Cuando empezó Brainstomping hace cosa de siete años, la principal reclamación que teníamos como lectores de Marvel era que las historias fueran coherentes. Acababamos de pasar de Dark Reign a lo que fue la Heroic Age, con lo que hemos sido testigos desde este rincón de internet a otro de tantos ciclos de Marvel y DC en los que se cambia todo para dejarlo igual. Pero no voy a enredarme más, vamos con lo que os importa a todos…
Sí, ha vuelto Logan, ¿pero para qué lo queremos? Honestamente, antes de que lo mataran en la etapa de Paul Cornell, Lobezno era un jodido peso muerto y llevaba siéndolo desde hacía muchísimo tiempo. No me malinterpretéis, sabéis de sobra que soy un firme defensor del personaje, pero si lo mataron fue porque ya no sabían que cuernos hacer con el. Porque es curioso ver como a todo el mundo le gusta Lobezno pero muy pocos saben hacer buenas historias con el, y necesitan cambiar su personalidad, hacer historias postapocalípticas o sustituirlo por un hijo bastardo para darle algo de vidilla a sus cómics. Logan siempre ha brillado más dentro de la Patrulla X, interactuando con otros personajes y, aunque tiene historias en solitario la mar de interesantes, lo cierto es que su sobreexposición había desencadenado un agotamiento y un complejo de «mutante florero» -Logan estaba en muchos grupos a la vez y se limitaba en todos ellos a eso, a «estar»- que en cierto modo obligó a Marvel a matarlo por falta de una idea mejor.
Ésto, por supuesto, dice poco y muy malo del equipo editorial de Marvel, que vive entre dos aguas -la del vértigo de no vender tanto como en tiempos y la de tener que satisfacer las oscuras políticas corporativas de sus superiores- que lo estrangulan constantemente y no permiten que salga buen género de la fábrica. En Marvel Rebith/Legacy nos presentan un Logan que simplemente ha resucitado y se dedica a cazar las gemas del infinito mientras los «Vengadores Sustitutos» se dedican a repetir la primera escena de la película más vilipendiada de Indiana Jones. Mirad, no voy a haceros una crítica muy sesuda sobre Legacy, porque a fin de cuentas más que un cómic es un catálogo publicitario del mismo modo en que Rebirth lo fue en su día. Y lo que más me preocupa de que Marvel imite esa idea, es que año y pico después de Rebith todavía no nos han contado casi nada. Son promesas y promesas que se lleva el viento, pequeños trailers de películas que están por venir y que probablemente ni siquiera sus autores sepan muy bien de que va la fiesta. Y personalmente, estoy muy, pero que muy, cansado.
No voy a mentir, sienta bien tener a Logan de vuelta, pero todavía no sé si creérmelo. Tiene toda la pinta de que va a estar por ahi dando vueltas de fondo y a sus cosas hasta que por fin se resuelva la trama de las gemas del infinito, la cual vete a saber si no termina… En el crossover del año que viene, El Guantelete del Infinito 2. Porque Axel Alonso puede prometer que no hará más crossovers gordos, pero uno se pone a pensar en toda la pasta que puede perder en portadas alternativas y spinoffs del evento y tal y… ¡Que le vamos a hacer, tenía que hacerlo! No veremos a Lobezno reencontrarse con su gente hasta después, y lo mismo el reencuentro sea más frío que si estuviera escrito por Jonathan Hickman. Y antes de que alguien me lo pregunte, sobre Los 4 Fantásticos… Bueno, digamos que creemos en Chip, pero tampoco creo en los milagros. Una serie con el Doctor Muerte, Ben y Johnny de momento tendrá que ser suficiente, porque está claro que aquí el personal quiere dejarnos con las ganas. Veremos…