La semana pasada finalizo la segunda temporada de una serie que me ha tenido enganchado desde que se estreno, Into the Badlands. Una serie que sin ser perfecta, su mezcla de géneros, su falta de complejos y unas espectaculares escenas de acción la han convertido en una de mis favoritas. Y en esta segunda temporada que acaba de terminar han conseguido fomentar sus puntos fuertes, corregir (no del todo, sigh) algunos de sus puntos flacos e introducir a un nuevo personaje que ha resultado ser un gran añadido a la serie. Una combinación que al final solo ha servido para que Into The Badlands me guste aun mas que antes y espere con muchísimas ganas su tercera temporada. Así que cuidado con los SPOILERS para quienes no hayan visto ninguna de las dos primeras temporadas.
Si, Nick Frost se merece estar en la cabecera
Como ya sucedía con su primera temporada, esta curiosa mezcla de géneros de Into the Badlands en la que nos encontramos elementos del western, ciencia-ficción post-apocaliptica y cine chino de artes marciales me tiene ganado. Si, a veces es un poco tontorrona y del mismo modo que bebe de muchas fuentes también toma de estas todos sus tópicos, con esos protagonistas que sobreviven a decenas de heridas que deberían ser mortales mientras que los lacayos sin nombre mueren al primer corte o personajes cuyo nivel de inteligencia cae por los suelos cuando el guion lo requiere. Pero son cosas que resulta fácil pasar por alto disfrutando de las espectaculares coreografías (la del ultimo episodio es una maravilla) o de una historia que aunque simple es muy divertida.
Así da gusto disfrutar de un buen duelo a espadas
Tras los eventos de la temporada anterior nos encontramos con todos los personajes desperdigados por este peculiar mundo futurista del que de forma nada sutil parecen querer culpar a Donald Trump (admitamoslo, todos le creemos capaz de acabar provocando el fin de la civilización) Una oportunidad de explorar todo ese mundo que existe mas allá de las fronteras de esas Badlands del titulo y que sin embargo se ha desaprovechado. En esta temporada apenas nos han mostrado un vistazo a un mundo que, de forma previsible, parece deberle bastante al de Mad Max y de forma un poco mas detallada a esa misteriosa organización de monjes que se dedican a cazar a quienes tienen el mismo poder de M.K (lastima que su poder no sea actuar un poco mejor). Pero espero que ese final que promete que por fin vamos a saber algo mas sobre esa mística ciudad que varios personajes han estado buscando desde el principio de la serie me quite el mal sabor de boca.
Habrá que dejar para otra temporada el saber que mas queda del mundo
Pero sin duda lo mejor de esta nueva temporada ha sido la incorporación al reparto de Nick Frost en el papel de Bajie, un contrabandista y timador de misterioso pasado (del que por suerte se nos revela bastante en esta temporada) que no tarda en convertirse en el nuevo aliado de Sunny (Daniel Wu). Una combinación que sirve para añadir una capa mas a esta miscelanea que es Into The Badlands, convirtiéndose aquí (en parte) en una clásica «buddie movie» con una pareja de personalidades fuertemente opuestas. Pero este personaje ha servido ademas para poner de manifiesto uno de los puntos fuertes de la serie. Y es que aquí hemos podido ver como gracias a una buena dirección, edición y coreografiás, alguien con el físico de Nick Frost y sin experiencia en artes marciales puede parece muchísimo mejor luchador que el Puño de Hierro de Netflix (aun quiero pegarle a mucha gente de esa serie… sigh).
Y lo bien que se lo ha pasado el jodido
Así que si hay alguien por ahí que aun se resista a darle una oportunidad a esta serie (a no ser que se trate de un ser desalmado y sin emociones que no sabe disfrutar de una buena serie) este parón veraniego de series en el que estamos entrando es el momento perfecto para ponerse al día con esta divertida serie. Ademas y por suerte, en el mundo parece haber menos Diógenes de los que parece, y la serie esta funcionando tan bien que no solo ha sido renovada ya para una tercera temporada, sino que esta tendrá seis episodios mas que las dos anteriores llegando hasta los dieciséis (aunque esperemos que la mayor duración no implique que empiecen a meter relleno).
Si, a ratos sera «cheesy» como dicen los yankis, pero… ¿y lo divertida que es?