Ya hemos comentado mas de una vez por aquí la pereza que nos sigue produciendo toda la etapa actual de los Mutantes en Marvel, donde casi podemos contar con los dedos de la mano los cómics con los que realmente nos lo hemos pasado bien. Por suerte estas ultimas semanas han salido un par de títulos que añadir a esa reducidisima lista y que han tenido unos comienzos de lo mas prometedores, y aunque ya habrá tiempo de hablar de los divertidos Immortal X-Men de Kieron Gillen y Lucas Werneck, hoy me quiero centrar en los X-Men Red de Al Ewing y Stefano Caselli, donde Krakoa deja paso a Arakko y las complicaciones que se desarrollan en ese mundo anteriormente conocido como Marte. Un repaso del que aviso que contendrá SPOILERS.
No es ningún secreto que Al Ewing es uno de mis guionistas favoritos de la actualidad y por eso esperaba esta serie con muchísimas ganas. Una serie que por cierto sigue la tendencia de reutilizar viejos títulos (pese a no tener nada que ver con aquella serie sobre el grupo liderado por Jean Grey) y que tras leer este primer numero parece poco apropiado para esta serie, pero ya se sabe como es el marketing. Ademas de eso parece que nos encontramos ante una especie de continuación de lo que fue la serie de S.W.O.R.D. solo que dejando por el momento a Abigail Brand y su organización en un segundo plano para poner el foco en este nuevo y particular grupo de mutantes.
La premisa es simple, tras haber terraformado Marte y haber trasladado allí la isla de Arakko, cuyo nombre se aplica a todo el planeta, y convertir este mundo en la capital del sistema solar, este se ha convertido en un punto de paso obligado para multitud de visitantes de todo el universo. Pero estando habitado por una sociedad de mutantes increíblemente poderosos forjada en un estado de guerra constante y cuyos habitantes están acostumbrados a resolver sus problemas por la fuerza, hace falta algo que ponga cierto freno a esas tendencias belicosas. Y ahí es donde entra Brand, quien propone a Tormenta, la regente de Arakko, formar un nuevo equipo de X-Men allí que sean una mezcla de embajadores culturales y ejemplo para los Arakki. Pero siendo Brand como es nadie se fía del todo de ella (y con razón) y menos Tormenta, quien tiene una idea mejor sobre lo que necesita Arakko.
Y aunque de por si la idea de un enésimo grupo de mutantes con una misión muy especifica esta ya mas que vista en esta nueva etapa, por suerte aquí es donde entra en acción Al Ewing con su punto fuerte a la hora de manejar y desarrollar personajes y esos planes a largo plazo que suele acabar desarrollando a lo largo de varias series. De su etapa en S.W.O.R.D. continua mostrándonos lo maquiavelica que es Brand, quien siempre tiene sus propios planes dentro de otros planes que aunque a la larga sirvan a un bien general, no suele tener muchos reparos o escrúpulos a la hora de conseguir lo que se propone.
También nos encontramos que continua con esa tarea tan necesaria de, a falta de una expresión mejor, “humanizar” a Magneto tan deudora de Claremont y que ya había comenzado en la mencionada S.W.O.R.D.. Algo que realmente necesitaba el personaje, quien desde que había comenzado la etapa krakoana de los Mutantes parecía ser poco mas que una comparsa en los planes de Xavier y Moira. Y partiendo de la desilusión sufrida por este al descubrir la verdad sobre quien creía una aliada y sobre el futuro que se le había prometido, nos encontramos con un Magneto roto y decepcionado que se ha retirado a Arakko para alejarse de todo y construirse una metafórica tumba en la que dejarse morir sin querer saber nada de nadie.
Y pese a sus planes de soledad Magneto no tarda nada en hacer un nuevo amigo allí gracia al cual Ewing introduce un elemento bastante interesante. Hasta ahora la sociedad de Arakko no había estado demasiado desarrollada, siendo uno de esos elementos introducidos en esta etapa que han estado algo desdibujados, y aparte de algunos personajes sueltos aquí y allá y saber que son muy belicosos y violentos no se había profundizado demasiado en ellos. Pero a través de este nuevo personaje apodado de momento como el Rey Pescador (con ese nombre seguro que es muchísimo mas de lo que aparenta) ya nos dice literalmente que se habla mucho de los Arakki pero se sabe poco de ellos, y lejos de ser alguien agresivo se muestra como alguien amistoso que se ríe de las nociones preconcebidas de Magneto sobre como son ellos realmente.
Pero lo realmente interesante nos lo encontramos cuando tras preguntarle Magneto a su nuevo amigo que cuales son sus poderes este le responde sencillamente que no tiene ni ha tenido jamas, que no es mutante. Y aunque este afirma no ser humano ya que considera que estos son los nacidos en la tierra y el nació en una prisión en Arakko (quizás descendiente de humanos que llegaron a la isla antes de que esta acabase en otra dimensión), a no ser que en el futuro nos encontremos con algún giro argumental que cambie esto, este hombre es biologicamente humano pero también un Arakki. Algo que contrasta y mucho con la sociedad Krakoana que insiste en separarse de la humanidad y actuar como si fuesen algo completamente ajeno con lo que quieren mezclarse lo menos posible, pero que es un tema que ya había tocado anteriormente Ewing en S.W.O.R.D., con aquella Abigail Brand que insistía en que para ella su prioridad es el sistema solar y todos quienes viven en el, mutantes y humanos. Un punto de vista muy necesario en esta etapa tan llena de supremacismo.
Y sin alejarnos del todo de Magneto, no puedo evitar mencionar como aquí Ewing hace otra de esas cosas que le convierten en uno de mis autores favoritos, su uso de la continuidad de los personajes para el desarrollo de estos. Y esto lo hace a través de otro personaje que sin duda debe ser uno de los favoritos de Ewing, Roberto “Bobby” DaCosta/Mancha Solar, a quien ya había convertido en protagonista de sus New Avengers y U.S.Avengers y que aquí al reencontrarse con Magneto para proponerle colaborar juntos, no puede evitar llamarle Director (Headmaster en el original) ya que aunque a veces parece que casi todos los guionistas de mutantes de los últimos años han querido olvidarlo, Magneto fue el director de la escuela de Xavier y el mentor de los Nuevos Mutantes, siendo Bobby uno de sus alumnos. Una faceta del personaje que estaba demasiado olvidada pero que encaja con los aparentes planes de Ewing de devolverle a Magneto esa humanidad y calidez algo olvidada, y que siendo Ewing como es espero que mas temprano que tarde este y Doug Ramsey tengan una muy esperada y necesaria conversación.
También en este primer numero nos hemos encontrado con un par de personajes que parece que van a tener cierta importancia en la serie y que tienen una peculiar y enrevesada historia en común. Por un lado tenemos a Vulcan, ese engendro perpetrado por un Ed Brubaker poco inspirado y Trevor Hairsine como hermano secreto de Cíclope y Kaos y miembro de la “autentica” segunda generación de la Patrulla-X (en X-Men: Deadly Genesis) y que sigue siendo tan insoportable y poco interesante como siempre o quizás incluso mas que nunca. Y por el otro tenemos al recién resucitado John Proudstar/Ave de Trueno, uno de aquellos mutantes reclutados por Xavier para rescatar a sus otras dos Patrullas-X (seguro que mas de uno habrá oído hablar de aquella encarnación…) y que no tardo demasiado en morir porque no sabían muy bien que hacer con el. Un personaje que jamas me había interesado lo mas mínimo pero que en apenas dos paginas Ewing ha conseguido que comience a caerme realmente bien.
Y no podemos olvidarnos de Tormenta, quien tras haber sido en su día reina de Wakanda ahora se ha convertido en la Regente de Arakko, o como le gusta a muchos recordarle, su Reina. Un papel con el que cada vez se siente mas incomoda, no solo por no pertenecer a la sociedad Arakki ni haber sufrido lo que ellos han sufrido, sino por cierto temor a acomodarse en su papel de gobernante, y eso es mucho viniendo de alguien que una vez fue adorada como una diosa.
Una Tormenta que ademas de querer plantearse de una forma diferente el papel que ocupa en la sociedad de Arakko, a quienes quiere seguir ayudando, no se fía en absoluto de los planes de Brand o de su idea de crear una Patrulla-X allí. Así que para contrarrestar los hipotéticos planes de esta, Tormenta coincide hasta cierto punto con Mancha Solar y le propone a este y a Magneto (quien fue un aliado y amigo en ese pasado del que muchos guionistas a veces se olvidan, pero seguro que Ewing se acuerda a la perfección) una nueva idea. Y para ello Tormenta ha mirado hacia atrás, hacia una época en la que no fue ni Reina ni Diosa, sino una líder para los suyos, y recuperando una estética recordada con mucho cariño por los mas viejos del lugar, propone que si lo que necesitan es algo que defienda a Arakko y sirva de contrapeso a esa Patrulla-X que sin duda Brand ya esta reuniendo (con Vulcan en ella probablemente) nada mejor que algo con lo que Magneto es mas que familiar…
Y en esta nueva serie contamos en su apartado gráfico con Stefano Caselli, un dibujante veterano que lleva ya un par de décadas colaborando con Marvel y a quien podemos recordar por su trabajo en series como Civil War: Young Avengers/Runaways, Mighty Avengers, Secret Warriors, The Amazing Spider-Man, Iron Man, varias etapas de los Vengadores y mas recientemente los West Coast Avengers junto con Kelly Thompson. Un dibujante cuyo estilo, en el que prima la expresividad de sus personajes, va a encajar como un guante en una serie en la que el desarrollo de estos y las conversaciones sin duda tendrán un gran peso.
De momento esta serie me tiene ganado, aunque es cierto que no soy imparcial, y espero que dure lo suficiente para que Ewing pueda desarrollar todos sus planes con calma e introducir algo de ese sentido común tan necesario en esta era krakoana. Un cómic que para los que como yo están un poco cansados de en lo que se han convertido los mutantes, y los que echen de menos la serie de S.W.O.R.D., esta es la serie perfecta y que junto con los Immortal X-Men de Kieron Gillen y Lucas Werneck espero que sean un ejemplo de lo que sera el nuevo rumbo de los mutantes.