Aunque yo siempre he sido mas de Star Wars y de Babylon 5 que de Star Trek, no voy a negar que el universo Trekkie me ha conquistado estos últimos años gracias a mi visionado tardío de la serie clásica y a estrenos como Discovery. Por ello y pese a que nunca he visto la serie de la Nueva Generación y sus películas siempre me parecieron inferiores a las protagonizadas por la tripulación clásica, esperaba con ganas el estreno de la serie de Picard, en parte por mi admiración hacia Patrick Stewart, pero sobre todo por ver si eran capaces de hacer algo nuevo con ese universo de ficción como su serie hermana Discovery. Y aunque hasta ahora solo he podido ver el primer episodio y este es básicamente un prologo para ponernos en situación y presentar a algunos de los protagonistas, el resultado no podría haber sido mas satisfactorio.
Han pasado muchos años desde que Jean-Luc Picard, desencantado con las políticas de la Federación, se retirase de la Flota Estelar para vivir su retiro en paz entre sus viñedos familiares en Francia. Pero el descanso parece no estar hecho para personas como Picard, y por ello cuando una joven inocente, perseguida por unos misteriosos asesinos, aparece en su puerta asegurando que solo el puede ayudarla, el viejo almirante no podrá evitar la llamada a la acción para hacer lo que la Federación jamas debió dejar de hacer, proteger a quienes lo necesitan.
Como mi conexión con toda la Nueva Generación es tenue siendo generoso, me dispuse a ver esta serie con pocas ideas preconcebidas de lo que me iba a encontrar mas allá de esperar hasta cierto punto una versión crepuscular del personaje de Picard a lo Old Man Logan o Sin Perdón aunque quizás algo menos cínico y amargado. Y hasta cierto punto ha sido así, aunque este Picard no este tanto amargado como anhelando regresar a su vida de aventuras y justamente indignado porque su mundo ha dejado de defender lo correcto.
Un punto este ultimo en el que aprovechando los eventos del prologo de la Star Trek de J.J. Abrams con la destrucción de Romulus, se ataca de forma nada sutil a la reacción, o mas bien inanición de muchos gobiernos ante las crisis de refugiados (de esos que siempre acaban llamando por eufemismos a ver si nos olvidamos de que son personas), prefiriendo, como hace aquí la Federación, mirar hacia otro lado y que se las apañen como puedan. Un elemento que viene acompañado en este primer episodio por unos medios de comunicación manipuladores y sensacionalistas y que nos recuerdan que Star Trek podrá ser muchas cosas pero no ajena a tocar temas políticos y sociales.
Pero dejando eso a un lado, y teniendo en cuenta que esto ha sido solo un pequeño prologo de lo que esta por venir, lo que he podido ver hasta ahora me ha gustado mucho. La premisa que se nos ha insinuado hasta ahora y sus conexiones con el pasado prometen ser muy interesantes, las nuevas posiciones que ocupan los diversos jugadores en este escenario intergalactico pueden dar mucho juego y lo mejor es que en ese universo que parece estar perdiendo la cordura y la conciencia tenemos a un viejo soldado dispuesto a enarbolar el solo si hace falta los viejos valores de la Federación.
Y aunque es cierto que como me suele suceder igual es demasiado pronto para tener una opinión en condiciones, a mi de momento a mi me han ganado con este primer episodio y espero con unas ganas enormes el resto de la serie (aunque no con tantas ganas como espero el regreso de la tripulación de la Discovery). Que da gusto ver lo bien que se esta adaptando Star Trek a los nuevos tiempos al menos en televisión y van a acabar consiguiendo que me haga trekkie a mis años.