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El problema de formar tribus por marketing: Diablo Immortal y morir de amor

«¿Qué os pasa? Todos tenéis un telefono, ¿no?»
Para los que no lo sepan, este fin de semana pasado se celebró la Blizzcon, una convención de videojuegos organizada por Blizzard Entertainment para su mayor gloria y que ha tenido como secuela principal un cabreo enorme por parte de los fans de Diablo. Por primera vez en los más de diez años de la historia de la convención, Blizzard ha sido abucheada. Sé que algunos de vosotros no os interesan los videojuegos, pero si aguantáis hasta el final del post creo que vamos a tener una reflexión interesante sobre el fandom. Una que creo que explica muchas cosas.

Que los fans de Diablo se quejarán mucho, pero Starcraft salió en 2008 y anda que no llevamos años esperando a Warcraft 4.

De entrada debo decir que no soy fan de Diablo. Y mira que lo he intentado, porque al final no deja de ser un juego de Blizzard y me gustan todos sus juegos menos ese, pero nunca acabé de ver en Diablo algo que no fuera la peor parte de World of Warcraft; el incesante grindeo o el mazmorreo sin poder pararte a fisgonear/pescar mientras discutes con tus compañeros de guild si Jungla de Cristal 3 es mejor que la 1. Puedo entender perfectamente que a la gente le gusten Diablo 1, 2 o 3, y hasta comprendo los sentimientos de los jugadores de su tercera parte -la que está vigente- al ver que Blizzard no les da el contenido nuevo para el juego que ellos esperaban, a pesar de que la desarrolladora no prometió exactamente ese contenido; veréis, dijeron que para la convención iban a recibir una noticia importante sobre Diablo, y cuando también les garantizaron que no sería una cuarta entrega de la serie, todos dieron por hecho que sería una expansión de Diablo 3 o tal vez una versión multijugador masivo de Diablo o, incluso, el propio Diablo 4 «porque podía darse la sorpresa». Sin embargo, lo que tenía más puntos de ocurrir y todos parecían dar por seguro era que se iba a anunciar el desarrollo de un remake de Diablo II, seguramente el juego más querido de la serie y el que muchos fans consideran aún mejor que su tercera parte, a pesar de la década que separa el lanzamiento de uno del otro.

No salió un remake del Diablo 2, si no de Warcraft III. ¡Y anda que no mola ni ná!

Y entonces llegaron los horarios de la convención, y los fans de Diablo vieron que los habían reservado para el final de la presentación inicial; para el que no lo sepa, normalmente en estas convenciones se suele dejar el bombazo principal para el final, con la idea de dejar un buen sabor de boca. Los jugadores estaban ilusionados y fueron a una convención un tanto cara -la entrada más barata vale en torno a 200 dólares, a lo que hay que sumar desplazamiento y estancia- tragándose una presentación sobre todos los demás juegos de la compañía, y seguramente hasta se sintieron esperanzados cuando vieron que justo antes de la sección de Diablo se presentaba otro remake de un juego de la misma época de Diablo II, Warcraft III. Sin embargo, y cuando uno de los desarrolladores de Diablo III salió a escena, lo que presentaron fue un nuevo juego de Diablo, Diablo Immortal… Para teléfonos móviles.

Blizzard jura y perjura que están haciendo el juego ellos, pero ese logo de Netease…

Cualquier profano pensará que no es para tanto. Los propios desarrolladores de Blizzard se soprendieron primero de la frialdad y luego de los abucheos que recibieron, y no lo arreglaron en absoluto cuando uno de los fans, además de cuestionar si esto era una broma, les preguntó si el nuevo juego saldría para PC y estos le respondieron que no, pero que al final todos tenían teléfonos, que no veían el problema, que todos podían jugar. El video se ha extendido por las redes y los trailers de Diablo Immortal han sido downvoteados a manos llenas, llegando Blizzard a retirarlos de Youtube y volver a subirlos para que las manitas abajo no les perjudicaran más de lo debido. Pero aun así, han seguido bajando.

Que yo veo esto y pienso «pues eso, un Diablo». Pero para los diableros es una traición en toda regla.

Hay que entender que esto mismo le había pasado a Electronic Arts allá por el mes de junio cuando se le ocurrió presentar un nuevo juego de Command & Conquer -un juego de PC de toda la vida- pero «para móviles», en una versión tremendamente simplificada por tener que estar adaptada a los controles y el tamaño de la pantalla de un teléfono. Los fans pueden hasta entender que compañías como Electronic Arts cometan este tipo de «traiciones», pero cuando estamos hablando de la inmaculada Blizzard Entertainment, esa compañía que lleva doce años montando conferencias que movilizan a tanta gente y a la que se le tiene tanta devoción que hasta los que no pueden permitirse ir a la conferencia son capaces de soltar 50 eurazos por poder ver las conferencias por internet, entiendo que el golpe de realidad para los fans sea tan duro, y hasta me solidarizo con ellos.

Es un precio un tanto caro para ver un streaming publicitario, vaya.

La realidad es que Blizzard tiene muchos negocios en Asia en general y China en particular, y uno de sus socios principales por allí es Netease, la cual tiene una división de videojuegos de teléfonos móviles realmente potente. Probablemente ambos creen que una forma de meter la franquicia Diablo en China es realizar este juego, y mediante el mismo meterse también en el mercado de móviles del resto del mundo; al fin y al cabo hay un millón de clónicos de Diablo en el mundo de los móviles -la propia Netease tiene unos cuantos, sospechosísimamente parecidos a Diablo Immortal- con lo que es lógico que la ip original se meta a sacar tajada. Pero claro, gran parte del glamour que se había creado en Diablo durante generaciones era el aspecto de machacar el ratón delante del PC, y aunque el juego ha sido adaptado con bastante éxito a consolas, la gente que va a la Blizzcon espera un juego con la profundidad y libertad de movimiento que te permite el tener todos los botones de un PC o hasta un mando de consola. Si ya de por sí los jugadores de consola muchas veces no son los mismos que los de PC -aunque hay sinergia entre ellos, muchas veces los juegos de ordenador no funcionan en consolas y viceversa- la gente que juega en móvil y a la vez en PC/consola es muchísima menos. Y esto es muy gordo, porque las nuevas generaciones vienen decididas a jugar sólo en teléfonos móviles y tablets. Pero no nos vayamos por las ramas, que eso ya es otro tema…

Que si hay que decir que los de Blizzard siguen haciendo cinemáticas chulas, pues se dice.

Porque aquí tenemos un caso claro de que te regalen calcetines por reyes. De un consumidor que es tan devoto como para gastarse un pastizal para ir a un evento publicitario, un evento presentado por el fundador de la compañía y al que literalmente les dió la bienvenida diciendo que esa convención era «su casa», y que en ella «no hay desconocidos, sólo amigos por conocer». Si tu eres tan paternalista, si tu incentivas de tal forma el aspecto tribal, de grupo, de pertenencia, ¿cómo carajo te extrañas de que la gente se te eche encima si no cumples las expectativas del personal? Le has dicho al personal que son tus amigos y los muy merluzos se lo han creído, ¡normal que se enfaden si notan que intentas ganarte su dinero de forma demasiado descarada! ¡Si vas de paternalista no te extrañes que los demás se comporten como tus hijos malcriados! Estamos hablando de gente que se disfraza de tus personajes, que se compra todo lo que sacas, estamos hablando de los que se meten a twitter poniendo fotos de todos tus juegos, de los que tratan de promocionar tu producto como si la vida les fuera en ello. Y todo esto sin entrar en lo que se llamaría el aspecto tóxico, el que se pega con los demás por decir que no les gusta tu producto, el que te defiende a muerte, el que se tatúa un logo de la horda creyéndoselo y mira mal al que lleva el león de la alianza.

Que con lo bien que les quedan los cortos, uno se pregunta que pudo pasar para que saliera como salió la película de Warcraft…

Y esto lo hemos visto en los cómics, en que Marvel es mejor que DC, en que el europeo es más elevado y los que leen superhéroes son niñatos, en que el manga es para pajilleros, en que Sega mola más que Nintendo, en que las Cazafantasmas son mejores que los Cazafantasmas… Y luego cuando la gente se pelea y las cosas se lían, la culpa la tiene el fandom que es muy tóxico. «Es que los jugadores de videojuegos…» Joder macho, ¡si es que los habéis cebado desde el minuto uno! Habéis tratado de matar en ellos todo sentido crítico y os habéis montado un rollo paternalista insufrible, y encima en muchas ocasiones esas campañas de publicidad basadas en el tribalismo las habéis dirigido a niños. Desde el más inocente «ven al mogollón, ven a la Nintendo» hasta el más vergonzoso «Genesis does what Nintendon’t». La publicidad tiende a decirnos que usar tal o cual producto te va a hacer sentir mejor, te hace sentir parte de una élite o una sociedad secreta, busca provocar en tí ese tipo de sentimientos para que te entusiasmes con su producto, para que te flipes. Si eres fan de Spiderman tienes que jugar al videojuego de Spiderman, comprar los gayumbos de Spiderman y ver la película de Spiderman.

Que si hay que decir que la competencia entre fandoms tiene sus cosas buenas, se dice. Pero joer, a veces se pasan echando carne en el asador…

Llegados a este punto, hay que decir que cada uno es mayorcito y responsable para no perder la cabeza por un videojuego, un cómic, una película, un libro, un cantante o un político. Pero desde luego que no ayuda que seamos bombardeados a todas horas con publicidad que busca que perdamos la cabeza y nos gastemos 200 dólares en una puta entrada para un espectáculo publicitario como la Blizzcon porque es «nuestro hogar». Tampoco estoy diciendo que los fans de Diablo/Blizzard sean una pandilla de flipados -que sí, que lo hay- porque apasionarse por algo no tiene por qué ser precisamente malo, y las convenciones frikis, los partidos de futbol o las misas son puntos de reunión que ayudan a la gente a socializar, a ser personas. Pero que luego no se sorprenda el personal que busca provocar estas pasiones activamente cuando reciba respuestas apasionadas que no les gusten. Os aseguro que las asociaciones de aficionados a meter barquitos en botellas también tienen discusiones apasionadas, pero nunca llegarán al nivel de entusiasmo del que se cruza el mundo para una comicon, el que se gasta 800 pavos en un cosplay o el niño para el que Gameboy es la mejor consola de la historia a pesar de que el único juego que tiene es el Pokemon Amarillo. Vamos Blizzard, coged el photoshop y enseñadles un logo de Diablo 4, que no os cuesta nada y esa gente está soltando una pasta para pagaros el baño de multitudes.

Al final la gran noticia es esto, que puñetas. A ver si con suerte cae un revival de los RTS, uno puede soñar…

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