Hay cómics de los que uno no espera nada y que acaban resultando ser una mas que agradable sorpresa. Eso es lo que me ha sucedido con el Death of Doctor Strange de Jed MacKay y Lee Garbett, un cómic que leí impulsado simplemente porque me encanta el personaje y trato de leer todo lo que publican sobre el (y mis buenos disgustos me he llevado) y con el que me lo he pasado mucho mejor que con la mayor parte de sus series regulares en los últimos años. Así que ahora lo que toca es ver que nos ha ofrecido esta miniserie y que ha supuesto para el personaje y su futuro mas inmediato. Algo para lo que tocara incluir numerosos SPOILERS tan grandes como la Dimensión Oscura. Y si, Diógenes ya hablo de esto ayer, pero porque su bajeza moral le ha llevado a pisarme el tema porque se había quedado sin ideas…
Lo dicho, cuando se anuncio la publicación de esta miniserie yo asumí que seria simplemente otro de esos proyectos sacacuartos que trataría de aprovechar el impulso del próximo estreno de Doctor Strange in the Multiverse of Madness y poco mas, algo olvidable a lo que ningún equipo creativo le haría caso en el futuro. Pero el cariño por los personajes es lo que tiene, especialmente en casos como el de Extraño que no es una presencia continua en el mercado como puedan serlo Spiderman o Batman, que uno no puede evitar picar. Y para mi sorpresa me encontré con un cómic muy bueno, respetuoso con la historia y la esencia del personaje y que ha introducido una serie de elementos, alguno de los cuales ya me esperaba, que se van a continuar en una próxima serie con una premisa tan esperada como prometedora.
Y eso que partir de una premisa como la de matar a un personaje que a día de hoy probablemente es mas popular que nunca gracias al cine, era complicado. Todos sabemos que la muerte del Doctor Extraño no va a ser nada definitivo ni mucho menos, que el personaje volverá a la vida mas pronto que tarde (probablemente coincidiendo con el estreno de su película). Así que lo que les tocaba a Jed MacKay y Lee Garbett era conseguir hacer interesante algo que cualquier lector con unos cuantos cómics a sus espaldas sabe que no va a durar, y ahí es donde nos dieron la mayor sorpresa de la serie que consiguió ilusionarme como hacia mucho que no me ilusionaba un cómic del Doctor Extraño.
La idea de que la muerte del Doctor Extraño activase una medida de emergencia consistente en la aparición de un fragmento de si mismo, extraído de su pasado, para investigar su propia muerte y encarrilar su sucesión, fue un golpe genial que no me vi venir y que meses después de la publicación del primer numero de la serie me sigue provocando una sonrisa de satisfacción. Esto permitió a MacKay y Garbett jugar con el contraste entre el Doctor Extraño primigenio de los tiempos de Stan Lee y Steve Ditko con el actual. A través de los ojos de este Extraño mas joven e inexperto hemos podido comparar como ha cambiado la caracterización de este con el paso de las décadas, su lugar en el Universo Marvel e incluso poner el foco en como iba tocando dar marcha atrás en ciertas decisiones creativas del pasado que yo personalmente deseaba que deshicieran desde hace mucho.
Y aunque el otro hilo argumental de la serie, la terrible amenaza que suponía para la dimensión terrestre de unos nuevos villanos (las Three Mothers y su Peregrine Child), ha sido un puro McGuffin, su presencia ha servido para recuperar a numerosos viejos conocidos de la serie a los que hacia mucho que no veíamos. Porque yo no se los demás, pero para mi que mi primer contacto con el Doctor Extraño fue uno de aquellos tomos horribles de Pocket de Ases de Bruguera y las historias que aparecían de complemento en los Nuevos Mutantes de Forum, ver por aquí de nuevo a villanos como Tiboro, o descubrir que el asesino material de Extraño había sido Kaecilius buscando venganza por lo sucedido en la etapa de Roger Stern y Paul Smith ¡Hace 40 años! ha sido todo un placer.
Aunque todo eso me ha provocado cierta sensación agridulce, porque este tipo de cosas deberían ser la norma y no la excepción. Tratándose de personajes con décadas de historia que poseen infinidad de historias, secundarios y villanos que utilizar, que me haya sorprendido encontrarme con la forma en la que MacKay y Garbett han utilizado la continuidad de los personajes para construir su historia es un poco triste, porque esto debería ser lo habitual. Por eso da gusto encontrarse equipos creativos como este para quienes la continuidad no es una carga, sino una potente herramienta narrativa que como esta miniserie ha probado es muy útil cuando se sabe utilizar.
Y de ese buen uso de la continuidad parte el final de esta miniserie que enlaza con la nueva serie regular, titulada simplemente Strange, que comenzara su publicación a comienzos de Marzo y en la que nos encontramos con Clea Strange (a pesar de los altibajos y rupturas en su relación, se casaron en Doctor Strange: Sorcerer Supreme 3 en 1989 y por eso usa su apellido) como nueva Hechicera Suprema de la Dimensión Terrestre. Un reemplazo que es uno de esos casos en los que tiene todo el sentido del mundo, después de todo Clea es un personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko, con casi sesenta años de historia a sus espaldas, una poderosisima hechicera, antigua discípula de Stephen Extraño y líder y Hechicera Suprema de la Dimensión Oscura, pocas personas mas preparadas que ella hay para ocupar ese puesto aunque ahora tenga que lidiar con una doble responsabilidad.
O mas bien triple si tenemos en cuenta que su principal misión en su nueva serie, ademas de proteger dos dimensiones de los ataques de todos aquellos que vean una presa fácil en esta nueva situación, sera la de resucitar a Stephen Extraño (dudo que esto sorprenda a nadie) . Algo que no nace simplemente del deseo de devolver a la Tierra su protector, sino de recuperar a su amado, ya que MacKay y Garbett han utilizado los acontecimientos de esta serie para reavivar el amor entre ellos (aunque no son los primeros en intentarlo) y quizás esta vez sea la buena, algo que yo llevo deseando que suceda desde que leí su ruptura hace mas décadas de las que quiero admitir en la nunca lo suficientemente recomendada etapa de Roger Stern, junto con gigantes como Marshall Rogers, Paul Smith o Michael Golden, al frente del personaje.
Un protagonismo que no creo que sea casual y que me hace pensar que quizás estemos muy cerca de ver a Clea debutar en el MCU en Doctor Strange in the Multiverse of Madness, cuyo estreno esta previsto para cuando se publique el tercer numero de su serie regular. Debut del que quiero soltar mi teoría, que supongo que es compartida por mas gente ya que es algo mas o menos obvio, de que a Clea ya la hemos visto antes… mas o menos. Básicamente estaría dispuesto a apostarme algo a que Clea va a estar interpretada por Rachel McAdams, quien hacia de Doctora Christine Palmer en la primera serie y que es ademas la desencadenante de uno de los mejores episodios de la serie animada de What If? que tanto peso parece que va a jugar en esta película. Que nada mas fácil que decir que Clea fue enviada a la Tierra para protegerla de su familia (subo la apuesta y propongo a Bruce Campbell para hacer de Orini, el padre de Clea y que sea el quien la haya enviado a la Tierra) ya sea de bebe o como adulta con la memoria alterada y que en esta película descubrirá su autentico origen y que el conocer a Extraño estaba destinado. (Básicamente quiero a Clea en el MCU como sea y voy a estar cruzando los dedos hasta Mayo)
A veces es de lo mas agradable estar equivocado, como lo estaba yo cuando se anuncio esta serie que ha conseguido que no me importe la muerte (aunque sepamos que sera temporal) de uno de mis personajes favoritos y que este mas que encantado con la elección de su sucesora, que ya iba tocando que Clea tuviese el protagonismo que se merecía. Por ello estoy esperando con muchas ganas la publicación de su nueva serie, donde repite Jed MacKay al guion pero Lee Garbett deja paso a Marcelo Ferreira en el dibujo, serie que espero que mantenga el nivel de esta miniserie y que desemboque en una nueva serie regular protagonizada por la pareja, como en los viejos buenos tiempos.