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Por fin he visto la película de la Liga de la Justicia

Supongo que esto era inevitable. Tras la presión social que nos rodea estos días por todas partes no me quedo mas remedio que ver el telefilm de la Liga de la Justicia, y tras meditarlo largamente durante el fin de semana llegue a la única conclusión posible, que tenia que compartir con los lectores de Brainstomping lo que me había provocado dicha cinta. Y debo decir que la experiencia ha sido curiosa, ya que aunque en general el telefilm ha sido exactamente lo que esperaba, no puedo negar que han habido momentos en los que no lo he pasado mal del todo. Así que sin mas rodeos vamos a ver que es lo que me ha parecido el telefilm de la Liga de la Justicia… de América.

Y no es la peor película de la Liga de la Justicia que he visto este mes

Un gigantesco tornado surgido de la nada ha estado a punto de destruir la ciudad de New Metro, algo de lo que es responsable el misterioso villano conocido como el Hombre del Tiempo, quien esta utilizando su control del clima para chantajear a la ciudad, amenazando con enviar un desastre climatológico tras otro a menos que le paguen todo el dinero que pide. Pero el Hombre del Tiempo ha escogido la ciudad menos indicada para atacar, ya que New Metro se encuentra protegida por un grupo de héroes que no se detendrá ante nada hasta frustrar sus planes, un grupo conocido como la Liga de la Justicia de América.

Release the #enriquezalcalacut !!

Si, al final es esta la versión de la Liga de la Justicia que he visto, ya que si iba a ver una película con efectos especiales a medio hacer, trajes feos y caracterizaciones horribles que hacían pensar que nadie en la producción se había leído un solo cómic en profundidad, al menos iba a ver una versión con la que me pudiese reír un rato. Y es que este episodio piloto fallido de 1997 que dirigió Félix Enríquez Alcalá podrá ser muchas cosas (pocas buenas) pero al menos mientras lo veía no he sentido la misma clase de vergüenza ajena que he sentido viendo otras adaptaciones de cómics de DC, me he reído en algún momento puntual y me ha quedado claro que aunque se han tomado tantas libertades que la mayoría de los personajes están irreconocibles, al menos no parecía que nadie en la producción se avergonzase de estar adaptando cómics de superhéroes a imagen real.

El departamento de vestuario de esta cosa debió tener menos presupuesto que un grupo de carnaval

Porque si, esto es malo a rabiar, se nota que querían seguir un poco la estética y el tono de la serie de Flash de 1990 pero sin tener ni los medios ni el talento que había detrás de aquella serie. Y así es como salió lo que salió, una versión apócrifa de la Liga de la Justicia de Giffen, DeMatteis y Maguire sin el alma de aquella, rodada con cuatro duros y con personajes a los que apenas podemos reconocer encarnados por actores que se parecen poco o nada y que en su mayor parte parece que no querían estar allí.

La entrada de su cuartel general no es muy glamurosa que digamos

 

Tenemos a un Green Lantern que se llama Guy Gardner, que físicamente se parece a kyle rayner, cuyo uniforme es una amalgama extraña de los dos y cuya personalidad no se parece a ninguno, recordando mas en ese sentido a una extraña parodia de Hal Jordan. Un Flash/Barry Allen idiota, que no para de hablar y solo dice tonterías, que es incapaz de conseguir un trabajo y que resulta aterradoramente similar a la versión de Ezra Miller. A Hielo/Tori Olafsdotter se la han inventado por completo (si, mas aun que el resto), siendo aquí una meteoróloga que obtiene sus poderes en un accidente de laboratorio. Y Atom/Ray Palmer y Fuego/B.B DaCosta se parecen un poquito mas a sus contrapartidas del cómic pero no mucho, siendo lo único mínimamente salvable es el trabajo de Michelle Hurd, que es la mas solvente del reparto y que aquí hizo lo que pudo.

En carnaval he visto gente mejor disfrazada…

Aunque quizás lo mas grotesco de esta versión de la JLA es esa aparición sorpresa de J’onn J’onzz (si, en este telefilm también) interpretado por el veterano actor David Ogden Stiers (al que muchos recordamos por su papel en M*A*S*H) y que aquí aunque mantiene su papel de mentor y figura paterna del grupo, es representado como un señor mayor al que se le ha ido la mano comiendo galletas oreo, que apenas sale de su nave espacial sumergida bajo el mar y al que le habían endosado una gigantesca capa para tratar de ocultar (con poco éxito) que su forma física distaba mucho de ser esa a la que nos habían acostumbrado los cómics.

Que malo es el chocolate sin moderación

Mención aparte merece también el villano de la historia, ese Hombre del tiempo interpretado por un Miguel Ferrer en piloto automático, y completamente inventado para la ocasión (aunque comparta habilidades con el Weather Wizard de Flash) cuyas motivaciones para ser un villano son un tanto vagas y ridículas, siendo una mezcla de frustración y avaricia y conformándose con chantajear a la alcaldía de una ciudad con una tecnología que podría convertirle en multimillonario si ofreciese sus logros al mejor postor. Aunque para ser sinceros esos sucede con tantos villanos en el cómic que no se lo tendría demasiado en cuenta. Villano que al final del episodio consigue escapar de las autoridades como si pretendiesen que fuese un personaje recurrente en esa serie que por suerte se quedo en piloto fallido.

En los 90 era compliucado grabarse uno mismo en video

El resultado de esta suma de despropósitos que Mark Waid definió en su día como “80 minutos de mi vida que jamás recuperare”, es como decía mas arriba, un horror sin medios materiales ni económicos para que pudiese funcionar un proyecto de este calibre, que tiene peor pinta que muchos cortometrajes de aficionados y que parecía un intento lamentable de combinar el humor de la era de la JLI con el de series como Friends. Pero pese a tener tantísimas cosas en contra, es hasta cierto punto refrescante encontrarse con una adaptación de un cómic de superhéroes en la que sus responsables no parecen sentir vergüenza de lo que están adaptando.

Al menos hay que reconocerles que no tenian el mas minimo complejo

Y es que a diferencia de muchas cosas que tuvimos que sufrir en la década posterior, donde pocos se atrevían a vestir de colores a los superhéroes en el cine o la televisión (cuanto daño hicieron los X-Men de singer en ese sentido) aquí van a saco con ello, con una Liga de la Justicia tremendamente colorida, aunque sus disfraces parezcan salidos de un mercadillo. Una actitud sin complejos que se transmite a las habilidades de los personajes, donde Green Lantern no se limita a disparar rayos de energía, sino que crea todo tipo de constructos como paraguas o sierras mecánicas, con un Atom que no duda en miniaturizarse para salvar a un gatito (todo un clásico en el genero superheroico) o ese Flash que cuando tiene que poner a salvo a la gente carga con ellos a supervelocidad en lugar de limitarse a darles ánimos para que corran ellos solos.

Es una pena que esa falta de complejos no estuviese a la altura del presupuesto

Pese a que poco bueno se puede decir de esta versión de la Liga de la Justicia, yo recomiendo su visionado, ya que además de compartir muchas características y defectos con producciones recientes de mas renombre, resulta curioso ver un proyecto como este en el que sus responsables tenían la actitud adecuada pero no el talento o los medios para haber sido capaces de llevar algo así a buen puerto. Ahora lo que queda es esperar que algún día este clásico grupo de superhéroes puedan disfrutar de una película a la altura de su historia y legado, y mientras llega ese día podemos quitarnos el mal sabor de boca viendo la serie de animación de Bruce Timm, que es el mejor ejemplo de como hacer las cosas bien.

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