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Lo mejor y lo peor de los videojuegos de 2016 (II)

Seguimos aquí repartiendo premios entre lo mejor y lo peor de 2016; como todos los premios nadie se los tomará en serio, pero como siempre habrá tontos que si lo hagan y de los que podremos reirnos, que para eso estan. Que digo yo que la vida sería muy sosa sin tontos que se enfadan por todo y se pican por todo y hacen weblogs en los que se quejan de todo y… Ha… Ha. Mierda, vamos con los premios esos.

PREMIO A LA INNOVACIÓN QUE PEOR FUNCIONA

¡Putos distritos!

Debería hablar de Shadow Warrior 2 y su sistema de looteo, pero como se han lanzado todos a decir que Civilization 6 es el juego que de salida ha salido más completo, creo que es mucho más necesario hablar de éste último. Porque Firaxis, ¿qué habéis hecho con las ciudades de Civilization VI? Es el mayor cambio del juego y el que más me ha roto los esquemas, de repente cada ciudad se gestiona asignando distintos tipos de distrito a las casillas de su entorno (culturales, industriales, religiosos…) con lo que, aunque en un primer momento el micromanejo parece ser menos estresante sólo lo es en apariencia, porque cuantos más distritos se construyen en el juego (sumando los tuyos y los de tus competidores) más caro resulta construir distritos nuevos; esto lo que hace en la práctica es convertir el juego inicial en algo demasiado importante, transformando las partidas a largo plazo en algo predecible y que me aburre. Y eso no me lo había hecho ni Civilization V, que según salió a la venta sin expansiones me pareció un horror.

PREMIO A LA SECUELA MÁS DECEPCIONANTE DEL AÑO

Odiarás viajar en metro.

No, no es Mafia 3, porque después de Mafia 2 ya no me esperaba tanto como me lo podía esperar de Deus Ex: Mankind Divided. Joder, ¿que puedo decir de este juego? Human Revolution no era el primer Deus Ex, pero me pareció divertidísimo aún con todos sus fallos. Mankind Divided no solo se empeña en meterte micropagos y animarte demasiado activamente a que juegues a Deus Ex GO (juego de móviles que por supuesto es de pago) si no que encima introduce mecánicas que hacen el juego tremendamente aburrido y hasta tedioso. Porque lo que ha hecho Eidos en este juego es meterte una ciudad abierta -Praga- dividida en 4 o 5 distritos por los que te puedes mover más o menos libremente y colarte en todas las casas sin ningún tiempo de carga, pero a la vez te mortifica cada vez que te mueves entre distritos con larguísimos viajes en metro dignos de los tiempos de carga del MegaCD de Megadrive. Para colmo de males, cada uno de los distritos tampoco es tan grande, con lo que a uno le da la sensación de que este Deus Ex no solo es chapucero por su final truncado, si no haberlo sacado con prisas con la única intención de sacar rendimiento económico del desarrollo cuanto antes.

PREMIO YO SOY OLD SCHOOL AUNQUE NO SEPA QUE ES JUGAR CON CURSORES Y BARRA ESPACIADORA

IDDQD.

Claro que este es para Doom. Doom es como volver a los 90 pero con pantallas en altísima resolución, Doom es decirle «que te jodan» a los últimos diez años de FPS dominados por derivados de Call of Duty y Battlefield. Antes de 2005 hablábamos de un género que experimentaba constantemente y que era tremendamente variado, pero a raíz de Half Life, Medal of Honor y Halo de repente todos tenían que introducirte una complicada narrativa a través de scripts que algunos juegos imitaron a pesar de que no les hacía falta para nada. Doom recupera las sensaciones del original y te devuelve a aquellos tiempos de buscar la llave roja y perderte por sus pasillos -aunque no tanto, que en el fondo el diseño de este juego se basa en interconectar arenas con monstruos-, con un gunplay rápido que te obliga siempre a mantenerte en movimiento.

PREMIO  DESPUÉS DEL E3 NADIE HABLARÁ DE TI POR EL PODER DE MI CALVA

El juego más jugado del año y el menos visto en twitch.

Pues es obvio, Overwatch. Aunque se le criticó por no tener modo campaña y no ser free to play como Hearthstone o Heroes of the Storm, lo cierto es que Blizzard ha sabido sacar un juego de pago perfectamente disfrutable en su totalidad sin pagar ni un duro pero que a la vez dispone de unos micropagos que seguro que le estan dando -y le darán- muchísimas alegrías, a diferencia del esperpento que ha cometido Capcom con Street Fighter V. Que realmente lo único que ha hecho Blizzard ha sido coger el mismo principio de las cajas de Counterstrike/Team Fortress y aplicarlo en su juego, permitiendo que la gente que tiene el dinero por castigo alivie su carga gastándose cien dólares para conseguir un skin que no les tocará, pero en realidad todo eso de cara al jugador «normal» es intrascendente…

Partidas rápidas en las que siempre se aprende algo y todos contentos.

Porque Overwatch es el jodido juego del año porque ha hecho lo mismo que hizo Doom con su campaña pero en versión multiplayer, hacernos un Blizzard con el género de los FPS y mezclarlo todo bien sacándonos la mezcla perfecta. Veintipico personajes con distintos roles y formas de afrontarlos, con sus propias habilidades y diseñados con el buen oficio que dan los veinte años de Blizzard en el negocio hacen de Overwatch otro de esos juegos «fáciles de aprender, difíciles de dominar» con lo que Blizzard lleva todos estos años robando el alma y el tiempo de sus jugadores. Sabemos que el juego perfecto tendría la campaña de Doom y el multijugador de Overwatch, pero al final hay que reconocer que el servicio postventa de Overwatch ha conseguido llevarse el gato al agua y 2017 se presenta la mar de interesante con el enfrentamiento entre Quake Champions y Overwatch.

Ah por cierto, las batallas de naves de Infinite Warfare -pese a toda la mierda que le han echado a ese juego- eran divertidas, es una pena que después de todo siguiera siendo un CoD y el resto del juego fuera lo mismo de siempre…

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