¿Es esto una película de Los Vengadores o una celebración de los diez años de Marvel Studios? Si hace seis años ya sorprendía que la primera película de Vengadores llegara a funcionar mezclando a los protagonistas de las tres franquicias de Marvel hasta ese momento, Infinity War se lo ponía más complicado al juntarlo todo, subiendo trementamente el riesgo de que la película acabara siendo un batiburrillo incomprensible. Y es que esto es una película de acción de principio a fin, mezclando en todo momento tramas y personajes a años luz de distancia, una película que aparentemente tiene demasiadas voces y ningún protagonista… Hasta que nos damos cuenta de que esta no es la historia de unos superhéroes pegándose con Thanos, esto es una historia de Thanos. Y sí, renuncio a hacer una reseña sin spoilers, que al final ya sabemos que todos los lectores de Brainstomping vais a ir a verla…
No podemos ser neutrales a la hora de juzgar esta película, porque a fin de cuentas llevamos a cuestas los prejuicios de ya conocer esta historia de antemano. Por eso cuesta tanto hablar con otra gente sin soltar spoilers, porque todos hemos leído El Guantelete del Infinito o The Thanos Quest, que al final no dejan de ser las historias que adapta esta película con una fidelidad más grande de lo que habíamos visto hasta ahora en otra película de Marvel Studios, a saber: Thanos va por el universo buscando las gemas alma con el objetivo de destruir a la mitad del universo para la muerte y al final de la película consigue todas las gemas. En cualquier película o historia en la que los buenos tratan de evitar que el malo consiga un macguffin tremendo sabemos que al final lo va a conseguir, y más en el caso de que ya sepamos de antemano que vamos a tener una segunda parte continuando la misma historia. Puede que a los que conozcan estos personajes sólo por las películas les haya resultado un palo ver morir a Pantera Negra, pero creo que todos somos conscientes de que habiendo pendiente un Guardianes de la Galaxia 3 la película no va a estar protagonizada por Rocket en solitario. Infinity War es solo el primer acto de una película, y como tal no puede ser juzgada. Y sin embargo, si la vemos como una película exclusivamente sobre Thanos, igual podemos entenderla mejor. Pero empecemos por el final…
El final de El Guantelete del Infinito ya lo conocemos, Thanos se pone un huerto en un planeta perdido del universo y se olvida de la Muerte y esas cosas de la omnipotencia. Starlin contó la gran historia de Thanos, como un tipo trata de hacer lo posible por conseguir su objetivo, lo consigue y llegado a cierto punto se da cuenta de que lo que realmente le gustaba no era conseguir su premio, era la búsqueda. Por eso nos gustaba más Thanos Quest que el Guantelete del Infinito, a pesar de que la búsqueda de Thanos fuera un acto de chulería tras otro. Pero es que claro, en el Guantelete Thanos ya ha ganado desde el minuto uno y los héroes lo único que hacen es ser vapuleados hasta un final en el que Thanos hace un Doctor Muerte y se autoderrota a si mismo. La película arregla esto haciendo que los vapuleados no sean los Arcanos del Universo como en el cómic original, si no que sea solo uno de los Arcanos -el Coleccionista- y el resto sean Los Vengadores y Los Guardianes de la Galaxia. Y una vez los ves sufrir por todos lados y Thanos consigue reunir las gemas, borra de la existencia a la mitad de los seres vivos del universo… Y se va a plantar lechugas.
No sé con que sensación salieron del cine los que no leyeron los cómics originales, yo salí tremendamente tranquilo, nada me había sorprendido. Casi desde el principio de la película ya supimos como iba a terminar todo esto, aunque lo del huerto de Thanos fue todo un detallazo que admito que no me esperaba que fueran a colocar como plano final de la película. Christopher Markus y Stephen McFeely han escrito un guión que ha sintetizado lo importante de Thanos y lo han desligado de la paja, de los contenidos superfluos y lo han hecho evolucionar sobre el trabajo de Starlin y no contra el. No se menciona por ningún lado a la Señora Muerte, se habla de un tipo obsesionado con la superpoblación que vió como su hogar fue destruido por ella y eso lo volvió tarumba. Es sádico, es despiadado, pero sus intenciones son las de destruir para que se pueda seguir creando, una respuesta directa a todos los cuñados de barra que van diciendo por ahi que «en el mundo hay demasiada gente».
Thanos es un monstruo y, como tal, sus filosofía y sentimientos son una parodia de los de un ser humano. Su nihilismo enmascara su propio fracaso, su amor por Gamora es tan retorcido que está basado en torturarla a ella y en destruir todo lo que ama. Han construido un Thanos rodeada por la devoción fanática de miles, con unos sentimientos de lealtad y devoción o incluso de amor que son totalmente ajenos al propio Thanos, que sólo piensa en conseguir su objetivo porque es lo único que es capaz de ver. No es extraño que, a falta de Adam Warlock, la película nos coloque como «guardián» de la Gema Alma al mismísimo Cráneo Rojo, el tipo más monstruoso de todos los que hasta ese momento habían salido en el universo cinematográfico de Marvel y antítesis del personaje más humano de toda la serie, Steve Rogers. Thanos sacrifica a su propia hija -la única a la que dice amar- y llora lágrimas de cocodrilo, pero para cuando acaba su tarea ni se plantea el recuperar a Gamora, se sienta a plantar lechugas y boniatos porque «el universo ya está en paz». Y bueno, ya sabemos como continúa esto…
Porque la película nos deja claro que existe un mundo dentro de la gema alma, uno al que el propio Thanos acude en momentos clave de la trama. Sabemos que Nébula ha sido torturada como en el cómic original y tiene ganas de vengarse, y también sabemos por la historia original que todo aquel que es absorbido por la gema alma puede volver. Y no, no estoy hablando de Gamora, estoy hablando de un señor colorado que si se hiciera con el guantelete sería bastante peor que el mismísimo Thanos. Pero ya tendremos tiempo para especular, porque no me gustaría acabar este post -sé que me dejo mucho en el tintero, pero necesitaría volver a ver la película para explorar cosas que vi por el rabillo del ojo- sin mencionar los sádicos títulos de crédito de la película, blanco sobre negro, con un Alan Silvestri tremendamente solemne y sin ningún tipo de filigranas, todo el público encerrado en la sala y absolutamente nadie sin salir de ella porque esperan una escena postcréditos que no aparece hasta justo el final… Y que cuando llega tampoco da mucho margen para la esperanza. Pero claro, todos sabemos que Quasar está en camino.