Pese a que nunca fui un fanático seguidor de Twin Peaks, si que la vi en su momento y aun guardaba un buen recuerdo de ella, aunque algo nebuloso por el paso del tiempo. Por ello cuando se anuncio que finalmente se haría una continuación veintiséis años mas tarde, aunque no estaba tan ilusionado como muchos si que tenia bastante curiosidad por ver que había estado planeando David Lynch todos estos años. Y pese a que se me paso la cabeza prepararme para ello viendo de nuevo la serie original para no perderme con tramas que recuerdo vagamente, no tarde en darme cuenta de que total, siendo de Lynch iba a sentirme confuso igualmente, así que me lance a ver esta secuela/tercera temporada de cabeza.
Han pasado mas de veinticinco años desde que el asesinato de Laura Palmer conmocionó al pequeño pueblo de Twin Peaks y la vida ha seguido su curso pese a que quedaron demasiadas preguntas sin respuesta, entre ellas que fue del agente del FBI Dale Cooper. Pero un cuarto de siglo después se cumple el plazo dado por Laura Palmer y los sucesos extraños vuelven a repetirse, o mas bien a dejarse notar. Viejos fantasmas del pasado salen de los armarios mientras los planes de una vieja amenaza del pasado parecen estar llegando a su clímax. Unos planes ante los cuales solo se interpone alguien que tendrá que superar innumerables obstáculos para volver a ser quien era y regresar a donde comenzó todo, regresar a Twin Peaks…
Tras la cancelación de la serie original en 1991 y el fracaso comercial de la película “Twin Peaks: Fire Walk with Me” que acabo con la idea de rodar otras dos películas que completarían la historia, parecía que este peculiar y personalismo universo de ficción estaba muerto y enterrado, algo que propio Lynch manifestó alguna que otra vez en las pasadas dos décadas. Pero en 2014 salto la sorpresa y se anunció que la cadena Showtime iba a producir una tercera temporada de nueve episodios continuando la historia. Un proyecto que a punto estuvo de zozobrar, con el propio Lynch amenazando con bajarse del mismo debido a problemas presupuestarios. Unos problemas que felizmente se solucionaron, llegando incluso a doblar la duración de la temporada, llegando hasta los dieciocho episodios.
Y el pasado Mayo llego finalmente este esperado regreso, uno al que he tardado un poco en sumarme y del que tras haber visto la mitad, puedo decir que me ha gustado bastante lo que he visto hasta ahora pero no estoy seguro del todo de lo que he visto… Pocas veces me ha costado tanto escribir una sinopsis para el tema del que quería hablar, pero es que Twin Peaks es cualquier cosa menos algo sencillo. La trama es complicada, básicamente si, ocurre lo que se cuenta en el párrafo anterior, pero pasan muchas mas cosas, muchísimas mas, a las que solo ahora, tras haber visto nueve episodios, empiezo a verles algo parecido a un rumbo. Pero curiosamente pese a que si que hay algunos detalles que por tener medio olvidados me han obligado a consultar alguna wiki que otra para refrescar la memoria, esto no me ha impedido disfrutar de la serie hasta el momento mas allá de tener algún momento de esos de “voy a ver esa escena otra vez que no me he enterado de nada”.
Pero lo que realmente me ha parecido curioso ha sido lo adictivo que resulta. Si, Lynch da rienda suelta a su vena mas surrealista sin pisar los frenos y la narración es en ocasiones deliberadamente confusa… pero la serie engancha de tal manera que los episodios se me pasan en un suspiro hasta el extremo de resultarme cortos. Y ahí es donde se nota el oficio de Lynch, un director/escritor/actor, etc del que no puedo decir que su trabajo me apasione (aunque tampoco me disgusta) pero a quien soy incapaz de negarle su talento y esa habilidad para provocar sentimientos en el espectador. Pese a que como ya digo la trama en ocasiones resulta algo confusa, o por lo menos mas complicada de lo que nos tienen acostumbrados, el trabajo de Lynch (y Mark Frost, que le tengo algo olvidado pero es que Lynch es mucho Lynch) dirigiendo a los actores, sus diálogos y esos momento soberbios a nivel visual hacen que merezca darle una oportunidad al regreso de Twin Peaks.
Tampoco quiero terminar esta pequeña reseña sin destacar el gran trabajo de Kyle MacLachlan en su regreso a la piel del Agente Dale Cooper. Un papel que, sin querer desvelar demasiado de la trama, es bastante mas complejo ahora de lo que fue en la serie original y que esta permitiendo a MacLachlan lucirse y hacer uso de todo su rango dramático con este papel con el que debe estar pasándoselo de miedo. Un trabajo notable que tristemente, y me gustaría estar equivocado, probablemente vaya a ser ignorado en los grandes premios por la naturaleza fantástica de la serie, que ya se sabe como son para estas cosas.
A quienes sean fan acerrimos del trabajo de Lynch no creo que tenga que decirles nada, vana verla de cabeza. Pero a aquellos que como yo no son grandes aficionados a la obra de Lynch, les animaría a darle una oportunidad a esta serie, aunque a ser posible viendo primero la original, que esta nueva temporada es accesible pero no tanto. Que aunque uno no conecte con la particular visión de Lynch y Frost, vale la pena verla aunque sea desde un punto de vista «didáctico» para apreciar todas las posibilidades que ofrece el medio y lo poco que en ocasiones se aprovechan estas.