Esta semana se ha publicado el Superman: Heroes, un especial en el que se lidia con las motivaciones y reacciones a la confesión publica de Superman de que en realidad es Clark Kent. Y este cómic escrito entre Brian Bendis, Greg Rucka y Matt Fraction y dibujado por un puñado de grandes dibujantes como Mike Norton, Kevin Maguire, Mike Perkins, Steve Lieber y Scott Godlewski. Pero dejando a un lado lo que nos pueda gustar mas o menos esta idea de Superman sin identidad secreta o descubrir con poca sorpresa lo bien que le sienta a Bendis no escribir esto solo, este especial me ha provocado cierta indignación al recordarme lo mucho que se infrautiliza a ciertos autores que merecerían estar en lo mas alto y a quienes vemos como en el caso de hoy, relegados a dibujar cosas sueltas aquí y allá en lugar de tener proyectos dignos de su talento y trayectoria. Pero antes de dar paso a la indignación vamos a ver por encima de que va este especial.
Detrás de una portada de Brian Hitch (alguien que para mi tiene mas reconocimiento del que debería) nos encontramos con un pequeño prologo que nos recuerda lo importantisimos que son para Superman Ma y Pa Kent y que están tan bien escritos que dan ganas de ir a buscar a ciertos directorucho de cine para obligarle a comerse el metraje de su película. Un prologo que no esta acreditado (hay unos créditos generales mencionando a todos los autores pero sin especificar quien hace cada pagina) pero que parece demasiado bien escrito para ser el Bendis actual (quizás es el Bendis del pasado que aun sigue vivo en su interior) y que si no me equivoco mucho esta dibujado por Mike Norton.
Tras esto nos encontramos con pequeñas mini historias que nos muestran las primeras reacciones de la Liga de la Justicia ante la revelación, momentos privados entre amigos de Superman que debaten sobre lo acertado o no de su decisión, encuentros entre Superman y compañeros de profesión y amigos que tienen reacciones casi de alivio ya que la gran revelación no les pilla de nuevas precisamente, repercusiones no del todo inesperadas ante la gran noticia por parte del publico en general y un pequeño epilogo que pretende recordar al lector que esto es solo un pequeño oasis y que en las series regulares de Superman hay una trama en curso que dejó de interesarme hace meses.
Pero para mi realmente gordo de este especial ha sido la segunda historia, apenas cuatro paginas que si que son puro Bendis (pero del de antes) en las que ademas de hacer valer su punto fuerte de los diálogos y copiarse un recurso que ha utilizado a menudo en el pasado, destaca por encima de todo por estar dibujadas por uno de mis autores favoritos de todos los tiempos, Kevin Maguire.
No hay mas que ver (y admirar) esta espectacular doble pagina aqui abajo en la que podemos apreciar pequeños detalles como la familiaridad entre Booster y Beetle o que se hayan colocado justo delante de J’onn (que falta nos hace otra JLI) o saber, sin dialogo alguno y solo por las expresiones de los personajes, quienes están a favor o en contra de que Superman haya abandonado su identidad secreta, que nos recuerdan que Maguire pese a los años transcurridos sigue teniendo un talento enorme (aunque le falla haber colocado a Atom sobre el hombro de Green Arrow y no sobre el de Hawkman)
Y tras esta nos encontramos con una de esas dobles paginas que tanto le gustan a Bendis con todos los personajes expresando sus opiniones y en la que nos encontramos alguna cosa curiosa que otra mas allá de poder seguir admirando el trabajo de Maguire.
Quizás lo que mas llama la atención es ver a Batman asegurándole a Superman de que la granja de sus padres se encuentra “off the grid” y que lo único que deben hacer es no tocar nada. Y el detalle importante es ese THEY, ellos, plural, sus padres, Jonathan y Martha… Desde que acabo Doomsday Clock y vimos allí que los Kent volvían a estar vivos, pero nadie desde DC parecía tener claro si eso estaba dentro de continuidad o no, existía la duda de si Ma y Pa Kent volvían a estar vivos como deberían o si seguían muertos como tras el despropósito del New52. Y aunque esto no es una prueba definitiva (me creeré que siguen vivos o muertos cuando les vea a ellos o sus tumbas en las series regulares) todo parece indicar que afortunadamente se vuelve a la situación Post-Crisis en la que Superman puede contar con el apoyo de sus padres.
Otro detalle curioso, que es mas un chiste de Bendis hacia los lectores, es esta afirmación de Zatanna de que ni ella puede hacer que el mundo olvide que Superman es Clark Kent si este cambia de opinión. Una coña de Bendis acerca de eso que ha afirmado en entrevistas y redes sociales de que esto es un cambio que viene para quedarse pero que sabemos que solo va a durar hasta que llegue alguien que decida lo contrario. Y ademas si hace falta ayuda mágica para ello ahí esta el Espectro que ya tiene experiencia en eso de devolverle a la gente sus identidades secretas.
Pero aunque da gusto poder disfrutar de estas paginas y analizar los pequeños detalles tanto en los diálogos como en el dibujo, aquí nos encontramos con esa injusticia de la que hablaba. Y es que pese a que estas cuatro paginas da gusto verlas, y vemos a Maguire clavar como siempre el lenguaje corporal y la expresividad facial de sus personajes… no dejan de ser cuatro simples paginas en un especial, y Kevin Maguire se merece muchísimo mas. Porque no se a los demás, pero a mi me cabrea y mucho vivir en un mundo en el que dibujantes mediocres no paran de conseguir encargos regulares ya sea porque son rapidísimos (aunque a veces poco agradables a la vista) tengan mejores contactos o por alguna razón que escapa a la cordura cuenten con el favor de un amplio sector del publico que compra sus cómics pese a que no le lleguen ni a la suela de los zapatos de gente como Maguire, y a este le vemos condenado a proyectos especiales como este o etapas cortisimas como su reciente en Supergirl, cuando sabemos que se merece mucho mas.
Y este es el mundo en el que vivimos, en el que exceptuando a las grandes estrellas, en la industria del cómic ya no parece haber apenas sitio para dibujantes y escritores que aun tienen muchísimo que aportar al medio y que se ven apartados de este en mayor o menor medida solo porque ya tienen cierta edad o porque triunfaron hace décadas y buena parte de los lectores actuales no saben ni quienes son. Y a estos parece que ya solo les queda resignarse a vivir de comissions, publicar sus cómics vía crowfunding o esperar a que algún amigo les enchufe en algún proyecto especial, y eso no es solo muy triste, es tremendamente injusto.