Termina hoy la primera e infame semana de esta nueva era despótica y liberticida de Brainstomping que podríamos llamar el Pantarujezismo, en la que la terrible garra censora de Diógenes dicta ahora de que se puede escribir y de que no. Y repasando la lista de temas autorizados veo que aun se me permite reseñar series de televisión británicas, por lo que aprovechare para hablar de una que se estrenó el viernes pasado, que en estos siete días ha cosechado un impresionante y prácticamente unánime éxito de critica y publico, y que tengo el vago recuerdo de que esta basada en un cómic de allí bastante popular, Heartstopper.
Cuando tras el regreso de las vacaciones Charlie descubrió que le tocaba sentarse en clase junto con Nick Nelson, la estrella del equipo de rugby, no se le pasó por la cabeza que pudiesen hacerse amigos. Pero pese a no tener aparentemente nada en común surgió entre ambos una amistad instantánea que Charlie no tardó mucho en desear que se convirtiese en algo mas, algo que muy a su pesar chocaba con la heterosexualidad de Nick. Pero poco a poco esa amistad entre ambos se fue estrechando mas y mas, y Nick se dio cuenta de que le gustaba demasiado estar con Charlie, que había cosas de si mismo que aun no entendía del todo y que quizás el también quería que esa amistad diese paso a algo mas…
Hace aproximadamente un año ya hable por aquí de Heartstopper, el entrañable y apasionante cómic de Alice Oseman que nació como un webcomic para explorar las vidas de dos personajes secundarios de Solitaire, su primera novela. Cómic que salto de las redes al papel vía crowfunding, de ahí a ser publicado por la editorial Hachette en cuatro tomos (con el quinto y ultimo en el horizonte) y convertirse en un fenómeno internacional traducido a multitud de idiomas que ahora se ha transformado en una encantadora serie de televisión que ha sobrepasado con creces todas mis expectativas.
Algo que me llamo mucho la atención desde el primer tráiler es la extraordinaria fidelidad que tiene esta adaptación con respecto al cómic, desde el aspecto de los actores a la ambientación, vestuario, incluso diálogos calcados del cómic, como si este se hubiese utilizado como storyboards para la serie. Algo que no es demasiado sorprendente teniendo en cuenta lo implicadísima que ha estado Alice Oseman en todos los aspectos de la serie durante todo el desarrollo de la misma, incluyendo entre otras cosas el ser la guionista de todos los episodios.
Y tras haberme visto toda la serie puedo afirmar que esa fidelidad ha sido casi absoluta, con cambios mínimos como el reemplazo o eliminación de algunos secundarios que no aportaban demasiado a la historia, incluir creados para la serie y dar mas peso en la trama a algunos secundarios del cómic para ayudar a desarrollar mejor a los protagonistas, y cambiar un poco el orden de algunos momentos del cómic. Consiguiendo todo esto que estemos ante una de las adaptaciones mas fieles que me he encontrado en mucho tiempo.
Pero dejando a un lado esa fidelidad al cómic, la serie funciona a la perfección por si misma, con una historia que fluye a la perfección y que parece haber encantado a todo el mundo por su encanto y ternura. Aunque debería decir mas bien que ha encantado a casi todo el mundo, ya que por ahí he visto algunas criticas que me han parecido curiosas ya que acusan a la serie de que “no pasa nada en ella”. Y es que se ve que en estos tiempos que corren en los que la mayoría de las series sobre adolescentes parecen abocadas a encadenar un drama tras otro, mostrándonos el aspecto mas sórdido de la juventud, la idea de una serie que simplemente celebra el amor y la amistad de unos críos en un pueblecito ingles no es lo bastante dramática para ser digna de admiración, pese a que probablemente sea mas autentica que esas otras.
Y es que Heartstopper es simplemente eso, la historia de dos chicos que se enamoran y tienen que hacer algunos ajustes en su forma de ver el mundo y que están rodeados de amigos, profesores y familia que les apoyan, pero también de otros que por ignorancia o por odio hacia los demás o incluso a si mismos tratan de entorpecer esa felicidad, ni mas ni menos. Pero todo contado desde una perspectiva tremendamente optimista que hace que incluso los momentos mas duros de la serie, que los hay, no se conviertan en algo que hunda el animo del espectador.
Una serie que además ha sido celebrada, muy merecidamente, por la forma de representar a la comunidad LGBTQ+, alejándose de los peores estereotipos que suelen salpicar este tipo de ficciones y mostrando una realidad mas positiva de lo habitual. Porque si las series protagonizadas por adolescentes ya suelen tener tienen un exceso de drama importante, cuando sus protagonistas no son heterosexuales parece que ese exceso de drama se debe forzar mas aun. Pero aquí simplemente nos encontramos con un grupo de chavales que son gay, o bi, o trans, que tienen amigos heteros que les aceptan incondicionalmente y que a veces se enfrentan a la intolerancia de otros, pero que tienen vidas tan plenas y felices como cualquier otra persona. Mostrándonos a todos estos personales con una naturalidad y autenticidad admirable y recalcando siempre que el ser algo diferente a la mayoría no es una condena a la infelicidad y que pueden protagonizar historias de amor tan edulcoradas y tiernas como cualquier otro tipo de parejas.
Y pese a que la historia había funcionado muy bien en el cómic, y esta en la serie se ha seguido al pie de la letra, un mal casting podría haber dado al traste con todo el proyecto, por suerte ese aspecto se ha cuidado también al extremo y el reparto además de contar con un extraordinario parecido físico con los personajes, también esta sobrado de talento aunque me centrare solo (casi) en sus protagonistas. Kit Connor no es ajeno al mundo de la actuación y lleva desde los ocho años con pequeños papeles en la televisión y en el cine, siendo hasta ahora su papel mas destacado el interpretar al pequeño Elton John en Rocketman (película que tengo que ver un día de estos). Connor no tiene ningún problema a la hora de mostrarnos la faceta de Nick de chico popular de la escuela que cae bien a todo el mundo, aunque consigue transmitir muy bien como no acaba de sentirse cómodo con sus amigos del equipo de rugby o con la imagen que tienen los demás de el, sintiendo como si interpretase un papel, siendo lo que los demás esperan que sea, siendo capaz de mostrar todo eso de forma sutil en los primeros episodios antes de que lo manifieste abiertamente.
Pero donde realmente lo borda es cuando Nick comienza a darse cuenta de que hay cosas de si mismo que no tenia claras, cuando se da cuenta de que le gusta demasiado pasar todo su tiempo libre con Charlie y que lo que siente por el quizás sea algo mas que amistad. Momentos en los que Nick esta mas confuso y aterrado que nunca, con miedo a no saber exactamente que es lo que siente, a ser diferente. Algo que explota en un par de escenas en las que decide investigar por su cuenta que es lo que le esta sucediendo, encontrándose toda clase de información contradictoria y a veces tremendamente negativa, y Connor consigue sin palabras que sintamos todas esas dudas y miedo que esta sintiendo Nick, pero también esa determinación de que sea lo que sea lo que es o lo que siente, tiene claro que no quiere separarse de Charlie. Momentos que son el recordatorio perfecto de lo importante y necesaria que es una educación sexual inclusiva, (esa que muchos políticos aquí y en otros países han prohibido o tratan de prohibir) no solo para que chavales como Nick no tengan que ir por la vida sin tener claro que les esta sucediendo, sino también para tratar de atajar esa intolerancia a la que a veces se llega por simple ignorancia.
Pero mas impresionante es el caso de Joe Locke, quien da vida a Charlie Spring. Este ha debutado profesionalmente con esta serie, siendo sus únicas experiencias anteriores en festivales de teatro estudiantiles, pero que aprovecho que el casting de la serie estaba abierto a todo el mundo y envió un par de videos grabados con su teléfono, compitiendo con decenas de miles de jóvenes actores de todo el país, y viéndole en la serie es fácil entender que fuese escogido. Su habilidad para transmitir simplemente con la forma en la que se mueve o con pequeñas inflexiones de su voz, toda la vulnerabilidad de Charlie, su miedo a que vuelvan a hacerle daño, y al mismo tiempo esa tenue esperanza a la que se agarra de que quizás esta vez si será su oportunidad de ser feliz, es increíble. Y si con apenas dieciocho años y nada de experiencia es capaz de esto, le espera un gran futuro como actor.
Un casting del que se guardaron una importante sorpresa para el mismo día del estreno de la serie (dos si contamos que Stephen Fry le pone la voz al director de la escuela), ya que fue entonces, en su primer episodio, cuando descubrimos que Sarah Nelson, la madre de Nick, estaba interpretada por Olivia Colman. Un casting que surgió como una idea loca durante el desarrollo de la serie, una propuesta que nadie pensaba que se hiciese realidad, pero igualmente le enviaron el guion a la actriz porque no tenían nada que perder. Y para su sorpresa Colman se enamoró de la historia y acepto el papel encantada, rodando todas sus escenas en un par de días, deslumbrando a todos quienes trabajaron con ella y regalándonos un par de momentos tremendamente emotivos en la serie que nos recuerdan que estamos ante una actriz increíble. para la que no hay papel pequeño y que se desenvuelve como quiere en cualquier registro dramático.
Y pese al espectacular éxito de opinión por parte de critica y publico que ha tenido esta adaptación (de audiencias como siempre solo hay especulaciones y de todo signo) aun no hay noticias de que esta vaya a ser renovada por una segunda temporada, pero crucemos los dedos para que sea así. Así que tocara desear lo mejor para que tengamos una segunda temporada (y tercera, puestos a pedir), pese a que Netflix no se encuentre en su mejor momento y estén replanteándose mucho con que proyectos seguir adelante, pero como harían Nick y Charlie, toca intentar ser optimistas. Aunque incluso si sucede lo peor esta temporada cierra la historia de una forma bastante satisfactoria y funciona muy bien como temporada única. Pero seria una lastima no poder ver a estos actores continuar con la historia, ya que lo que queda del cómic (esta primera temporada cubre los dos primeros tomos del cómic) toca temas bastante interesantes que valdría la pena ver trasladados a la pequeña pantalla. Y si no, siempre nos quedara el cómic, que no es poco.