Gracias al repaso de las ultimas semanas de la trayectoria de los Young Avengers y de lo sucedido en Empyre hemos podido ver por encima como la sociedad, y la representación de esta en la ficción, ha sufrido grandes avances en los últimos años. Y aunque aun queda mucho por avanzar, sobre todo en ciertas partes del mundo, al menos en otras las cosas van por el buen camino. Por ello nada mejor que reseñar una película que ejemplifica esto a la perfección (aunque la reseñemos con un par de años de retraso) Love, Simon, una comedia romántica adolescente dirigida por Greg Berlanti no muy diferente de otras películas de su genero (y eso es parte de lo grande de ella) que nos recuerda que una historia de amor es una historia de amor independientemente de quienes la protagonicen.
Simon es como muchos otros adolescentes en el mundo, tiene un grupo de amigos con los que lo hace todo, una familia encantadora y cuenta los días que faltan para terminar su ultimo año de instituto. Pero esa vida placida y rutinaria se pone patas arriba cuando un chico de su instituto haciéndose llamar Blue revela de forma anónima en Internet que su vida no es todo lo buena que podría ser porque nadie sabe que es gay, una revelación que afecta profundamente a Simon porque a el le sucede exactamente lo mismo. Armándose de valor, aunque también de forma anónima via email, Simon se atreve a abrirse con ese extraño y a ser el mismo por primera vez en su vida, entablándose entre ambos una una relación que poco a poco ira convirtiéndose en mas que una amistad y por la que Simon luchara para que se haga real si nadie se lo impide.
Aunque Love, Simon no es ni de lejos la primera película con protagonistas homosexuales o ni siquiera la primera comedia romántica adolescente gay, pero que un estudio de los grandes como la 20th Century Fox rodase una película como esta y la promocionase y distribuyese como harían con cualquier otra comedia romántica con protagonistas heterosexuales fue un paso enorme que nos recuerda que si, que la sociedad está avanzando en la dirección correcta. Un avance que en este caso venia precedido por el éxito fulgurante del libro en el que se basa la película, Simon Vs The Homo Sapiens Agenda/Con Amor, Simon de Becky Albertalli.
Quizás lo que mas llama la atención de una película como esta, y es triste que sea así, es la naturalidad con la que se nos cuenta esta historia, ya que Love, Simon es una comedia romántica adolescente como muchas otras que hemos visto a lo largo de nuestras vidas, solo que sus protagonistas no son un chico y una chica. Simon se enamora, y sufre, y trata de tener un final feliz a su historia como cualquiera de nosotros querría. Y aunque obviamente hay diferencias importantes relacionadas todas ella con la sexualidad de su protagonista, dilemas, miedos e inseguridades a los que solo alguien metido en el armario se tiene que enfrentar, esta todo contado de tal forma que es imposible no empatizar con Simon y Blue aunque uno no sea como ellos. Que como dice el propio Simon en un momento de la película “estoy cansado de vivir en un mundo en el que no puedo ser quien soy” y eso es un sentimiento con el que todos, en mayor o menor medida, nos podemos identificar.
Una naturalidad a la que ha contribuido mucho el gran trabajo de su reparto, especialmente el de su protagonista Nick Robinson, quien pese a no ser gay como su personaje Simon logró transmitir a la perfección lo complicada que puede llegar a ser la vida de alguien en esa situación, toda esa ansiedad, miedo y las secuelas que acarrea el estar siempre ocultando una parte de si mismo. Algo a lo que Robinson le debe mucho al haber trabajado a las ordenes de alguien como Greg Berlanti, quien tuvo una adolescencia muy similar a la de Simon y cuyas experiencias ayudaron a elaborar ese retrato tan autentico de Simon.
Pero dejando a un lado esta parte tan importante de la película, lo que nos queda es una tierna y entrañable comedia romántica muy divertida y optimista con un sabor muy clásico, con sus pequeñas dosis de drama, en la que su protagonista lo único que busca es poder ser feliz de una vez por todas. Un enfoque que le debe muchísimo al cine de John Hughes, una influencia de la que Berlanti se enorgullece y que se aprecia en detalles como que Simon narra su propia historia casi como en Ferris Bueller’s Day Off, en lo positiva que es esta a pesar de los obstáculos que encuentra su protagonista, lo inspiradora que resulta e incluso incluye un numero musical que no hubiese desentonado nada en cualquiera de esos clásicos de los 80 (la banda sonora también es aquí otro de los puntos fuertes de la película).
Lo que vemos en Love, Simon no llega a ser tan espectacular pero casi
Aunque al igual que sucedía con muchas de aquellas películas esta es quizás a ratos una visión demasiado utópica, irreal, cursi y edulcorada del mundo, todo es demasiado bonito y perfecto y todo el mundo es mucho mas tolerante de lo que por desgracia suele ser en el mundo real. Y aunque no es una película que vaya a revolucionar la historia del cine o a romper moldes por su originalidad, pero es la clase de película que hace falta en tiempos tan turbulentos como en los que vivimos, de esas que hace que uno se sienta bien tras su visionado. Pero sobre todo es una película que necesitan todos esos adolescentes que están por ahí en el mundo en situaciones similares a la de Simon y a quienes les hace falta poder disfrutar de una historia como esta (a no ser que uno sea un cínico amargado como Diógenes y sienta alergia por el cine de John Hughes y por las comedias románticas en las que sus protagonistas son felices)
Pero aunque no parecen haber planes por realizar una continuación de esta película, la historia de Simon y sus amigos continuó en algunas secuelas de la novela original a cargo de nuevo de Becky Albertalli y ademas en un Spin-Off en forma de serie de televisión, “Love, Victor”con una nueva generación de personajes tratando de navegar sus vidas en el mismo instituto y que incluye algún cameo que otro de los personajes de la película. Una serie que originalmente iba a emitirse en Disney+ pero Disney consideró que trataba temas adultos poco apropiados para un canal familiar y por eso acabo emitiéndose en Hulu. Se ve que ver al Mandaloriano desintegrar Jawas o partir en dos a alguien con una puerta automática es mas familiar que ver a dos chicos besándose, una señal de que aunque se han hecho grandes avances en estos temas aun queda mucho por hacer.