La semana pasada nos enteramos de una noticia agridulce, la del retiro formal de George Perez del mundo del cómic. Un anuncio que por una parte resulta tremendamente triste ya que se trata de uno de los dibujantes de cómic mas importantes del genero superheroico de las ultimas cuatro décadas. Pero al mismo tiempo es un anuncio relativamente feliz ya que aunque Perez no se retira del todo por voluntad propia, lo hace en unas circunstancias que le permitirán vivir con comodidad el resto de su vida. Así que por una vez vamos a rendir aquí homenaje a un gran artista cuando aun se encuentra entre nosotros y que aunque le echaremos mucho de menos al menos podemos alegrarnos de que se prepara para disfrutar de un mas que merecido descanso en el que le deseamos todo lo mejor.
Si tuviésemos que hacer una lista de los autores de cómic de superhéroes mas icónicos y representativos del genero sin duda el nombre de George Perez se encontraría entre lo mas destacado de esa lista. Una posición que Perez se ha ganado a pulso con sus cuatro décadas. y pico de trabajo y que comenzó humildemente en 1974 cuando entro a trabajar en Marvel como asistente de Rich Buckler para quien dibujo una historia corta de dos paginas publicada en el n.º 25 de Astonishing Tales y en la que parodiaba el origen de Deathlok.
Poco a poco su talento le permitió ir ganándose proyectos cada vez mas importantes (dentro de lo que se le podía ofrecer a un novato de apenas veinte años) y paso a dibujar a los Hijos del Tigre y a co crear, junto con Bill Mantlo, al Tigre Blanco/Héctor Ayala, el primer superhéroe puertoriqueño (como el propio George Perez). Pero no tardo en pasar a trabajos de mayor envergadura y en nada ya se encontraba dibujando títulos tan importantes de la casa como Los Vengadores o los 4 Fantásticos, serie esta ultima donde comenzaría una larga y mas que fructífera colaboración con el guionista Marv Wolfman.
Y llegada la década de los 80, Perez comenzó a hacer historia. Compaginando en principio su trabajo con Marvel Perez dio sus primeros pasos en DC Comics en títulos tan importantes como la JLA. Pero fue su nueva colaboración con Marv Wolfman en el relanzamiento de los Teen Titans lo que le convirtió en una estrella. Este cómic, que era la respuesta de DC a la (relativamente) nueva Patrulla X de Marvel, y que combinaba a personajes clásicos de la editorial como Robin, Kid Flash y Wonder Girl junto con nuevas creaciones, ahora clásicos, como Raven, Starfire, Cyborg o Beast Boy, fue todo un éxito entre los lectores y la industria y puso a Perez en el camino del que sin duda es el gran proyecto de su carrera.
Crisis en Tierras Infinitas. Un proyecto titanico que pretendía facilitar la comprensión del Universo DC (sigh) y que fue todo un espectáculo incomparable en aquella época que para mi, como para muchísimos otros en España, fue la puerta de entrada a los héroes de esa editorial. Pocos dibujantes podría haber salido airosos de un proyecto como ese que aunaba TODO lo que DC había creado desde sus orígenes, cada héroe y villano, cada grupo, cada mundo alienigena, dimensión o época. Perez lo dibujó absolutamente todo y lo hizo a la perfección, creando junto con Wolfman el ejemplo perfecto de lo que debía ser un mega evento y que he perdido la cuenta de las veces que he releído sin que haya dejado de parecerme igual de épico nunca. (Pero mejor dejar para otra ocasión todas las meteduras de pata editoriales que vinieron después)
Pero Perez no se durmió en los laureles y su siguiente trabajo fue igualmente de bien recibido entre todo el mundo, su relanzamiento de Wonder Woman. Una época dorada para el personaje que se ha ganado a pulso ser una de las mejores etapas del personaje en toda su historia y que muchos han tratado de imitar sin éxito. Durante aquellos años Perez tuvo ocasión de regresar a la serie que le lanzo a la fama, los New Teen Titans y trabajar en series como Superman o Batman. Pero a comienzos de los 90 (ea década casi maldita) problemas editoriales con DC durante la saga de la Guerra de los Dioses y el descubrir que iba a ser reemplazado como guionista de Wonder Woman sin tener siquiera la oportunidad de terminar la historia que estaba contando le llevo a abandonar la editorial durante varios años.
Una época en la que había vuelto a trabajar para Marvel (y no puedo evitar sospechar si esto no tendría que ver con lo anterior) para encargarse de dibujar una serie que ahora mismo se encuentra de muchísima actualidad, El Guantelete del Infinito. Pero los problemas profesionales con DC le afectaron tanto en lo personal que no pudo terminar la serie, teniendo que terminarla Ron Lim (ya podrían haber intentado pillar a alguien como Tom Grummet). Y todo esto llevo a Perez a alejarse un poco de los focos de la industria. Una época en la que entre diversos proyectos para editoriales menores como Malibu y Tekno Comix, lo mas destacable de su carrera lo encontramos en dos colaboraciones con Peter David, Sachs and Violens para Epic y la espectacular miniserie Hulk: Futuro Imperfecto.
Pero a mediados de la década de los 90 Perez volvió a la primera linea junto con Kurt Busiek relanzando los Vengadores tras aquel horror que había sido Heroes Reborn. Una serie en la que permaneció unos tres años y que fue el punto de partida que les permitió a ambos creadores ser los responsables de un crossover largamente esperado por incontables legiones de lectores, el JLA/Avengers. Allí Perez estuvo mejor de lo que había estado en muchísimos años, lo que junto al inspiradisimo guion de Busiek nos dio a los lectores uno de esos cómics que da gusto leer y releer (y que ya estamos tardando en reseñar por aquí). Un trabajo que ademas debió permitirle a Perez sacarse la espinita que le quedo al no llegar a buen puerto el intento inicial de este crossover que se había intentado hacer en los 80 y del que Perez llego a dibujar numerosas paginas.
Durante los años siguientes la trayectoria de su carrera siguió siendo algo irregular, con trabajos menores como recuperar una vieja serie de su propiedad, Crimson Plague en Gorilla Comics y trabajos para Crossgen, con proyectos mas importantes como su colaboración en Final Crisis, la miniserie La Legión de Tres Mundos (si vas a dibujar a tantísimos héroes como los que caben en tres legiones necesitas a alguien con experiencia en ese terreno) o la novela gráfica New Teen Titans: Games, en la que reunido de nuevo con Marv Wolfman ambos autores nos contaban una ultima historia de sus Titanes.
Perez llego incluso a colaborar en el comienzo del New52 escribiendo la serie de Superman y entintando a Dan Jurgens, pero de nuevo problemas editoriales, sumados a que en aquellos días nadie parecía tener claro que había dentro o fuera de continuidad y que había que tener cuidado de no contradecir lo que estaba contando Morrison en Action Comics, ambientada cinco años antes, llevaron a Perez a tirar la toalla y dejar la serie (y no creo que nadie pueda culparle de ello)
Todo eso, sumado a unos problemas de salud cada vez mayores relacionados con su diabetes, su corazón y su vista y que llevaba años arrastrando, le llevaron a sufrir varias operaciones y a ir reduciendo cada vez mas su carga de trabajo, limitándonos a poder disfrutar del mismo en colaboraciones muy puntuales como portadas y poco mas. Un retiro prácticamente de facto al que se le une ahora la confirmación oficial por su parte de que a su retiro profesional se le une el abandono de los dibujos por encargo, las comissions, que aun seguía realizando, la reducción a su mínima expresión de los bocetos realizados en las convenciones y de su presencia en estas.
Y ya en un terreno mas personal, no puedo negar que su despedida, que ha ido sucediendo poco a poco en los últimos años, me ha dolido pese a que al mismo tiempo me alegro muchísimo por el (no todos los autores de cómic son capaces de retirarse de una forma tan cómoda como el) ya que para mi Perez siempre fue (y sigue siendo) uno de los autores definitivos del genero superheroico desde que le descubrí en los Nuevos Titanes de Zinco. Ya desde entonces, y sin tener ni idea de los aspectos técnicos de la profesión (y no es que ahora sepa mucho mas) siempre me fascinó el increíble nivel de detalle que Perez le daba a su trabajo, con escenarios enormes con diferentes niveles de profundidad, esa habilidad especial para manejar repartos enormes de personajes y que estos y el mundo en el que se movían parecía mas vivo que en manos de otros autores.
Pero siendo justos Perez no era tan bueno en todo, y uno de sus puntos mas débiles siempre fue el diseño de personajes. Una tarea en la que probablemente su obsesión por el detalle le llevaba a recargar sus diseños, y eso dio lugar a algunos trajes de esos que es mejor olvidar, como el primer traje de Nightwing o el que lucio Donna Troy cuando empezó a hacerse llamar Troia. Diseños que coexistían de forma inexplicable con notables y elegantes excepciones como el de Raven. Pero pese a todo lo recargado y complicado que es, no puedo negar que el traje original de Deathstroke (que tanto le debe a su propio diseño para el Supervisor/Taskmaster, siempre tendrá un encanto especial para mi.
Pero es un retiro que como decía mas arriba es solo agridulce, ya que como el mismo explica en su carta de “despedida”, los ingresos generados por los royalties de su numerosa obra le permiten retirarse sin tener que preocuparse demasiado por su situación financiera. Algo a lo que tenemos que añadir ese pequeño hilillo de esperanza de que si llega algún proyecto realmente interesante y le dan el tiempo suficiente para realizarlo, se lo planteara. Así que confiemos en que haya por ahí algún editor con cabeza que pueda ofrecerle a Perez un trabajo digno de su inmenso talento para que sus admiradores podamos disfrutar una vez mas de su trabajo. Y si eso no llega, espero que disfrute como quiera de su retiro, que se lo ha ganado a pulso y siempre nos quedara releer sus grandes obras.