Icono del sitio BRAINSTOMPING

Marvel y su entrada en Japón: De como Stan Lee conoció a Osamu Tezuka

No iban a llevarse a Japón a Jack Kirby, por supuesto. Allá por los 70, Stan Lee era la figura Walt Disneyana que los nuevos propietarios de Marvel, Cadence Industries Corporation, habían demandado para formalizar la compra de la editorial a su antiguo propietario, Martin Goodman. Cadence, cuyo antiguo nombre había sido el de Perfect Film & Chemical Corporation, habían comprado Marvel con el objetivo de convertirla en vivero de ideas para su futura expansión audiovisual, la cual ya habían empezado a llevar a cabo con la compra de Desilu Studios -sí, los de Star Trek- pero que tampoco llegaría muy lejos. Y alguno me dirá, ¿que tienen que ver Stan Lee y Tezuka con todo esto? Pues vamos a verlo, vámonos hasta el Japón de 1976…

El Dios del manga y El Hombre de Marvel, frente a frente.

Nuestra historia comienza con Gene Pelc, representante del departamento de licencias de Cadence Industries que viaja a Japón con el objetivo de vender los tebeos de Marvel en el País del Sol Naciente. Los japoneses, que ya habían sido introducidos a los superhéroes norteamericanos y habían llegado a disfrutar de la batmania del show de Adam West -llegando a tener su propio manga de Batman realizado por Jiro Kuwata- no acababan de apreciar los superhéroes de Marvel, a pesar de que la compañía había licenciado sendos mangas a la editorial Kodansha de Spiderman -por Ryoichi Ikegami- y Hulk -por, entre otros, Kazuo Koike, que luego colaboraría con Ikegami en Crying Freeman- protagonizados por japoneses, pero la cosa no había acabado de funcionar. Pelc acudió a Shueisha, la cual con cierta reticencia publicaría traducciones de material americano en una de sus revistas -presumiblemente Weekly Shonen Jump, pero esto es especulación mía porque el texto del que estoy tirando lo traduce como «Weekly Playboy de Shu Eisha Publishing Company, sin ninguna relación con la revista de Hugh Hefner»- pero los japoneses acabaron teniendo razón y la cosa no tuvo mucho éxito. Así que Pelc tenía que volver a la casilla de salida; ¿cómo era posible que los japoneses, que tanto disfrutaban con aquel monstruo radiactivo llamado Godzilla no aceptaran a Hulk? Y eso por no hablar de los Kamen Rider o Ultraman, series de televisión que mostraban a tipos que se transformaban en lo que solo podían considerarse superhéroes japoneses. Y sí, justamente por ahí decidió atacar Gene Pelc; se fue directo a la productora de las series de superhéroes japoneses que más lo petaban en aquel momento, la de los llamados «super sentai», Toei.

El Spiderman de Ikegami.

Pelc había observado como en el Japón de aquel momento lo que estaba de moda era el «mecha» -los robots gigantes como el Mazinger de Go Nagai-, el «henshin» -series en las que el protagonista se transforma en un héroe disfrazado, las más cercanas al superhéroe occidental- mientras que en la década anterior lo que lo había petado era el «kyodai hero», convirtiéndose en otro héroe pero gigante; el éxito de monstruos gigantes Godzilla y Gamerah todavía se notaba en aquellos tiempos y a los críos les encantaba eso de que el héroe se pegara a puñetazos con los monstruos, y de ahí había venido el tremendo éxito de Ultraman. Pelc y Toei tuvieron esto en mente al «reinterpretar» los personajes de Marvel para la audiencia japonesa, y por eso decidieron hacer una fusión del henshin, en kyodai y el mecha: el Peter Parker japonés se transformaría en Spiderman, pero además tendría un robot gigante que se enfrentaría a monstruos gigantes. Ahí, a lo loco.

Haruku (Hulk) compartía el trauma núclear japonés, con lo que no hubo cambios absurdos al origen como si pasó en las adaptaciones occidentales.

Toei pondría al frente del proyecto a Shotaro Ishinomori, veterano de Kamen Rider, y el hombre elaboraría la mayor mezcla de conceptos exitosos del tokusatsu -lo que en Japón llaman cine/televisión de efectos especiales- recreando a Peter Parker como un motociclista llamado Takuya Yamashiro que tras ser herido de muerte es salvado por un misterioso alienígena gracias al «brazalete de la araña» el cual tiene la pinta de un lanzarredes pero a la vez le guarda el traje de Spiderman y le da acceso a vehículos supersofisticados y a su propio robot gigante, el Leopardon. Supaidaman -que así llamarían a Spiderman por esos lares- se convertiría en el héroe de la humanidad en su enfrentamiento contra el malvado Ejército de la Cruz de Hierro, que trata de conquistar la Tierra en una etapa más de su gira por la galaxia para conquistar el universo. Los malvados, liderados por el Profesor Monstruo y su comandante la Amazona, le echarán encima al pobre Takuya todo tipo de bichejos y esbirros estrafalarios, con la novedad de que algunos de ellos creceran hasta el tamaño de un kaiju al final del episodio y Supaidaman tendrá que rematarlos con el poder de Leopardon. Y no veas como lo petaron con esa novedad…

¡Supaidaman!

Porque puede que para la historia de Spiderman Supaidaman sea una mera anécdota, pero para la historia del tokusatsu viene a ser como la serie que estableció los cimientos que asentaría Battle Fever J de lo que sería el super sentai, la serie de series que nos traería éxitos como Bioman, Jetman o Power Rangers. Battle Fever J, también una coproducción de Marvel con Toei, se gestó como una adaptación de los Vengadores que terminó conviertiéndose en una serie totalmente independiente protagonizada por héroes de nombres internacionales -pero encarnados por actores japoneses- Battle France, Battle Kenya, Battle Japan, Battle Cossack o Miss America, que solo comparte el nombre con el personaje de Los Invasores. Battle Fever J está considerado como el primer Super Sentai al adaptar el concepto Supaidaman al de grupo de superhéroes, y aunque retrospectivamente Toei quiso «apropiarse por completo del concepto» afirmando que un par de series anteriores ya eran super sentais de pleno derecho, Battle Fever J es la que lo establece por completo. Pero claro, ¿dónde deja esto a Gene Pelc y su plan de difundir Marvel en Japón?

¡Ni jarto de orujo se me habría ocurrido pensar que esto empezó como una adaptación de Los Vengadores!

La verdad es que muy malamente, porque en realidad Pelc consiguió que Marvel ganara dinero pero no logró difundir mucho su producto. Podría decirse que lo dió por imposible, porque las peculiaridades de la sociedad japonesa parecían exigir un producto completamente adaptado, pero la realidad no paraba de quitarle la razón cuando justo en aquel momento la Star Wars de George Lucas volvía completamente locos a los japoneses (y Pelc lo sabía muy bien, porque licenció una adaptación de Star Wars al manga). Aun así, Toei seguía interesándose por Marvel y llegó a hacer una adaptación a la animación de La Tumba de Drácula espectacularmente fiel, pero más allá de esto y de una adaptación de Frankenstein que poco cogió de la versión de Marvel, la colaboración creativa entre ambas empresas terminaría allí, con Marvel Productions encargándole a Toei la animación de alguna de sus series para el mercado occidental y poco más. Pelc no consiguió hacer que los japoneses leyeran o amaran a los superhéroes de Marvel, pero Toei si que consiguió quedarse para sí las partes de dichos personajes que les interesaban, y hasta de la adaptación de La Tumba de Drácula consiguieron abrir un mercado para el anime de terror. Pero estábamos hablando de Stan Lee y Osamu Tezuka…

Y aunque no se vea muy bien, este es Go Nagai, el creador del mismísimo Mazinger Z, junto a Stan Lee y Gene Pelc.

En 1978 se formalizó el acuerdo entre Marvel y Toei gracias a las gestiones de Gene Pelc, y el número 22 de Foom publicó una entrevista suya en la que venía a contarnos sus gestiones, sus planes de expansión y como los japoneses planeaban hacer series de animación de Silver Surfer, Black Panther o Ms Marvel -«a pesar de que en Japón no hay negros ni mujeres liberadas»-. Pelc, que aspiraba a convertirse en el «padre de Marvel Comics en Japón», se llevó a Stan Lee al país del Sol Naciente y se lo presentó a Osamu Tezuka, a Go Nagai y a muchos de los mangakas del momento, en la que sería la primera de muchas visitas de Lee a dicho país, siendo la última de ellas en 2016. Sin embargo, el éxito de Marvel en Japón se suele decir que llegaría unos años después de la desaparición de Cadence y la venta de Marvel a New World Pictures, con la edición de los X-Men de Jim Lee en Japón y la consiguiente serie de animación; pero ojo, que se podría decir que Pelc ya ganó una batalla «después de muerto»…

EKSMEN, EKSMEN, ME GUSTA MAS EL VIDEOGUEIM! EL VIDEOGUEIM!

Y es que aunque Stan Lee y Marvel Productions estaron emperrados en que el personaje que había que vender a Japón era Spiderman o Los Vengadores, la realidad es que a mediados de los 80 The Uncanny X-Men era el cómic de Marvel más vendido con muchísima diferencia, con lo que para finales de la década se encargó un episodio piloto para una posible serie de animación. El piloto, producido por Marvel Productions, entraba dentro del trato de Toei para producir las series de animación de Marvel, y aunque no acabó cristalizando directamente en la serie de televisión, su adaptación al videojuego corrió a cargo de una de las mejores desarrolladoras de videojuegos de la historia del Japón, Konami, que realizó una de las mejores recreativas de la época -con un mueble mastodóntico de seis jugadores simultaneos, oiga- y provocó que los japoneses -y parte del extranjero- empezaran a familiarizarse con personajes como Tormenta, Lobezno, Rondador Nocturno y demás lo suficiente como para que en el mercado nipón empezaran a editarse los cómics de mutantes de la época -los de Chris Claremont y Jim Lee- y que la fiebre mutante se consolidara con la posterior serie de animación, abriendo definitivamente las puertas de Japón a la invasión Marvel. Y es que Gene Pelc dejaría el puesto de gestor de la licencia de Marvel en 1989, pero para entonces podría decirse que su trabajo ya estaba hecho.

¡Ojo a las ilustraciones del mueble, con todo un quién es quién de dibujantes de la historia del grupo!

Y sí, la serie de animación de los 90 tuvo sus propios openings llenos de tópicos del anime ochentero, ¡ojo que hasta sale Krakoa en uno de ellos! ¡Porque les da la gana!

 

Salir de la versión móvil