La semana pasada llego una noticia que por desgracia me esperaba y temía que llegase, las bajas audiencias y el alto coste de la seré ha llevado a SyFy ha cancela Defiance tras tres temporadas (Dominion también, pero esa como que no me importa demasiado). Toca decir adiós a Nolan y su hija Irisa, a los Votan y sobre todo a la familia mas desestructurada y enajenada de la televisión, los Tarr.
Fue en 2013 cuando nos llegó esta serie casi por sorpresa como parte de un curioso experimento audiovisual acompañando a un videojuego del mismo nombre con el que compartían tramas paralelas y del que Diógenes nos podrá decir algo más. Un curioso experimento que en cierto modo afectó ocasional y superficialmente al desarrollo argumental de la serie con pequeños detalles como que en tv no podían utilizar caballos porque era complicado animarlos bien para el videojuego ni tampoco utilizar vehículos voladores porque estos serian costosos para televisión, por lo que se acabo llegando al compromiso de utilizar coches tuneados a lo Mad Max.
Pero videojuego a un lado, lo que nos ofrecía este futuro en el que una Tierra terraformada era compartida por los humanos y las diversas razas que formaban el Colectivo Votanis era un western camuflado de ciencia ficción. Teníamos la pequeña ciudad fronteriza que económicamente dependía de sus minas, los problemas raciales con sus vecinos, los mafiosos locales el misterioso pistolero que llegaba por casualidad y acababa quedándose para ayudar a poner orden en la ciudad… Todos los elementos estaban ahí, mezclando dos géneros que curiosamente siempre han funcionado muy bien juntos y Defiance no fue una excepción.
Pero aunque se suponía que los protagonistas de la serie eran Joshua Nolan y su hija Irisa, hubo unos personajes que robaron por meritos propios buena parte de ese protagonismo, la familia Tarr. La aparentemente sumisa y casera Stahma Tarr se desvelo como una astuta y manipuladora mujer de negocios que era perfectamente capaz de manejar el imperio criminal de su esposo muchísimo mejor que este. Pero el que brillaba con luz propia y le robo el protagonismo al resto de personajes fue Datak Tarr. Ya hemos hablado por aquí más de una vez del personaje, de esa rata traicionera y cobarde capaz de salir bien parado de cualquier situación por peligrosa que fuese, una habilidad que por desgracia no le ha permitido sobrevivir a las bajas audiencias.
Por suerte para los seguidores de la serie los guionistas de la misma trabajaron en la tercera temporada asumiendo que podía ser la última y nos dieron un final más o menos cerrado, con un Nolan embarcado al espacio profundo en su nave espacial gobernada por una inteligencia artificial femenina, y me gusta pensar que convertido en una versión apócrifa del Fear Agent de Remender. Pero el final más curioso es el que ha tenido Datak Tarr, libre de todos sus crímenes, readmitido en la sociedad, y haciendo las paces con su esposa e hijo… el mamón no solo ha llegado al final de la serie con vida, sino que ha tenido el final más feliz de todos los personajes, superviviente hasta el final.
Es triste tener que decir adiós a una serie que tantos buenos momentos me ha hecho pasar, pero una vez mas (y van…) nos toca decir adiós a una serie que si bien no era excepcional sí que era muy divertida y había seguido mejorando paso a paso. Pero por lo visto eso sigue sin ser suficiente en el mercado estadounidense donde cada serie de ciencia-ficción que se estrene hay que verla casi asumiendo que esa primera temporada que veamos puede ser la única. Aunque hay fans que no se resignan y han comenzado una campaña para pedir que la serie continúe en SyFy o en alguna otra cadena, pero entre el alto coste de la serie y que los casos en los que campañas similares han funcionado casi se pueden contar con los dedos de una mano, aunque duela parece que este es un adiós definitivo.
Pero esto no significa que vayamos a quedarnos sin ciencia-ficción televisiva, en el horizonte nos esperan The Expanse, Colony, Childhood’s End y muchas otras, pero no puedo preguntarme cuántas de ellas serán canceladas sin remedio en su primera temporada (y menso mal que Childhood’s End es solo una miniserie) pero aunque estas triunfen no conseguirán que deje de echar de menos a Defiance y a su habitante más famoso, Datak Tarr (snifs, tu tenias que sobrevivirnos a todos)