A mi me hubiera tocado hoy hablar de Vengadores 2, pero como que no he salido del cine con ganas de ello, quizás la semana que viene. De lo que sí que quiero hablar es del villano de la historia, Ultron, un villano clásico del que muchos autores han tratado de dar la versión definitiva y no todos han sido capaces de estar a la altura. Ahí tenemos al clásico que crearon Roy Thomas y John Buscema, el genocida de Ultron Ilimitado de Busiek y Pérez, el aburrido de Brian Bendis o el más reciente de Rick Remender que tanta polémica ha provocado… Pero el Ultron del que hoy quiero hablar es uno muy diferente, un Ultron que se salió de las normas establecidas y cuyo molde rompieron tras él, uno que me ha recordado poderosamente al visto ayer mismo en la película… El Ultron de Steve Englehart (¿Alguien pensaba que podría abandonar sus Nuevos Vengadores? ¡Ja!).
Antes de que le dicen ganas de suicidarse y de que sus compañeros se perdiesen en el espacio tiempo, Hank Pym tenía un día relativamente tranquilo pese a su depresión. Pero entonces le dio por descolgar el teléfono y seguro que se arrepintió mucho de haber aceptado ser el pseudo-Jarvis de la costa oeste…
Aunque reconozcámoslo, la llamada entre Ultron y Pym podría haber ido muchísimo peor…
¿Pero que quiere realmente Ultron-12? (en aquellos tiempos aun llevaban la cuenta) No ha podido llamar simplemente para ver cómo le va la vida a Pym. Incluso los robots genocidas deben tener mejores cosas que hacer que dedicarse a llamar a sus archienemigos para ponerse al día, excepto los de Batman, pero es que esos son raros…
Pues no, Ultron ha llamado simplemente para ponerse chulo con su “padre” y desafiarle, a lo que este le ha respondido de una forma bastante sorprendente si tenemos en cuenta como le vimos al comienzo de la saga de Perdidos en el Espacio-Tiempo y que tuvo lugar unos meses más tarde. Pym en aquellos días, aunque ya deprimido, estaba en mejor forma de lo que estaría en el futuro, en tan buena forma que incluso se dejaría “seducir” por Tigra. Esto último le dejo de tan buen humor (¿y a quien no?) que cuando a la noche Ultron volvió a llamar, Pym estaba bastante más relajado, lo que no evito que le sorprendiese y mucho el cambio operado en su “hijo” artificial…
De los Nuevos Vengadores de Englehart se podrán decir muchas cosas, pero no que dejen indiferente a nadie. Esto es lo que sucedió con este Ultron que fue demasiado humano para seguir viviendo y de quien la mayoría de guionistas que narraron sus historias después trataron de hacernos olvidar. Y aunque haya que hilar muy fino, es difícil no ver ciertas similitudes entre este Ultron y el que interpreto James Spader en el cine, ambos con mas emociones de las que uno podría esperar de un robot homicida. Aunque sin duda estas similitudes no fueron intencionadas, que a veces me siento como si yo fuese el único que recuerda esta etapa de los Vengadores.
Por eso me he propuesto seguir recordando aquí la etapa más peculiar de la rama californiana de los héroes más poderosos de la tierra, para que ninguno olvidemos que es bueno para las editoriales conseguir que sus autores se tomen en serio el trabajo que hacen… La próxima semana seguiremos viendo como fue la evolución llevada a cabo por Steve Englehart de este peculiar Ultron-12 y como se transformo su relación con su creador de una forma que nadie jamás hubiese imaginado…