M’Rabo, para que veáis que hace algo.

Carlos Pacheco es un tío de Cádiz, amigo de Rafa Marín y famoso por haber sido el que abrió el camino. No era el primer español en trabajar para «la Marvel» -éso lo hizo un titán como Jesús Blasco, pero es que él trabajó casi para cualquier mercado menos el japonés, que en sus tiempos en occidente casi ni se sabía que existía- pero sí que fue el primer fan que cruzó el charco. Que fue allí porque le gustaban Los Vengadores, la Legión de Superhéroes y todos esos personajes. Carlos es el tío que se puso a hacer dibujos para Forum que dejaban en ridículo muchas de las portadas originales de Marvel, el único al que en principio se le permitió ese honor porque lo que entregaba respetaba a los personajes originales en vez de «reinterpretarlos» a lo López Espí. Creo que el primer dibujo suyo que ví fue un póster de Alpha Flight (ya rebuscaré luego para meter las imágenes del artículo, ahora solo quiero hablar de memoria) que no desmerecía a John Byrne, el gran referente de la época. Luego claro, ya se movió a hacer las portadas de todos los números de Clásicos Marvel, a hacer artículos y correos para Zinco, a estar por todas partes…

Luego me enteré de que esta portada estaba basada en el JLA/Avengers aquel que se frustró a principios de los 80.

Se convirtió en un elemento habitual en los cómics de los 80, y a sus dibujos sumó el hecho de que compartía sus pareceres. En aquellos tiempos anteriores a internet, Carlos nos hablaba de experiencias personales leyendo tebeos, y éso era algo que en aquel momento solo compartíamos a nivel verbal, con amigos y poco más. Algunos igual se carteaban con otros, pero a mi aquello me parecía la mar de raro; Carlos nos contaba como trataba de conseguir recuperar unos cuantos números de los Vengadores de Neal Adams con el Hombre Hormiga (¡todos sabéis de que pedazo de tebeo estoy hablando!), y de cómo consiguió recuperarlos gracias a un chatarrero que los guardaba en una nevera. Eran batallitas que lo hacían parecer cercano, y por eso cuando empezó a publicar en Marvel UK vía Paul Neary -era Paul Neary, ¿no? Ya digo que paso de comprobar datos, voy a calzón quitado- Forum se puso a publicar todo aquello y los lectores detrás.

Por aquellos años siempre que veíamos unos lápices de Pacheco nos cabreábamos porque nunca le ponían el entintador adecuado.

Y no es que Marvel UK fuera la gran cosa, porque hacían lo que podían. Habían intentado relanzar toda la línea con personajes propios como Dark Angel o Death’s Head II, con autores que llegarían lejos como Liam Sharp o Gary Frank, pero los que destacaban por aquí eran los nombres de Carlos Pacheco y Salvador Larroca. Gente de los nuestros allí, aunque no fuera allí allí, aunque no fueran Los Vengadores o La Patrulla X. Marvel UK no tardó en desmoronarse como buena parte de Marvel -los 90 fueron una época muy mala con esto de que estallara la burbuja, que le vamos a hacer- pero tras un breve paso en Flash y un par de miniseries con Marvel sin saber donde meterlo, Carlos acabó rebotado en Excalibur, creo que todavía con Warren Ellis. Sé que luego estuvo Ben Raab y lo mismo hasta Terry Kavanagh, la verdad es que la serie no tuvo mucha suerte con los guionistas, y cuando Carlos llegó a ella le obligaron a mancillar un diseño del gran Dave Cockrum transformando a Rondador Nocturno en el «Pitufo Pirata». El propio Carlos odió todo aquello y seguro que fue el primero que se alegró de que recuperaran su aspecto habitual no mucho tiempo después, pero con la tontería ya había cruzado el charco. Estaba allí, lo imposible se hacía real y no solo en Marvel, él y Larroca también habían trabajado en Flash.

El Pitufo Pirata, la Marvel de los 90 obligando a la gente a hacer cosas horribles.

 

Y entonces ocurrió la razón por la que odiaré eternamente a Carlos Pacheco: Me hizo comprar Los 4 Fantásticos de DeFalco. Éso estuvo bien feo, porque yo me había retirado de la serie tras la partida de la misma de Walter Simonson porque no había quien aguantara tonterías como «tu mujer es una Lyja» o «Lyja puso un huevo», aunque admito que de lo del huevo me enteré mucho más tarde, con lo que para mi los 4F era una serie ocupada por fuerzas enemigas y sus lectores estábamos en el exilio a la espera de tiempos mejores. Pero llegó Carlos, rediseñó sus trajes y Forum publicó sus números en un tomo bien hermoso en el que Carlos puso punto y final al volumen 1 de Fantastic Four, todo un sacrilegio. Eso sí, en el artículo que acompañaba al tomo Carlos se quejaba de haber tenido que dibujar a Paybok el Energoskrull y demás mamarrachos de DeFalco, cuando prefería haber dibujado algo mucho más clásico, con lo que lo perdoné… Justo para odiarlo eternamente OTRA VEZ.

Sí, sí, los rediseñó y tal, pero a mi lo que me volvió loco fue este dibujo.

Me hizo comprar la Patrulla X de Lobdell. Éso estuvo feo. Porque a ver, yo había dejado la Patrulla X después de Claremont, como toda persona de bien y en muestra de repulsa. En realidad por aquellos tiempos no sabía por qué Claremont había dejado la serie, pero estaba claro que los mutantes eran mucho peores sin él, así que por pura lealtad había dejado de leerla (con razón, ojo). Pero entonces se anunció que Pacheco iba a dibujar X-Men. X-Men con el Lobezno perro aquel de la bandana o como se llamase la cosa aquella, pero X-Men. Y con Shang Chi, que dibujado por Pacheco molaba. Y claro, pues picamos.

Aunque luego con Kelly la cosa molaba bastante más, ¡que pedazo de alineación!

Durante los años siguientes, con el resurgimiento de Los Vengadores, se estuvo hablando en todo momento de volver a meter a Carlos en los 4F, pero el se hacía de rogar trabajando en cosas como Avengers Forever, algo de dimensiones dignas de George Pérez, con Vengadores de todas las épocas en un cómic en el que resonaba mucho la Guerra Kree-Skrull. Pacheco ya era una estrella del cómic en EEUU, Marvel hablaba con el en sus propias publicaciones presumiendo de su gran fichaje y hasta le hacía entrevistas en las que Pacheco hablaba de que le molaba Helen Hunt. Tiempos aquellos.

Ojo al entintado de Merino y como elevaron entre los dos el nivel.

Y entonces, allá por el 2000, volvió Pacheco a los 4F, y de guionista junto a Rafa Marín. La cosa fue un tanto tumultuosa, porque tras un primer número en el que todos los yanquis lo calificaron como la segunda venida de John Byrne a la serie, de repente empezaron a quejarse del lenguaje soez de los personajes, de que todos hablaban como si fueran profesores de inglés -Marín es profesor de inglés- y acabaron endosándoles de «corrector» a Jeph Loeb, que lejos de atenerse a lo que le decían Pacheco y Marín, les hizo un Stan Lee y les metió los diálogos que le vinieron en gana, provocando un sabotaje en la serie que la convirtió casi en ilegible. Una lástima tremenda, porque se les veía con muchas ganas e ideas distintas -que no sé si buenas, porque aquello se fue al garete rapidísimo y no nos dió tiempo a enterarnos- por lo que la única forma de enterarnos que estaba pasando ahí era a través de los artículos de Marín en la edición española, escritos con seudónimo y con mucho, muchísimo rencor. ¡Vamos, que si se cruzan un día Marín y Loeb en un callejón oscuro, estoy convencido de que la cosa podría acabar muy mal!

Joder, es que había nacido para dibujar a la JSA.

Ya eran los tiempos de Quesada, y Pacheco comentó por ahi que aquellos tebeos ya no se sentían igual que los que le gustaban de crío, así que dejó Marvel para ponerse a trabajar en DC junto a guionistas como Geoff Johns o Kurt Busiek, con el que tenía buenas migas desde los tiempos de Vengadores. De esas colaboraciones salieron JLA/JSA, unos cuantos números de Superman o una serie independiente junto a Busiek, Arrowsmith, que tristemente dejaría colgada durante años para acabar retomándola recientemente y bueno, que ahí parece que se va a quedar.

Arrowsmith fue otra barbaridad que dejó claro la clase de dibujantes que eran Pacheco y Merino.

Desde ahí me cuesta más seguir su trayectoria; relanzó Green Lantern tras Rebith, el evento Cisma de X-Men, el Capi con Remender… Siempre estaba ahí y gracias a internet y los podcasts ya no era solo un tipo al que solo veías a través de los Salones del Cómic, era una personalidad del mundillo. Por eso te alegrabas de verlo asomar por una serie o la otra, porque no solo era un dibujante estupendo, también era «uno de los nuestros». Y claro, cuando llegó la noticia de que volvía a los 4F para Reckoning War junto a Dan Slott, pues te alegrabas. Era un poco una vuelta a casa de Pacheco al cómic que lo hizo famoso por aquellos lares, reivindicarse como el gran dibujante de la serie. Y entonces, pues eso, nos enteramos de que no podía con aquello, la baja y el puto diagnóstico final.
Me decíais hace poco por los comentarios que estaba resultando un año negro para el cómic, que habían caído Pérez y Adams. No sé, Neal Adams era todo un mundo para mí, era un gigante. Se le iba la olla hablando de la Tierra Hueca y todo lo que quieras, pero era el dibujante que había cambiado por completo la historia del cómic de superhéroes tras Jack Kirby y había que quererlo, porque para colmo era buena persona y nunca se cortó en ayudar a los demás. Carlos Pacheco es algo más, es uno de los nuestros y el que abrió el camino. Puede que no me gustase Iberia Inc -para qué esconderse- pero me gustó el intento, el esfuerzo de hacer algo así.

Que no, que no lo veo.

No sé, yo solo soy un simple lector que ni siquiera es un mitómano de los que buscan autógrafos u originales, solo me gusta leer buenos tebeos. Y los de Carlos siempre tuvieron esa calidez especial que olía a tebeo de Forum de los 80, como ese artículo de la nevera, así que ojalá siga escribiendo si el cuerpo ya no le deja dibujar.

¡Pacheco si que sabe llegarme a la patata, reproduciendo la plaza de Doomstadt diseñada originalmente por John Byrne!

¡Ahora solo falta que el de la nevera fuera otro, pero yo me he comprometido a ir a calzón quitado y con eso me quedaré!

Salir de la versión móvil