El nuevo doctor es Jodie Whittaker, una actriz de una serie que protagonizaba otro doctor. Y entonces M’Rabo me ha dicho que sigue pensando que lo de sacar una doctora es una tontería, pero que tampoco se va a poner a patalear porque al fin y al cabo es lo que hay. Y… ¿Sabéis que? Pues que a mí no me parece ninguna tontería, de hecho me parece treméndamente lógico.
No me habría parecido bien hace unos años, cuando se regeneró a Capaldi, pero ahora me parece estupendo. Que alguno me dirá «es un alienígena, puede tener géneros que no tengan nada que ver con los seres humanos» y tendrá razón, pero en 50 años de historia del personaje, los gallifreyanos no parecían muy interesados en cambiar de género con sus regeneraciones. Cambiaban completamente de identidad, de forma de ser. Algunos hasta se volvían un tanto siniestros o infantiles de una regeneración a otra, pero mantenían sus genitales. Se hablaba de uno -casi en susurros- que sí que navegaba entre lo másculino y lo femenino, pero era más anecdótico que otra cosa. Los doctores hasta el momento habían sido muy masculinos y requetemasculinos, y lo mismo pasaba con su archienemigo the Master, aunque en ocasiones se intuía que había algo más. Y entonces llegó Missy.
Missy es la ruptura del paradigma, es The Master regenerándose en Mary Poppins. De repente teníamos que se había regenerado en mujer, y dentro de la propia serie empezó a hablarse de que The Master estaba buscando un cambio. El propio Doctor -la encarnación Capaldi- entabla una relación distinta con Missy, y empieza a darse cuenta de que igual él también necesita un cambio. Probablemente su especial navidad de este año, en el cual empezará resistiéndose a la regeneración y aferrándose a su identidad actual, vaya precisamente de eso; sobre cómo el cambio es necesario, y más en el caso de un tipo que tiene miles de años. Con esto lo que quiero decir es que uno puede introducir un cambio dramático sobre un personaje si lo justifica narrativamente, y en este caso lo han hecho. Todo el Doctor Capaldi ha consistido en preguntarse sobre su propia identidad, sobre si es un hombre bueno o malo, sobre si lo de tener un destornillador sónico o unas gafas de sol sónicas. El Doctor lleva los últimos años con una crisis de mediana edad galopante y tratando de encontrarse a si mismo, y ésta regeneración se debe exactamente a eso.
Sin embargo, como decía, no me habría parecido bien una doctora justo después de Matt Smith, precisamente porque fue ése Doctor el que reafirmó completamente su sexualidad -no voy a hablar de Hartnell que era abuelo, eso nunca llegaron a explicarlo muy bien-. No nos engañemos, ¿por qué todos los doctores tiraban más bien a la asexualidad y de repente Matt Smith era peor que el Hal Jordan de Geoff Johns? ¿Por qué no había tanta gente ultrajada por ello? Porque a mí personalmente eso me pareció una patochada, sobre todo teniendo en cuenta que teníamos a ese Poochie llamado River Song dando vueltas por todas partes y recordándonos constantemente que era la «esposa del Doctor». Y aquello no respondía en absoluto al viaje interior del doctor, ni a los temas que se trataban en ninguna temporada. El Doctor de Moffat tuvo una temporada buena -la primera- y el resto fue una espiral descendente que no nos llevó a ninguna parte, con companions totalmente desaprovechados -Clara- o de los que directamente ya no sabes ni que pensar -Nardole, Bill-.
Y sin embargo, entiendo a la gente que ve mal que el doctor sea una doctora, porque lo que les molesta es el hecho de que se ha cambiado una constante del Doctor, una de las pocas partes de su identidad que se mantenía intocable. Pero estamos hablando de un personaje que cambia, que muta constantemente, y que durante años sus guionistas ni se plantearon el que fuera doctora porque les parecía algo inconcebible dentro del mundo en el que se movían. Personalmente, me habría gustado que ya que Doctor Who ahora es una serie que se ve en todo el mundo, tomaran nota y le dieran el papel a alguien de fuera, eliminando uno de los rasgos más lamentables de la historia del personaje; hablamos de un alienígena de un planeta a años luz de la tierra que se regenera constantemente -él y los de su raza- en un señor de las islas británicas. Que podía ser francés, alemán, sueco, marroquí, congoleño, chino, pakistaní o de Murcia, pero no, es inglés. Supongo que ése es otro de esos rasgos constantes e inmutables que no se pueden tocar, así que habrá que darle tiempo…