A todos nos ha pasado eso de tener que madrugar al día siguiente y que algún desconsiderado tenga puesta la televisión a tope, la música a tope o que directamente este de fiesta a las tantas de la madrugada sin ninguna consideración. Pero en esos casos ya se sabe lo que toca, salir a la calle y unirse a la fiesta con un cuchillo hasta que no quede nadie vivo. De eso mismo va Party Hard, el único party game que he disfrutado en mucho tiempo.
Y es que a mi eso del Mario Party y sus minijuegos chorras nunca me ha ido mucho, para una fiesta el Mario Kart, Mario Tennis o hasta Mario Golf en una opción mucho mejor. Aunque Party Hard no es un juego para fiestas, es un juego para acabar con ellas. Siguiendo la estela de clásicos como Hitman, Party Hard nos ofrece una serie de niveles pixelados durante los que tendremos que asesinar a todo bicho viviente sin que nos detenga la policía. Para ello tendremos que usar todos los recursos del slasher como buscar a los invitados que se quedan solos, electrocutar pistas de baile, tirar a gente por azoteas, conseguir que acusen a otros de nuestros crímenes o directamente iniciar una masacre a cuchillazo limpio y cambiarse de ropa en cuanto la policía este a punto de echarnos el guante. Lo normal, ¿no?
Party Hard es un juego simplón e injusto, en el que sufrimos de lo mejor y lo peor de los eventos aleatorios. Cada vez que reiniciemos un nivel cambiarán algunos de los invitados de la fiesta y la localización de algunas trampas e ítems, con lo que el juego no pierde su capacidad para sorprender pero a la vez aumenta tu frustración cuando el juego te echa encima a un agente del servicio secreto sin darte ninguna opción a esconderte. Esto se ha visto potenciado de forma horrible con la opción de streamear en twitch, que permite que los espectadores voten que la fiesta se vea invadida por animales salvajes, asaltada por los SWAT o que un psicópata envidioso de tus éxitos venga a fastidiarte. Todas estas cosas no son tan habituales en una partida normal, pero todos los streams de ciertos famosos youtubers estan llenos de sus lágrimas al ver que sus propios espectadores (esos que tanto aman y por los que se desviven) deciden aguarles la fiesta a ellos (¡justicia poética!) justo cuando estaban a punto de pasarse el nivel. Algunos como Angry Joe o Total Biscuit han acabado seriamente perjudicados y picados por ello, a pesar de toda la pasta que se levantan los «pobrecitos».
Party Hard no deja de ser otro de esos juegos de sigilo que te permite bastante manga ancha si sabes lo que te haces; cuantas más veces aparece la policía más tiempo te persigue, con lo que si montas una auténtica masacre al principio de cada nivel y te quitas de encima al grueso de la fiesta, el resto del nivel es mucho más sencillo al tener más desperdigadas a las víctimas. Por lo demás, el juego es más simple que el asa de un cubo, y es una pena que la historia no gire exclusivamente alrededor de un protagonista que sólo quería dormir y acaben montando una pseudocomedia sobre un psicópata perseguido por la policía. No señores, se ha perdido una preciosa oportunidad de hacer un juego sobre un pobre hombre que sólo quería dormir…