Supongo que después de tanto dar la paliza me toca hablar de El Despertar de la Fuerza, esa película que se ha estrenado la semana pasada y que tanto parece interesar a la gente. Por lo que he oido tiene notas absurdas en rottentomatoes al nivel de Undertale, con lo que la película esa debe de tener algún interés… Vale, sí, me voy a dejar de mierdas y empezar con SPOILERS como Estrellas de la Muerte de nueva generación.
Lo principal que tenéis que saber de esta película es que si os decepcionó el regreso de Indiana Jones, tenéis que saber que el de Han Solo no lo hace. Y todo eso a pesar de que mientras que Indiana Jones jugueteó con la jubilación pero no lo hizo, Han Solo lo ha hecho de forma mucho más definitiva y maldita sea la estampa de JJ Abrams por ello. Pero los setenta y pico años de Harrison Ford se notan, y sabemos que tal vez ésta fuera ya la última oportunidad que nos quedaba para recuperar al personaje (el tiempo en Hollywood pasa demasiado rápido, ya son 7 años desde El Reino de la Calavera de Cristal). Pero es quedarnos sin Han, y aunque la película lo telegrafiaba casi desde el primer cuarto de hora, la muerte de nuestro jeta favorito duele de todas las maneras. Duele, porque es volver a ver -¡treinta y dos años después!- a un personaje al que tanto habías echado de menos sólo para que vuelvan a quitartelo. Duele ver como el Harrison Ford de los viejos tiempos resucita sólo para que te digan que se acabó, que ya no habrá más Han Solo, que el siguiente será otro actor. No sé cuantos años de cine le quedan a Harrison, pero más nos vale aprovecharlos. Nunca ha sido el mejor actor del mundo, pero sí que es el mejor actor para Han, Indy y… Algún personaje más que ya se me ocurrirá otro día (pero desde luego no Rick Deckard, no). Dicho esto, vamos a hablar de la película.
Que es una película que en el fondo ya hemos visto, porque una de las razones por las que nos dimos cuenta de que Han Solo iba a morir era porque estaba ejerciendo el papel de Ben Kenobi, y Ben era el catalizador para que Luke se convirtiera en héroe. Con lo cual Rey tenía que sufrir un sock parecido y eso es exáctamente lo que pasa con Han… Pero bueno, al fín y al cabo todo The Force Awakens es una recreación de La Guerra de las Galaxias, desde la escena en la que Poe tiene que pasarle unos planos a BB8 antes de ser capturado, pasando por la escena de la introducción de la cantina recreada plano a plano hasta otros homenajes como la introducción de la Estrella de la Muerte Bastarda (Starkiller base) con los dos TIE Fighters aproximándose hacia ella. Es increíble que se haya guardado con tanto secretismo respecto al argumento de una película que recrea hasta tal punto a su «madre» y que aun así no haya sido destripada en internet a golpe de especulación de los fans, pero así estamos. También todos esperaban que Luke hiciera algo más que un cameo al final, así que supongo que las triquiñuelas de JJ Abrams han surtido su efecto esta vez (no como con Star Trek Into Darkness).
Otra de las cosas que me ha llamado la atención de la película es que, si contamos las bajas de unos y otros, los malos salen ganando de calle, porque mientras en La Guerra de las Galaxias perdían a Tarkin pero conseguían matar a Ben Kenobi y reventaban Alderaan, en El Despertar de la Fuerza lo que tenemos es que se cargan un planeta de la República enterito y se cargan a HAN SOLO sin sufrir una sola baja más allá de los pobres que murieran durante la batalla o los que no respondieran a la orden de evacuación de la Estrella de la Muerte de los Chinos. Porque, que cojones, lo de la «Primera Orden» es un tema curioso…
Porque la Primera Orden no es el Imperio Galáctico, ni mucho menos. Son una imitación barata, una falsificación, un grupo de frikis como los neonazis nostálgicos de un régimen que ni conocen ni vivieron. Los dirige un tipo con problemas de ego -necesita que todos sus proyecciones holográficas sean gigantescas y de cuerpo entero- que por lo visto fue consejero de Palpatine, y sus jedis oscuros son una banda de gañanes que no son nada sutiles a la hora de usar la fuerza. En cuanto a la imitación barata de la armada imperial, que se dedica a robar niños recién nacidos para ponerles números de serie y tratarlos como clonetroopers, sólo puedo decir que cosas como dar una orden de evacuación nos dejan claro que han ganado en inteligencia lo que han perdido de soberbia, pero aun así no dejan de ser un Imperio de Baratillo; al fín y al cabo parecen no haber sido capaces de conseguir materiales como para conseguir montarse una Estrella de la Muerte y han tenido que montar el superláser sobre un planeta, con lo que tienen que recargar la batería cada dos por tres y… Joder, es la versión chapuza de la Estrella de la Muerte, el mismísimo Bevel Lemelisk se echaría a llorar si no fuera un personaje de un Universo Expandido que ha pasado a mejor vida. Pero lo cierto es que poco hemos visto de este nuevo Imperio, y personajes como la Capitana Phasma o los oficiales de la Base Starkiller están desaprovechados y totalmente eclipsados por la figura de Kylo Ren, con lo que tendremos que esperar a la siguiente entrega para saber quién es Phasma y que es lo que la hace ser tan importante.
Llegados a este punto, creo que me toca hablar de los supuestos personajes que protagonizan la película y son eclipsados por Han y Chewie, Rey y Finn (y de Poe Dameron, ése que de vez en cuando asoma y dice «¡soy un piloto cojonudo, hacedme caso!). Entre los tres se reparten la personalidad y habilidades de Luke, Leia y Han, pero no acaban de despegar porque Han Solo, como decía, se los come. Porque aunque Finn tenga sus momentos y recupere mucho del humor de la trilogía que no se veía en las precuelas (y que recuperó en los cómics de Jason Aaron, ¡leedlos!), la protagonista de la película es Rey. Rey es, para que engañarnos, Luke Skywalker a lo guay. Rey sale de un planeta desértico a través de un droide mediante al que conoce a su mentor, el cual le lleva a una cantina y desde ahi se convierte en Leia cautiva hasta que se libera a sí misma y, al ver morir a su mentor «desde lejos», decide aceptar la fuerza y ponerse a machacar al lado oscuro, pero a diferencia de Luke su afinidad con la fuerza es tan alta que es capaz de hacer trucos mentales a lo Ben Kenobi o pelearse a sablazos con Kylo Ren y hasta vencerlo, sólo porque es capaz de relajarse y conectar con la fuerza (por no hablar de que Kylo es puro nervio y su control de la fuerza es nefasto, con lo que tenemos que los dos son unos novatos sin mucho fuste). Y sí, Rey es una supermecánica y tiene un extraño talento natural para pilotar naves a pesar de no haber pilotado nunca, con lo que un personaje tan «superguay» como ella contrasta a lo bestia con Finn, que se pasa toda la película queriendo «sentir» la fuerza y fracasando en cada intento. Suelo odiar a los personajes que van por la historia en God Mode, pero extrañamente no me ha pasado con Rey ni siquiera en esa escena final de la película en la que es ella en solitario la que se pone a subir montones de escaleras para ver a Luke, dejando a Chewie y R2D2 en el Halcón Milenario sin poder pegarle un achuchón al granjero al final de la película. Te odio JJ Abrams, necesitaba ver a Chewie aplastar las costillas de Luke y a R2 iluminarse como un árbol de navidad al ver a su verdadero amo.
Pero a pesar de todo esto la película funciona, y funciona casi más de lo que debería hacerlo. Tal vez sea porque libres de la «visión» de Lucas, la película ha ganado en lo visual muchos enteros, con una fotografía que se mira en el espejo de El Imperio Contraataca y algunas escenas de su antecesora, olvidándose totalmente de los tonos pastelosos de las precuelas. O tal vez sea simplemente porque Lawrence Kasdan ha vuelto y sabe como tratar este mundo como nadie, y las escenas que brillaron por su ausencia en las precuelas y que realmente insuflaban vida a la tripulación del Halcón Milenario en la Trilogía están ahí, con un Han entregando un blaster a Rey y un Finn que busca su identidad constantemente y fracasa en ello constantemente. Pero como decía, este despertar de la fuerza sigue siendo una fotocopia que abusa de la nostalgia y que probablemente no se merecía funcionar tan bien, pero a la vez es una lección de cómo hacer una película que recupere el sabor de las originales y continuar una historia que estaba más que terminada sin parecer algo forzado; en esencia el final de la película nos deja en el punto en el que originalmente Kurtz, Lucas y Kasdan creían que iba a ser el final del Retorno del Jedi, con Darth Vader muerto y Luke tratando de reconstruir la orden jedi para enfrentarse al Imperio. Porque claro, esto sólo es el pistoletazo de salida para algo más grande que una trilogía, dentro de un año estaremos viendo Rogue One, una película que coge la nostalgia y la vuelve del revés al recrear los días anteriores al Episodio IV y enseñarte la cara gris y sucia de la lucha entre el Imperio y la Rebelión en su punto álgido, con lo que es de esperar que a pesar de todo la nostalgia siga siendo el caballo de batalla de Disney. Y es que aun a pesar de que nos nubla la vista la nostalgia y no somos nada imparciales, El Despertar de la Fuerza es una película tan bonita…