La catársis que estamos experimentando todos los que sobrevivimos a los 90 con la campaña publicitaria de Deadpool 2 es tremenda. Para muestra, un botón:
Que recuerdos a aquellos tiempos en los que casi todo lo que podías comprar de mutantes en el kiosko era de Scott Lobdell mientras oías a los coches pasar con la versión chunda chunda de Titanic…