Pues ya podéis volver a poner la fanfarria de la 20th Century Fox delante del logo de Lucasfilm, porque el departamento de justicia de EEUU acaba de aprobar que Disney se compre a los xenomorfos y a los simios que haga falta.
Dejando de lado el miedo que va a dar Disney acaparando un porcentaje sonrojante de nuestras imaginaciones infantiles, la verdad es que lo que nos importa es el macroeconómicamente insignificante detalle de que Marvel Studios va a tener una oportunidad de hacer que una película de los 4 Fantásticos funcionen, de que los mutantes dejen de ser una franquicia automarginada dentro de la editorial y de que por fin podamos ver a Galactus pegándose con Lobezno sin que eso sea sinónimo de Hugh Jackman pegándose con una nube de gas.