Hay películas a las que distintas circunstancias acaban provocando que tengas unas expectativas reducidísimas hacia ella. Algo así es lo que me sucedió con Ant-Man/Hombre Hormiga, que entre estar protagonizada por un personaje tan secundario como Scott Lang o el abandono de su director original, Edgard Wrighth, hacían que no me esperase demasiado de ella. Pero al final, no sé si por esas reducidas, y casi apropiadas dado el héroe protagonista, expectativas o porque la película realmente se lo merecía, acabe disfrutando de dos horas realmente divertidas que se me pasaron volando. Así que con una dosis moderada de SPOILERS (mejor no leer nada sin haber visto la pelicula) vamos a ver que me ha parecido el más reciente estreno de Marvel.
Scott Lang (Paul Rudd) no es el hombre más afortunado del mundo, su robo de varios millones de dólares a un banco corrupto y el reintegro de estos a los clientes estafados le llevo a prisión durante varios años, su mujer le dejó, perdió la custodia de su hija y su estatus de ex-convicto le impide conseguir un empleo. Teniéndolo todo en contra, y muy a su pesar a Scott no le queda más remedio que recurrir a sus viejos amigos de prisión para un último trabajo que le permita ganar lo suficiente como para enderezar su vida. Lo que no esperaba Scott es el sentido en el que se enderezaría su vida, ya que su camino se cruzará con el de Hank Pym (Michael Douglas), el anónimo superhéroe retirado y ex-agente de S.H.I.E.L.D al que unos pocos conocieron como Ant-Man. Y Pym le hará a Scott una de esas ofertas que no podrá rechazar, le ayudara a recuperar su vida y el contacto con su hija a cambio de que él le ayude a detener los diabólicos planes de su antiguo pupilo, Darren Cross (Corey Stoll), para lo cual a Scott no le quedara más remedio que convertirse en el nuevo Ant-Man.
Como decía más arriba no esperaba gran cosa de la película y he acabado disfrutando muchísimo más incluso que con Vengadores: Age of Ultron. Si, quizás Ant-Man no sea la mejor película de Marvel y siempre nos joderá el pensar en lo que podría haber sido de haberse quedado Edgar Wright, fan del personaje desde la infancia, en la dirección de esa película a la que le dedico casi una década de su vida. Por lo que se dice fueron las injerencias de Marvel y las constantes órdenes de reescrituras del guion lo que llevaron a Edgar Wright a abandonar la película. Pero pese a su marcha y a la entrada de un nuevo director al proyecto, Peyton Reed, la película se basó en gran medida en el trabajo de Wright y eso se ha notado en el resultado final, aunque sea triste pensar que podría haber sido incluso mejor.
Pero problemas a un lado, el resultado final ha sido muy disfrutable. El enfoque mezclando el tono de las películas de atracos, con las de monstruos clásicas y la comedia ha sido todo un acierto que le ha dado un aire diferente al resto de películas de la casa, tono que se ha mantenido casi hasta el último momento con una desternillante batalla final como jamás se había visto. De Paul Rudd tampoco tengo queja, quien aprovechando su amplia experiencia en la comedia consigue quedar muy creíble como este hombre de la calle que se ve metido de cabeza sin quererlo en el enajenado mundo de los superhéroes y que acaba convirtiéndose en la voz de la razón (y de los espectadores) a lo largo de toda la trama. De quien tampoco podemos quejarnos es de Michael Douglas, otro de esos grandes nombres a los que Marvel le gusta contratar para papeles secundarios, quien se sale en su papel de un jubilado Hank Pym y nos hace desear que aprovechen esa tecnología de rejuvenecimiento digital para hacer una precuela con él y Jan en los 80 al servicio de S.H.I.E.L.D. E incluso el añadido de Luis (Michael Peña), el ex-compañero de celda de Scott, y sus amigos, algo que al principio me parecía una idea horrible, termino siendo una de las cosas que más me divirtió de la película.
Aunque claro, como suele pasar en estas adaptaciones, siempre se acaba sacrificando algo de fidelidad a los comics pese a que se conserve lo básico. Scott Lang tiene poco que ver con la imagen clásica del personaje, al menos en lo que a personalidad se refiere, y casi parece sacado de las páginas de la actual serie que escribe Nick Spencer. Lo que confirma lo que ya sabíamos, que la existencia de esta serie y el nuevo tratamiento del personaje le debían todo a la película. Con Darren Cross nos encontramos con lo que parece un cruce entre su homologo del comic y Rita DeMara, la villana que robó la tecnología de Pym y se convirtió en la segunda Chaqueta Amarilla, un cambio a mejor, porque a estas alturas la trama de necesitar un corazón nuevo ha quedado algo desfasada. Hope van Dyne es otro personaje que poco o nada tiene que ver con su versión en comic, ya que lo más parecido a ella que podemos encontrar es la Hope Pym/Red Queen, la hija de Hank y Jan en el universo MC2 (el Spider-Girlverse de DeFalco). Un personaje que resulta ser un añadido curioso como resultado de las versiones envejecidas de Pym y la Avispa pero cuyo potencial no acaban de aprovechar en esta primera entrega.
Pero el caso más curioso para mí ha sido el de Hank Pym. Los cambios sufridos por el personaje han sido muchos, su avanzada edad, el destino de su esposa, su ausencia total de los Vengadores (aunque al menos le han conservado ser uno de los superhéroes más veteranos del MCU) pero pese a todo sigue siendo en cierto modo una versión bastante fiel al comic, a uno en concreto para ser más exactos. Y es que no se los demás, pero a mi ese Hank retirado que esta “separado” de Jan, cuyo cuerpo ya no puede resistir los cambios de tamaño pero que aun puede encoger o agrandar objetos me ha recordado muchísimo al Doctor Pym “científico aventurero” de los Nuevos Vengadores de Englehart, tanto que me decepcionó un poco no verle en algún momento de la película llevando un mono rojo de mecánico, cosplayeado de Tom Baker o pilotando a Rover.
Pero pese a todo lo bueno de la película, esta también tiene su lado negativo. Aparte de los ya mencionados problemas empresariales que llevaron a la marcha de Wright, nos encontramos de nuevo con que pese a que en Marvel tratan de diversificar el tipo de cine que hacen, nos encontramos de nuevo con una más que familiar formula: Origen del héroe que aprende poco a poco a usar sus poderes, villano con origen enlazado con el del héroe, la muerte “accidental” del villano de forma que no se puede culpar de ella al protagonista… Formula que a base de repetirse tanto acabará aburriendo a los espectadores. Tampoco parece buena idea eso de seguir con la tendencia de sacar a villanos de usar y tirar que siempre mueren al final ¿Qué hay de malo en sacar a villanos que son arrestados y enviados a prisión desde la que juran venganza? Hope van Dyne, pese a los esfuerzos de Evangeline Lily y al añadido de la escena post-créditos, es un personaje muy desaprovechado que podría haber dado más de sí, y con la que tendremos que esperar a próximas películas para verla convertida en la nueva Avispa.
Y aunque esto no es del todo culpa de la película en sí, no quería dejar de mencionarlas. Primero, me gustaría saber quien fue el genio que decidió que era una buena idea incluir en varios de los trailers de la película el cameo sorpresa del Halcón, algo que me ha convencido de que debería seguir el consejo de Diógenes de ver solo el primer tráiler o ni eso. Lo segundo es algo que me molesto un poco acerca del doblaje de la película. Aquí en España han dejado el nombre de Ant-Man en ingles, perdiéndose para muchos espectadores las coñas que hace el propio Scott Lang con lo ridículo que suena el nombre de “Hombre Hormiga”. Pero luego Yellowjacket lo traducen literalmente como “Chaqueta Amarilla” al igual que se hacía en los cómics en tiempos de Vértice y Fórum como si ignorasen que ese es el nombre que recibe en Estados Unidos un tipo de avispón/abejorro.
Pero al final lo que ha quedado claro es que Marvel ya casi se puede permitir hacer una película de lo que sea, ya que aunque a nivel de taquilla no haya sido un exitazo, siendo el segundo estreno menos taquillero por delante del Hulk de Edward Norton, Marvel ha recuperado lo invertido en tan solo dos semanas, a lo que habrá que sumarle la recaudación total, blue-rays, etc.… Vamos, que no me sorprendería mucho si Marvel acaba haciendo películas del Caballero Negro, del Hombre-Maquina o incluso de Paladín.